Revolución #165, 24 de mayo de 2009
Obama censura fotos de tortura de Estados Unidos
La verdad que no quieren que TU conozcas
El miércoles 13 de mayo, Barack Obama revocó su posición anterior y dijo que iba a impedir que se divulgaran unas 2 mil fotos que documentan la tortura de presos en Irak y Afganistán por personal militar estadounidense. Según el New York Times, las fotos censuradas son de presos que mantiene Estados Unidos en Irak y Afganistán e incluyen la clase de tortura que se vio en Abu Ghraib así como fotos tomadas por inspectores militares de crímenes, algunas de las cuales supuestamente documentan acusaciones de malos tratos. También hay fotos de autopsias de presos muertos en detención.
Anthony D. Romero, director ejecutivo de la ACLU (Unión Norteamericana de Libertades Civiles) —el grupo que entabló la demanda de que las fotos se hicieran públicas— dijo que la cantidad de fotos demuestra que “ya no es sostenible acusar de malos tratos a unos cuantos malos elementos. Se establecieron estas políticas a los niveles más altos”.
Obama dijo que no iba a hacer públicas las fotos porque “la consecuencia más directa de divulgarlas, a mi parecer, sería azuzar aún más la opinión anti-norteamericana y poner en mayor peligro a nuestras tropas”.
¿Qué significa cuando se oculta la evidencia de crímenes de guerra horrorosos porque el conocimiento de esos crímenes “azuzaría la opinión anti-norteamericana”? Además, ¿qué responsabilidad tiene la gente que vive en Estados Unidos, ahora mismo, cuando se están ocultando grandes crímenes realizados en su nombre?
La complicidad de Obama en ocultar los crímenes de guerra
Hace poco los memos de los abogados de la Casa Blanca sobre la tortura documentaron que la tortura fue aprobada oficialmente por la Casa Blanca (vea "Los memos sobre la tortura... y la justicia que se necesita" de Alan Goodman, Revolución, #164,17 mayo 2009). Ahora la escala y la amplitud de la tortura yanqui puestas de manifiesto en las más de 2 mil fotos amenazan con revelar de manera aún más profunda que la tortura ha sido una parte profundamente integral de la llamada yanqui “guerra contra el terror”.
Más de 2 mil fotos desmienten aún más la alegación de que solo usaban la tortura solamente en circunstancias extremas, en las llamadas situaciones de “una bomba de tiempo”. Esa justificación, de que solo usaban la tortura para extraer información que salvaría a la vida de norteamericanos, incluso si fuera cierta, aún sería inmoral.
¿A dónde conduce esta llamada lógica de “una bomba de tiempo”? La lógica de dicha lógica es que en el caso de “salvar la vida de norteamericanos”, no hay ningún límite a sus técnicas horrorosas, sádicas e infrahumanas. De hecho, uno de los autores de los memos sobre la tortura de la Casa Blanca, John Yoo, ha dicho en público que podría ser aceptable que el presidente autorizara la aplicación de toques eléctricos a los testículos de un niño inocente de un individuo a que “se está interrogando”.
Como escribimos la semana pasada en Revolución: “Que quede claro: la tortura es literalmente y en esencia un crimen de lesa humanidad. Al igual que la violación, de manera sistemática se pretende degradar por medio de la violencia a las personas y quitarles la propia humanidad. Cualquier gobierno que desde sus puestos más altos no sólo tolere cosas así sino que las justifique y diga que sean ‘instrumentos de la política’... cualquier gobierno que, una vez que esto se hubiera denunciado, no procese a los autores sino al contrario les dé una inmunidad por adelantado... pone de manifiesto que es un gobierno que para funcionar, necesita tales crímenes y tales criminales. Cualquier pueblo que no resista tales crímenes y no exija acción judicial contra los torturadores y aún más contra aquellos del más alto rango que formularan la política, pone de manifiesto que está en complicidad con esos crímenes. Y al dejar pasivamente que se degrade y ataque la humanidad de los demás, pierde la suya” ("Los memos sobre la tortura... y la justicia que se necesita", de Alan Goodman, Revolución, #164, 17 mayo 2009).
Estados Unidos ha pulido y perfeccionado durante décadas la tortura que está ocultando mediante la supresión de más de 2 mil fotos, incluso ensayando las técnicas con las tropas estadounidenses. Si se estudian meticulosamente estos memos sobre la tortura, estos revelan una doctrina yanqui sobre la tortura que hace hincapié en la tortura psicológica aunada a la brutalidad física aplicada de manera sistemática, al estilo nazi. Muchas de las víctimas (pero no todas) de la tortura yanqui sobreviven, pero quedan traumatizadas y destrozadas, lo que da un mensaje al mundo de que los que gobiernan en este país no dudarán en aplicar la brutalidad sádica y depravada a toda persona que les estorbara, ni en aplicar tal tortura al azar para infundir el terror generalizado.
Como parte de comprender cómo la tortura sistemática llegó a ser un elemento central de la doctrina militar estadounidense, es importante recalcar que el desarrollo y la mejora de la tortura horrorosa ha sido un producto del gobierno estadounidense, incluyendo el programa “SERE” que supuestamente fue un programa para preparar a las tropas yanquis por si acaso fueran torturadas, pero de hecho fue un programa para ensayar las técnicas de tortura. No emularon las técnicas de tortura, tal como se ha alegado falsamente, del tratamiento por parte de los comunistas chinos a los presos en la guerra de Corea. (Una refutación cuidadosamente documentada de esta acusación y un examen aleccionador de cómo los comunistas chinos trataban a los presos norteamericanos capturados en Corea se halla en inglés en “The Truth About How Chinese Communists Treated Korean War POWs” (La verdad sobre cómo los comunistas chinos trataron a los presos de guerra en la guerra de Corea), de Li Onesto, en línea a revcom.us.)
Adoptar... e incluso mejorar la doctrina de Bush
Bajo el régimen de Bush, la ACLU entabló una demanda para obligar al gobierno a divulgar las más de 2000 fotos de Abu Ghraib y media docena de otras prisiones yanquis. El Departamento de “Justicia” de Bush se opuso en la corte a que se divulgaran las fotos, argumentando que pondrían en peligro a las tropas yanquis (el mismo argumento ya adoptado por Obama).
Los tribunales han dictaminado a favor de la demanda de la ACLU y a principios de este mes la administración de Obama anunció que no iba a apelar una orden existente de la corte de divulgar las fotos el 28 de mayo. No obstante, ahora, como resultado de “los consejos de los generales” según se informa, Obama anunció con los mismos argumentos que el Departamento de “Justicia” sí iba a apelar la orden de la corte de divulgar las fotos.
En las últimas dos semanas Obama ha adoptado a un ritmo vertiginoso las posiciones de Bush sobre casos muy importantes de libertades civiles y la tortura. A principios de su presidencia, el Departamento de Justicia de Obama pretendió bloquear una demanda de cinco hombres secuestrados por Estados Unidos y “entregados”, llevados por avión a prisiones en otros países con el propósito explícito de torturarlos. (La demanda es Mohamed et al. v. Jeppesen. Jeppesen es la empresa filial de la empresa de aviación Boeing que transportó a los presos para que fueran torturados.) El 11 de mayo el Washington Times informó que la administración de Obama de nuevo estaba amenazando con acortar la cooperación en materia de inteligencia para con Inglaterra si los tribunales británicos permitieran ver evidencia de la tortura por Estados Unidos a un ciudadano británico, un ex preso de Guantánamo (“Obama threatens to limit U.S. intel with Brits” [Obama amenaza con restringir inteligencia estadounidense con los ingleses], de Eli Lake, 12 mayo 2009). Obama anunció hace poco que revivía las “comisiones militares” de triste fama para enjuiciar a los detenidos. Durante su campaña, Obama prometió “rechazar la Ley de Comisiones Militares, la cual permitió que Estados Unidos burlara la Convención de Ginebra sobre el trato de prisioneros”. Pero el 15 de mayo, sólo unos meses después de su elección, Obama cambió de posición diciendo que las “comisiones militares... son las indicadas para enjuiciar a los enemigos que violen las leyes de la guerra, siempre que sean estructuradas y administradas debidamente”. En cada uno de estos casos fundamentales, Obama ha adoptado en su totalidad la lógica y los argumentos del régimen de Bush.
La moral imperialista contra los intereses de la humanidad
¿Cómo las personas alrededor del mundo reaccionarán a las nuevas revelaciones de un mayor alcance de la tortura de Estados Unidos de lo que ya ha sido documentado? O de otra manera, ¿cómo las personas alrededor del mundo reaccionarán a los nuevos encubrimientos de esa tortura?
Eso depende en gran medida de usted.
Y si usted votó por Obama porque pensó que iba a terminar la tortura y que estos actos cada vez le perturban más, pregúntese en qué momento va a decir… ¡BASTA! Si usted respaldó a Obama porque estaba horrorizado y furioso de la dirección que la sociedad estaba tomando en los pasados ocho años de Bush… Si puso sus mejores deseos con la esperanza de que Obama cambiara la dirección de la sociedad… Si pensó que la elección de Obama le haría “sentirse bien sobre Estados Unidos…” ¿Por qué no se pregunta: en qué momento va a mirar a su alrededor y confrontar lo que realmente sucede? ¿En qué momento retomará una posición moral de que la vida de los norteamericanos no vale más que la de la gente alrededor del mundo?
También mucha gente está armando pretextos para Obama. Algunos señalan los desvaríos extraordinarios post-electorales de Dick Cheney, que vergonzosamente defiende abiertamente la tortura y amenaza con poco disimulo a Obama. Para aclarar: esta es una batalla entre diferentes facciones de la clase dominante imperialista. Cheney es el hombre indicado de la facción neoconservadora, que esencialmente propuso la “guerra contra el terror” como un vehículo para defender agresivamente los intereses imperialistas de Estados Unidos en un mundo que vive una transición incierta con potencial de grandes trastornos. La mayoría de estas políticas han sido adoptadas por Obama, aunque él ha modificado algunas de ellas en ciertos aspectos.
Cheney le está aclarando a Obama que si hiciera alguna insinuación de iniciar una acusación por crímenes de guerra a cualquiera de la administración de Bush, el ejército o la CIA, los neoconservadores pelearían duro y desplegarían su poder para oponerse a esto. Al mismo tiempo le está dando, en cierto grado, una excusa a Obama para demostrarle a los que votaron por él por ser “anti-Bush” que “tiene que hacer esto para tener a los perros amarrados” (o sea conservar las políticas de Bush), y así seducir al pueblo para que apruebe las cosas que consideró actos criminales durante Bush. Para volver al escenario, Cheney también está apostando las fuerzas que representa para tomar ventaja de un eventual ataque en el futuro sobre Estados Unidos. Pero ¿cómo es posible que algo de ESO justifique mantener y para colmo dar legitimidad a los mismos horrores que Cheney descaradamente defiende?
En esta situación, es de gran importancia lo que haga el pueblo de Estados Unidos. Ya es hora de que la gente rompa con el marco de los Cheney y los Obama y empiece a pensar acerca de lo que está más allá de dicho marco y ya es hora de que empiece a pensar y a actuar al servicio de los intereses de la humanidad. Si el pueblo de alrededor del mundo ve complacencia, pasividad y consentimiento en los Estados Unidos, esto exacerbará la sinergia entre el imperialismo de Estados Unidos y las fuerzas reaccionarias del fundamentalismo islámico, donde las acciones de Estados Unidos crean condiciones que lanzan al pueblo del Medio Oriente y a los países con mayor población musulmana a los brazos de la Jihad.
Cientos de miles de personas están muy horrorizadas por lo que se ha revelado en los memos de la tortura y por lo que está oculto en estas 2000 fotos censuradas.
Si el pueblo de alrededor del mundo ve que gran cantidad de personas en este país está indignada y que no solo siente angustia sino que sale a las calles a protestar, una dinámica diferente podría surgir.
¡Todos a la calle el 28 de mayo!
El 28 de mayo es el día en que el gobierno iba a publicar las fotos. Ese día, El Mundo No Puede Esperar convoca a una protesta nacional y acciones políticas para exigir “¡La tortura es un crimen de guerra! ¡A PROCESARLOS!” Estas protestas fueron convocadas antes que Obama revocara su posición y tomara medidas para bloquear la revelación de las fotos. El hecho de que el presidente del sistema imperialista haya revocado su posición agrega aún más urgencia y significado a estas manifestaciones.
¡La verdad y la justicia exigen que estas fotos sean reveladas, todas, ahora! Y que los torturadores que conducen a la cima de la cadena de comando, sean llevados a la justicia.
Animamos fuertemente a nuestras/os lectoras/es a que visiten www.worldcantwait.org y a unirse y organizar las protestas del 28 de mayo.
Como escribimos la semana pasada en respuesta a la publicación de los memos de los abogados de la Casa Blanca que autorizaron la tortura: “Sin embargo, si los que establecieron, legitimaron y endosaron la tortura abierta simplemente se salen con la suya, si los que tramaron el ‘escudo dorado’ jurídico para la tortura se salen con la suya y si los que ‘casi coreografiaron’ la tortura se salen con la suya, será nada más que una declaración de que los torturadores no tienen que preocuparse de las consecuencias en el futuro. A pesar de las promesas almibaradas del representante del sistema imperialista, Obama, su acción dejaría intacto el ‘derecho’ de los imperialistas yanquis de ordenar la tortura.
“Por otro lado, si la gente EFECTIVAMENTE resiste, si EFECTIVAMENTE exige que se procese a los criminales y si libra una lucha política seria para hacer que ocurra eso, puede constituir el comienzo de una lucha que, entre otras cosas, puede conducir a los primeros pasos y a la posibilidad de la verdadera justicia, y no a una dizque redención y/o ‘reconciliación’ falsa que supuestamente nos hacen sentir bien al estilo de ‘olvidemos lo que pasó y seguimos adelante’ pero que en última instancia sólo posibilitan aún más y aún peores crímenes en la empresa criminal sangrienta conocida como Estados Unidos”.
Y tal resistencia le daría ánimo e inspiraría al pueblo de alrededor del mundo que anhela ver surgir otro camino, en oposición tanto al imperialismo como al fundamentalismo islámico.
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