En defensa del planeta, valientes manifestantes desafían a la policía

20 de diciembre de 2009. Durante la cumbre de Copenhague, se presenciaron valientes protestas y resistencia en las calles. El 12 de diciembre, tal como se informó en Revolución #186, decenas de miles protestaron en Copenhague junto con al menos decenas de miles más por todo el mundo. La policía danesa atacó de manera preventiva y arrestó a mil personas, que sometió a abusos y dolor en la cárcel. En algunos casos, encerraron a los manifestantes en jaulas al interior del centro de detención y los rociaron con espray pimienta. En el lugar de los hechos, los policías llamaron las jaulas “el Guantánamo Dos”. Durante los once días de protestas, hubo al menos 1.500 arrestos preventivos. La policía hizo uso de poderes recién aprobados para arrestar y encarcelar a las personas que sospechaban que violaran la ley en el futuro. Según la ley, también pueden arrestar a activistas por 40 días en caso de que haya cargos de “obstruir las labores de la policía”. A diario la policía atacó e hizo arrestos.

El 16 de diciembre, miles se movilizaron para “¡Retomar el poder!” y trataron de marchar en varios bloques hacia el Centro Bella donde se celebraba la cumbre. Tuvieron planes de trepar las barricadas y organizar una Asamblea Popular a fin de discutir y descubrir las verdaderas causas y soluciones del cambio climático. La policía atacó con brutalidad golpeando con toletes y rociando con espray pimienta. Los delegados y representantes no gubernamentales que trataban de salir de la cumbre a fin de unirse a las protestas por una asamblea popular también sufrieron ataques y tuvieron que volver al recinto. Las autoridades no permitieron que varios grupos ambientales establecidos, como Amigos de la Tierra (FOE), entraran a la cumbre el día de la protesta “¡Retomar el Poder!”. Por tanto, 50 integrantes de estos grupos montaron un plantón al interior del Centro Bella. FOE es la mayor organización ambiental del mundo con secciones en 70 países. Por otra parte, para allanar el camino para los dirigentes del mundo, las autoridades informaron a cientos de organizaciones no gubernamentales que asistían a la cumbre que a partir del 17 de diciembre, ya no pudieran asistir.

Acción para Justicia Climática (CJA) que coordinó y movilizó las protestas, denunció las muchas formas en que la policía reprimió la oposición a la cumbre. La policía arrestó a tres voceros del grupo antes o durante la protesta del 16 de diciembre y los acusaron de delitos graves. En las audiencias en los tribunales contra dos líderes de CJA, salió a la luz que la policía danesa tenía interceptados los teléfonos de los activistas. Éstos también dijeron que la policía infiltró de manera generalizada con agentes encubiertos a las reuniones y acciones de protesta.

Pese a todo eso, los manifestantes siguieron firmes y desafiantes e irrumpieron bajo los reflectores internacionales, dando a conocer el deseo de millones de salvar el planeta y denunciando a las fuerzas responsables del calentamiento global y sus falsas soluciones. Además, durante todo esto quedaron más al descubierto la naturaleza de la democracia burguesa y su núcleo de dictadura brutal y sanguinaria impuesta por las fuerzas policiales, tribunales y cárceles. Durante la reunión de los criminales responsables de destruir los sistemas de vida del planeta y la humanidad con el objeto de llevar a cabo más planes para continuar todo eso, estos instrumentos de represión del estado defendieron todo eso y trataron de reprimir y acallar a las personas que luchaban por el futuro del planeta. Esta represión era un ultraje y es necesario que las personas de todo el mundo la condenen y también defiendan y apoyen a los manifestantes y arrestados. El 18 de diciembre, el último día de la cumbre, CJA organizó una marcha de solidaridad en apoyo a los arrestados y para denunciar la cumbre.

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