Revolución #209, 5 de agosto de 2010
Una contradicción histórica: Cambiando el mundo en lo fundamental sin "apagar las luces"
Quince
"Y el mundo sigue sin cambiar en lo fundamental. El capitalismo-imperialismo sigue operando en el 'fondo', aplastando vidas y destruyendo espíritus en este molino de explotación. Y los horrores continúan sin cesar".
Esta es nuestra refutación poderosa y constante de las demás tendencias en el mundo. De otro lado, la manera en que muchas personas entienden lo que nosotros representamos —y no es que no tengan ninguna justificación en absoluto— es: "Ahí vienen los comunistas, apaguen las luces, ya se acabó la fiesta".
En un sentido básico, lo que expresa esta contradicción es que si bien solamente una revolución que se lleva al comunismo es capaz de acabar con los horrores de este mundo, para una gran cantidad de personas existe un sentimiento o un veredicto que dice que la DDP [la dictadura del proletariado] no es un lugar donde la gente, y en especial (pero no solamente) las amplias capas medias, querría vivir. Sin importar lo que las personas creen acerca del "ideal" del comunismo, en la práctica creen que está destinado a que se lleve a asfixiar el pensamiento crítico y el disentimiento, la creatividad, la iniciativa, la expresión individual y los derechos individuales; a la imposición de una ideología oficial que, aunque no se declare, significa estar excluido de cualquier participación o influencia en asuntos de la política, la cultura, la ciencia, etc.; un enfoque instrumentalista hacia realidad que reemplaza con "una verdad política" una búsqueda genuina de la verdad; y a un lugar donde se considera que no vale la pena, como si fuera un problema, o algo peligroso, la exploración de nuevos rumbos y avenidas en las ciencias y artes, especialmente donde eso se va por tangentes o se parece en oposición a las principales maneras en que la sociedad se moviliza o de hecho se les opone.
He aquí unos pocos ejemplos de cómo esto se expresa, especialmente entre artistas e intelectuales:
Un profesor, que organizó una discusión sobre ¡Fuera con todos los dioses!, dijo, durante una discusión a la hora de almorzar acerca del libro que celebramos antes, que siente que son mejores los comunistas al hacer críticas del sistema capitalista que dirigir a la sociedad; fundamentalmente que han jugado un papel mejor cuando no están en el poder que cuando sí están en poder. En este caso, creo que se relaciona esto a su opinión de que los comunistas le restan importancia a la medida en que la "naturaleza humana" constituye un obstáculo a la transformación de la gente. Cree que solamente unos "santos" podrían manejar correctamente estas contradicciones. (Por otra parte, ha manifestado un aprecio por el trabajo de Bob Avakian y ha estado abordándola por algún tiempo.)
Alguien como Susan Jacoby desprecia las experiencias de las sociedades socialistas, centrándose en algunos de los mismos errores que ha identificado el Presidente, pero ha llegado a conclusiones muy equivocadas. En The Age of American Unreason [La edad de la sinrazón estadounidense], caracteriza el "poder soviético" como la "pseudociencia social del comunismo en el centro de la interpretación más dogmática del marxismo" y señala específicamente la experiencia del "biólogo untado por Stalin", Lysenko.
Michael Slate ha descrito la impresión sumamente negativa que tienen muchos artistas progresistas acerca de la Gran Revolución Cultural Proletaria (GRCP) de China a causa del impacto de la película Adiós a mi concubina con su descripción de cómo se trataba a los artistas durante la GRCP. (El tema este se plantea y se discute durante su entrevista con Avakian.)
Y un intelectual de conciencia me escribió después de leer la Carta abierta de Raymond Lotta a Tony Judt diciendo que ese estilo de "radicalismo político" le causó rechazo. Aunque "las cuestiones de cómo evaluar el comunismo son complejas y se podría justificar una reevaluación positiva hasta cierto punto, la crítica dista mucho de constar únicamente de 'mentiras y representaciones falsas'". Además, "Mas allá de esto, Raymond Lotta da la impresión fundamentalista de que solamente él y Bob Avakian poseen la verdad de nuestra era. Otra vez, se prenden las alarmas".
--------------------------------------
Como dice vívidamente el Manifiesto en la analogía a la supresión de la evolución después de la toma del poder por los fundamentalistas cristianos, este resumen negativo generalizado de la experiencia de la primera etapa de las revoluciones comunistas es principalmente el producto del "tiburonesco frenesí en las fuerzas reaccionarias" con sus distorsiones y calumnias de esta revolución en un ataque ideológico implacable. Pero también es verdad que el modo en que mucha gente vea lo que hacemos "no es que no tenga ninguna justificación en absoluto".
En el contexto de la actual campaña y lo muchísimo que está en juego para poder lograr nuestros tres objetivos emparentados, esta evaluación de "apaguen las luces, ya se acabó la fiesta" revela un obstáculo importante con que tenemos que lidiar muy ampliamente entre las masas progresistas y especialmente entre los intelectuales. Al mismo tiempo todas estas críticas, al grado de que sus raíces se encuentran en los errores y debilidades que fueron parte de la primera etapa de revolución comunista, son un parte de lo que el Presidente ha estado pasando por el tamiz, reconfigurando y recombinando al desarrollar la nueva síntesis. El potencial que representa la nueva síntesis para transformar esta situación se recalca al término de la primera parte de Hacer la revolución y emancipar a la humanidad:
…es muy importante no subestimar el significado y la fuerza positiva potencial de esta nueva síntesis: criticar y romper con errores y deficiencias importantes y defender y reconfigurar lo que ha sido positivo de la experiencia histórica del movimiento comunista internacional y los países socialistas que han existido hasta la fecha; en un sentido verdadero, revivir —sobre una base nueva y más avanzada— la viabilidad y, sí, la deseabilidad de un mundo totalmente nuevo y radical, y hacerlo sobre una base aun más firme de materialismo y dialéctica. Esta nueva síntesis está ligada a las rupturas clave en la esfera de la epistemología, e interpenetra estrechamente con ellas: rupturas con el instrumentalismo y apriorismo, el dogmatismo y la religiosidad, el positivismo, el empirismo y el pragmatismo, así como el nacionalismo en la esfera de cómo vemos todo el proceso del avance al comunismo.
Y continúa:
Así que no debemos subestimar el potencial de esto como fuente de esperanza y osadía sobre una base científica sólida... En la actualidad en Estados Unidos, una vez más han "ideologizado" la revolución hasta correrla del escenario. Y en el mundo en general, en una medida muy grande, la revolución cuya meta es el comunismo y que tiene la visión de un mundo comunista ha sido "ideologizada" hasta correrla del escenario — y ante eso el único camino que realmente representa la posibilidad de un mundo radicalmente diferente y mucho mejor, en el mundo tal como es, un mundo en que la gente verdaderamente quisiera vivir y en que realmente podría florecer. Objetivamente, la nueva síntesis ha "ideologizado" todo eso de regreso al escenario una vez más, a un nivel más alto y de una manera potencialmente muy poderosa.
Pero ¿qué se hará con eso? ¿Se volverá una fuerza política e ideológica poderosa? Nos toca a nosotros llevarla por todas partes —muy que muy audazmente y con fundamento, y vincularla con el amplio deseo, si bien por el momento principalmente latente, de otro mundo— y entrarle con cada vez más personas a esta nueva síntesis de una manera buena, animada y viviente.
Es necesario que fomentemos un espíritu colectivo en el partido y entre aquellos que están llegando a formar una parte de la revolución comunista, de "vivir en" la nueva síntesis, forcejear con ella y aplicarla así como popularizar su método y enfoque científico al difundirla audazmente por todas partes y la vinculamos con este deseo generalizado de otro camino, de otro mundo.
Nosotros así como el emergente núcleo de avanzados hemos podido hacer esto en maneras sencillas y complejas (no académicas ni simplistas), entrando en las cuestiones, contiendas y debates que esto debería soltar. El Presidente señala en Hacer la revolución y emancipar a la humanidad: "Tenemos que luchar con la gente sobre estas cosas mucho más consciente y, sí, resueltamente, pero de una manera buena y viviente, y no de una manera dogmática". (Las cosas tales como la idea de "la naturaleza humana".) "Pero para hacer eso, hay que captar el materialismo y la dialéctica esencial. No se puede hacer con la religión—o el 'equivalente comunista' del dogma religioso. Y no se puede hacer con ideas utópicas e idealistas de cómo nos gustaría que fuera el mundo. Nosotros mismos tenemos que dar saltos y hacer rupturas —y ayudar a cada vez más personas a dar saltos y hacer rupturas— más allá de eso".
__________________________
Aunque este veredicto de "apaguen las luces, ya se acabó la fiesta" puede encontrarse entre muchas distintas capas intermedias, aquí quisiera enfocarme en los intelectuales, debido a la importancia de la "transferencia de la lealtad" de un sector de la intelectualidad en la repolarización para la revolución. El Manifiesto señala que el Presidente ha criticado el punto de vista unilateral que ve a los intelectuales solamente como un problema y "no reconoce plenamente las formas en que pueden contribuir al rico proceso mediante el cual los integrantes de la sociedad en general llegarán a tener un conocimiento más profundo de la realidad y una mayor capacidad de llevar a cabo una lucha cada vez más consciente por transformar la realidad hacia el comunismo". Se puede ver concentrada en esta crítica, lo que parte del marco teórico de la nueva síntesis, la unidad entre la reificación, la "verdad política" y el desdén hacia los intelectuales y al trabajo con las ideas.
Esto se manifiesta muy claramente al volver a ver la película Rompiendo con viejas ideas, donde la reificación de las masas trabajadoras va de la mano con un desdén hacia los intelectuales, en la manera en que se representa en aquel profesor; o con sospecha, cuando el estudiante decide leer los libros que está estudiando el director Lung, pero solamente como "trabajo de reconocimiento". También he oído en otras personas quienes principalmente apoyan la GRCP, un rastro de la tendencia a ver a los intelectuales principalmente como un problema.
La nueva síntesis reconoce que la transformación pasa a través de muchos "canales" distintos y no está amarrada de una forma de uno-a-uno a la manera en que las contradicciones sociales principales se manifiestan en un momento determinado. Y que el trabajo de los intelectuales, al grado de que contribuyen a un entendimiento más profundo de la realidad, en el campo en que se encuentren, puede ayudar a la humanidad a llegar al comunismo.
Un aparte: En el número de esta mañana del Los Angeles Times, un profesor de física de la Universidad de California-Santa Barbara escribió sobre la importancia de las pruebas exitosas del Gran Colisionador de Hadrones (GCH) en Ginebra y planteó las preguntas: "¿Qué descubrirá y por qué nos importaría?" Dice que el colisionador está a punto de desentrañar los "misterios espinosos" que enfrentan los físicos; que podría "abrir fronteras nuevas en el entendimiento de espacio y tiempo, la microestructura de la materia y las leyes de la naturaleza". Después de describir muchos de los "misterios" que podría desentrañar, señala la manera en que tales conocimientos esotéricos han contribuido a cosas como las imágenes por resonancia magnética, computadores personales, el Sistema de Posicionamiento Global, etc. Y concluye:
Pero mas allá de las consideraciones prácticas, debemos reflexionar sobre cuál es el valor que el GCH podría tener para la raza humana. Si tuviera los resultados esperados, sería la punta de lanza durante los años que vienen en una búsqueda que remonta a los griegos de la antigüedad y más atrás, para entender acerca de lo que el mundo nuestro se compone, cómo surgió y qué futuro le depara. Esta gran odisea nos da una oportunidad a elevarnos por encima de los aspectos cotidianos de nuestra vida, y por encima de nuestras diferencias, conflictos y crisis y tratar de comprender dónde nosotros, como especie, nos cabemos en un universo maravilloso que parece estar fuera de nuestra comprensión, pero que es muy comprensible.
¡¡¿No debería ser que la nueva síntesis hace que tal científico salga a bailar en la calle?!!
Pero la crítica del tratamiento de los intelectuales se forma parte de una crítica mucho más fundamental de las debilidades de estas primeras sociedades socialistas en general. Al señalar la necesidad de tener más espacio, más receptividad y más aceptación de desacuerdos y disentimiento así como el entendimiento del "mapa" de la realidad social con sus múltiples capas y múltiples colores, la nueva síntesis tiene el potencial de cambiar fundamentalmente el carácter y el espíritu de la transición socialista a una a que la gente le dará la bienvenida y a la cual querrá entrarle.
Esta visión se vislumbra claramente en lo que el Presidente dice en Hacer la revolución y emancipar a la humanidad sobre los derechos positivos. Por ejemplo, pregunta sobre el "derecho" de las masas populares en el mundo a explorar cuestiones científicas así como sobre el "derecho" de aquellos quienes en la actualidad sí tienen la capacidad de hacer esto a explorar cuestiones científicas en un contexto social y marco enteramente nuevo. Estos "derechos" se pueden plasmar solamente bajo una estructura económica distinta, un conjunto distinto (comunista) de relaciones de producción, así como la cultura por ellas condicionada. El contraste entre "apaguen las luces, ya se acabó la fiesta" y esta vislumbre de un tipo de una sociedad radicalmente distinta que la nueva síntesis hace posible, debe representar un reto de zafarse de los límites impuestos por este sistema.
Al mismo tiempo, es necesario desencadenar esta nueva concepción de una sociedad socialista en tránsito al comunismo mientras "el poder estatal se mantiene y se sigue desarrollando como un poder estatal revolucionario al servicio de los intereses de la revolución proletaria" o, si no, la nueva síntesis sería una receta para la democracia burguesa y la restauración del capitalismo. Como el Presidente lo expresa, eso de estar en el núcleo del liderazgo de este tipo de proceso y al guiarlo no como un proceso controlado fuertemente sino como un proceso en que las personas "exploren muchos caminos diferentes", quiere decir que habrá una enorme presión y tensión; porque no se puede soltar las riendas ni apretarlas demasiado. Es necesario tener todo esto yendo hacia el objetivo del comunismo, sin mantener las cosas fuertemente bajo control a lo largo del proceso. Y si tratamos correctamente todo esto, si hacemos lo que debemos hacer, eso nos llevará repetidamente al borde de ser descuartizados.
Los individuos y las relaciones sociales
Otra cuestión muy importante que el Presidente ha estado analizando y sobre la cual ha estado desarrollando un entendimiento más profundo y que tiene que ver con "apaguen las luces, ya se acabó la fiesta", trata las contradicciones que
están relacionadas con el hecho de que, por un lado, las personas existen como individuos, y por otro su existencia es una existencia social. La existencia individual es parte de la realidad material — no es algo que la gente haya inventado como un ardid individualista burgués… (Cavilaciones y forcejeos)
Para los "anti-totalitarios", tal vez esto ha sido su mayor baza ideológica y su argumento más efectivo en pro de la "superioridad" de la democracia burguesa con sus ideas de que "los derechos del individuo son sacrosantos". Al contrario, presentan la experiencia de las sociedades socialistas de la primera etapa del comunismo como un horror a causa de que habían "liquidado" intereses individuales y los "derechos" individuales; lo que se expresó horripilantemente en 1984 y, por los menos objetivamente, en Adiós a mi concubina.
El Presidente ha hablado de cómo la burguesía distorsiona la experiencia socialista y ha contrastado ésta con la realidad de los "derechos individuales" y los "intereses individuales" en la sociedad burguesa / de clases. Lo que ignora principalmente la burguesía y también suprime es la realidad de que la búsqueda de intereses individuales se da a través de las relaciones sociales y de clase de la sociedad burguesa, la que forma y determina esencialmente cómo la gente incluso percibe sus intereses y cómo los busca. En otras palabras, por qué las elecciones de cualquier individuo son obscenamente distintas de acuerdo al lugar donde nazca en el mundo.
Pero no sólo se cometieron excesos sino errores graves, algunos muy dolorosos en el caso de Stalin, pero también en la GRCP, que han contribuido a reforzar el punto de vista de la gente de que sobre esta cuestión muy "personal", cuando lleguen los comunistas, "se acaba la fiesta".
El hecho de que las personas sí existen como individuos constituye una parte de realidad material. Cualquier intento de desestimar eso, dice el Presidente, sería políticamente desastroso y en relación a cualquier iniciativa de hacer una trasformación social radical positiva. Esta es una contradicción que vamos a tener que seguir conociendo más profundamente; cómo manejar en la mejor manera posible la realidad de los individuos y las clases, y la relación entre los individuos y las clases, en el contexto y marco de dar pasos hacia la abolición de clases, que la existencia social es lo principal, pero que la existencia de las personas como individuos es una parte de la realidad material también y no se puede liquidar.
El marco teórico de la nueva síntesis abarca la existencia de esta contradicción, incluida su expresión concentrada como "núcleo sólido con mucha elasticidad". No considera que sea un "problema" la existencia de personas como individuos. El Presidente recalca que la contradicción entre los individuos y las relaciones sociales produce una gran diversidad y riqueza en la sociedad humana y es otra expresión del "mapa de múltiples capas y múltiples colores". Pero existe una contradicción objetiva; existe una necesidad; y hay restricciones objetivas que pesan en los individuos como miembros de la sociedad, que de fondo "el derecho no puede ser nunca superior". Eso siempre será cierto, incluso en la sociedad comunista.
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.