Revolución #197, 4 de abril de 2010
Dpto. de Policía de Nueva York en las aulas:
Convirtiendo las escuelas en cárceles a nombre de la "seguridad"
Bienvenido al pabellón de la juventud del sistema de cárceles de la ciudad de New York, conocido como el sistema de escuelas públicas.
En 1998 el NYPD (Departamento de Policía de New York) recibió autoridad para garantizar la "seguridad" en las escuelas públicas. Lo que en realidad significa "seguridad" es… hostigamiento, brutalización y criminalización de una generación de la juventud. Hoy, más de 5.000 empleados civiles, llamados "oficiales de seguridad de escuelas" (SSO) y casi 200 policías armadas, todos del NYPD, patrullan las escuelas. Los SSO llevan uniformes del NYPD y tienen el poder de parar, registrar, interrogar y arrestar a los estudiantes. En enero de 2010 la Unión Neoyorquina de Libertades Civiles (NYCLU) entabló una demanda federal que documenta numerosos incidentes en que estos SSO esposaron, arrestaron y agredieron físicamente a los estudiantes por infracciones menores o por nada en absoluto.
Bob Herbert del New York Times (NYT) ha documentado algunos de estos incidentes ("Cops vs. Kids", 6/3/10):
En marzo de 2008, un niño y una niña del sexto grado en una escuela media del Bronx dibujaron líneas en sus escritorios con un marcador borrable. Los SSO agarraron a los dos, esposáronlos, un policía armado les interrogaron y luego los llevaron a la delegación.
En el otoño de 2008, en una escuela secundaria de Queens, un SSO derribó la puerta de un compartimiento del baño para chicos. El estudiante adentro, quien no había hecho nada malo, fue alcanzado por la puerta y lesionado. La familia del niño levantó una demanda legal contra la ciudad, el cual se resolvió por $55.000.
En enero de 2008, un estudiante de kinder se portaba mal. Un SSO le esposaba al niño, y lo llevaron a un hospital psiquiátrico. Como Herbert comentó: "¡Vaya, a un niño de 5 anos!"
Al entablar su demanda, la NYCLU señaló:"La agresiva vigilancia policial en las escuelas de la ciudad contribuye al tren de ir de la escuela a la cárcel, una perturbadora tendencia nacional que canaliza a los jóvenes desde las escuelas públicas hacia los sistemas de justicia juvenil y criminal. Estos jóvenes en gran desproporción tienden a ser negros y latinos…".
Herbert señala: "Esta venenosa conducta policial es una extensión en las escuelas del trato humillante que los policías llevan años dándoles a los jóvenes, sobre todo aquellos que son negros y latinos, en las calles de la ciudad" ("Poisonous Police Behavior", NYT, 2/6/07).
Con frecuencia, la policía manosea a las jóvenes en estas escuelas. Un reporte de marzo de 2007 de la NYCLU ("Criminalizing the Classroom: The Over-Policing of New York City Schools", nyclu.org) encuestó a estudiantes femeninos quienes dijeron que los oficiales les tocaban en maneras que les hicieron sentir incómodas. Las mujeres cuyos sostenes con aros hicieron sonar los detectores de metales, que ahora existen en la mayoría de las escuelas, fueron obligadas a levantar sus camisas o abrir los pantalones, supuestamente para confirmar que no ocultaban armas o teléfonos celulares.
Bajo un sistema totalmente distinto, un sistema socialista, se podría desencadenar y valorar plenamente la creatividad, energía, iniciativa y rebeldía de la juventud que ESTE sistema este aplasta. Aquellos encomendados con la seguridad pública de esta sociedad revolucionaria tratarán a la gente con respeto y harán todo lo que puedan para ayudarles, en vez de actuar como un ejército de ocupación en territorio hostil. Y la juventud debe ser una parte decisiva ahora en edificar un movimiento para la revolución.
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