Revolución #198, 11 de abril de 2010
Una carta abierta de Raymond Lotta a Roderick MacFarquhar:
"Le hago un reto a debatir ante la comunidad de Harvard la verdad del comunismo y a defender sus distorsiones sobre la Revolución Cultural"
Invito a los miembros de la comunidad de Harvard a mi charla el 14 de abril a las 7 p.m. en Emerson Hall, Salón 105. El discurso se titula, "Todo lo que te han dicho sobre el comunismo es falso: El capitalismo es un fracaso, La revolución es la solución".
Hay mucho en juego en la discusión y el debate sobre la verdad de la revolución comunista. Para la gran mayoría de la humanidad, el mundo es un horror — desde las crisis alimenticias y guerras del imperio, hasta la devastación del medio ambiente y la degradación que sufre la mujer en todas partes. Éste es un mundo que clama por un cambio radical, por la revolución.
Pero han mentido sistemáticamente a la gente sobre la verdadera historia del comunismo y su potencial concreto. Han dicho que el comunismo es una pesadilla y un fracaso. Este veredicto espurio coarta el pensamiento crítico y la exploración. De verdad, el "veredicto oficial" sobre el comunismo fortalece el statu quo opresivo.
Durante mi gira nacional a las universidades, estoy refutando esa opinión común con hechos y argumentos fundamentados. Estoy abriendo el debate sobre el comunismo. Lo que se debate es nada menos que la verdad histórica y la posibilidad humana.
Dirijo esta carta al profesor de Harvard Roderick MacFarquhar porque sus escritos sobre la Revolución Cultural de China de 1966 a 1976 son una concentración del "discurso oficial" —haciéndolo pasar por erudito— de que la Revolución Cultural era puro caos y matanza. Es un discurso falaz que no sólo perpetra la ignorancia sobre los verdaderos objetivos, la verdadera experiencia y los verdaderos resultados de la Revolución Cultural — sino que también contribuye al grave constreñimiento del pensamiento crítico e investigación crítica sobre la posibilidad de un mundo radicalmente diferente y emancipador.
Por eso quiero invitar a Roderick MacFarquhar a asistir y responder al discurso que daré el 14 de abril. Estoy dispuesto a dejar de lado todo mi discurso para convertirlo en un debate público con el profesor MacFarquhar. Que el profesor decida.
Verdad histórica o distorsiones anticomunistas
El libro de Roderick MacFarquhar, Mao’s Last Revolution (La última revolución de Mao, con el co-autor Michael Schoenhals) fue descrito por Harvard University Press como "el estudio más fidedigno y convincente hasta la fecha" sobre la Revolución Cultural. En realidad, ese "estudio" no es más que el anticomunismo común y corriente, una obra intelectual de pobre calidad y descaradas tergiversaciones.
PRUEBA 1: El profesor MacFarquhar alega que la Revolución Cultural fue "la desastrosa representación de las fantasías utópicas [de Mao Zedong]" (p. 459). Pero, lejos de ser una "fantasía utópica", la Revolución Cultural tenía objetivos muy concretos con fundamentos históricos. Era una lucha en todas las esferas de la sociedad que Mao inició para contrarrestar el peligro muy real de que la revolución cayera de nuevo en el capitalismo. Pretendió promover los valores de la cooperación social. El verdadero "desastre" es la China de hoy: la maquiladora del capitalismo mundial y una sociedad obscenamente desigual.
PRUEBA 2: El profesor MacFarquhar presenta un cuento de hadas con Mao como el monstruo. Es un Mao que supuestamente admira a Hitler y, según MacFarquhar, declara como marco ideológico del éxito en la Revolución Cultural: "entre más personas mueran, más revolucionario" (p. 103). ¿Y cómo autentica el profesor esta declaración muy escalofriante? Incluye una nota al final: ¡"De una fuente de mucha confianza vista por uno de los autores"! (2ª nota, p. 515). Una "prueba" así no la tomaría en serio el mundo académico si se tratara de cualquier otro tema aparte del comunismo.
PRUEBA 3: El profesor declara con desdén: "Todos los datos disponibles… indican que la Revolución Cultural fracasó rotundamente al no beneficiar a la gente para la cual se libró". Esta declaración es muy fácil de refutar. Un dato ilustrativo: la matrícula de estudiantes secundarios se aumentó de 9 millones en 1966 a casi 68 millones en 1977. En mi charla, presentaré datos y análisis sobre otros cambios extraordinarios que beneficiaron a la gente básica: la extensión de servicios médicos hasta el campo; la creación de nuevas instituciones de base para la administración y gobierno popular; la atención que dedicó la Revolución Cultural a las cuestiones relacionadas con la igualdad de género.
A Roderick MacFarquhar, mi mensaje es: "usted no tiene la razón sobre la Revolución Cultural… está difundiendo mentiras… y está causando grandes daños".
Porque esto importa mucho
En mi charla, demostraré cómo la opinión común sobre el comunismo está construida sobre mentiras y distorsiones. Demostraré que en la primera ola de revoluciones comunistas —la Unión Soviética (1917-1956) y China (1949-1976)— la humanidad dio saltos sin precedentes en dejar atrás "la larga y oscura noche" de la sociedad explotadora dividida en clases.
Pero mi charla no se limitará a una defensa del pasado. Hablaré de la nueva síntesis del comunismo de Bob Avakian. Éste ha venido resumiendo los grandes logros así como las deficiencias y problemas de la primera ola de revoluciones socialistas. Avakian ha formulado una concepción de socialismo que es igual de decidido a forjar una sociedad en la cual florecerá la efervescencia intelectual y cultural a una escala jamás vista en la historia humana… como es de comprometido a resolver los problemas materiales más apremiantes ante la humanidad.
A los que se inquietan por el estado del mundo… necesitan asistir a la charla y traer sus preguntas más espinosas.
A los que quiere dedicar la vida de una forma u otra al mejoramiento de la humanidad pero nunca han escuchado una defensa coherente y enérgica del comunismo… deben asistir también.
A los que quieren defender el sistema… también necesitan asistir, porque aceptaré el reto de cualquiera que quiera contradecirme.
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