Revolución #195, 14 de marzo de 2010
El Día Internacional de la Mujer de 2010
Los Ángeles
“Si las mujeres de Irán pueden enfrentarse con valor la muerte, toletes y tortura, ¡nosotros podemos reír y bailar bajo un poco de lluvia!” El llamado de Sunsara Taylor a marchar al oscurecerse el cielo captó el ánimo del mitin y marcha alegre, inspiradora y desafiante, a menudo bajo aguacerazos, de 150-200 personas para celebrar el Día Internacional de la Mujer (DIM).
Día Internacional de la Mujer de 2010, “¡Romper las cadenas! ¡Desencadenar la furia de la mujer como una fuerza poderosa para la revolución!”, fue convocado por la Coalición del DIM y endosado por más de 20 grupos e individuos. Esta celebración tuvo un significado especial: un palpable sensación de estar hombro a hombro con el pueblo de Irán, sobre todo las mujeres iraníes, que se han rebelado contra la odiada y misógina República Islámica y que “rechazan elegir entre la teocracia fundamentalista islámica o el imperialismo yanqui, al tener por objeto crear un mundo sin esta opresión”.
Al reunirse, los coros reflejaban el ánimo: el odio por la opresión de la mujer y un fuerte deseo de eliminarla. “Las mujeres, la mitad de la humanidad, lucharemos hasta que quede libre el mundo entero”. “Las mujeres de Irán, en medio de este infierno, se oponen a esta locura, se justifica la rebelión”.
Participaron un diverso grupo de 25-30 iraníes, incluidos veteranos de la revolución de 1979 y gente de la nueva generación alentada a entrar a la vida política a causa de la actual revuelta. Muchos estudiantes, mujeres y hombres, acudieron desde universidades, colegios y secundarias de Los Ángeles y el Área de la Bahía de San Francisco. Muchos participaron por primera vez en un DIM.
La acción asumió la energía y sentido de propósito global y conexiones más excelsas con una diversa colección de oradores y comunicados, como un poderoso poema leído por dos mujeres jóvenes iraníes en memoria de un compañero caído en la revuelta; media docena de estudiantes del Grupo de Pensamiento Crítico de la Universidad del Estado de California-Los Ángeles; la vicepresidenta de la Organización Nacional para la Mujer de Hollywood que lanzó un llamado apasionado a nombre de las mujeres del mundo; Nargis Khestoo, estudiante afgani-norteamericana de la Universidad de California-Berkeley que recitó su obra de palabra hablada “Soy mujer, escúcheme ruuuuugir con una voz tan fuerte que no se puede ignorar”.
Una representante de la Organización de la Mujer 8 de Marzo (Irán-Afganistán) dijo: “La revolución es lo que necesitamos, ni más ni menos” (en contraposición al lema “La República Islámica, ni más ni menos”).
Sunsara Taylor habló de la inspiración y esperanzas que los pueblos del mundo pueden tomar de la valiente revuelta en Irán, que una de las más esperanzadoras cosas de este revuelta es que los comunistas trabajan en su interior, esforzándose para cobrar influencia y dar dirección de modo que el auge de luchas no llegue a algo que la gente recordará en su vejez como los “buenos días de antaño”, una “fugaz luz” en una sociedad aún represiva, sino como el inicio de un mundo completamente nuevo, de éxitos revolucionarios primero aquí, luego allá, hasta que quede liberado el mundo entero, y llamó a entrarle a la revolución en este país, a ser parte de lo que el PCR llama “luchar contra el poder, y transformar el pueblo, para la revolución”.
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