Revolución #209, 15 de agosto de 2010
El bombardeo atómico de Estados Unidos a Hiroshima… Y el estilo de muerte estadounidense
El 6 de agosto de 1945 Estados Unidos desató la bomba atómica sobre la humanidad. El primer uso de las armas nucleares, contra la ciudad japonesa de Hiroshima, fue seguida el 9 de agosto por el bombardeo de Nagasaki.
Las dos bombas atómicas lanzadas al final de la Segunda Guerra Mundial fueron deliberadamente armadas para explotar a gran altura en el aire. Tuvieron el objetivo de maximizar el número de muertes, no destruir edificios. Más de 110.000 personas murieron inmediatamente y con el tiempo la radiación mató a cientos de miles más. Muchos años de dolorosas muertes por cáncer y más tarde defectos de nacimiento les esperaban a los sobrevivientes y sus descendientes.
Si el terrorismo se define como la matanza de civiles inocentes para un fin político, pues el mundo pocas veces ha visto tal terrorismo. Piense en el 11 de septiembre de 2001 en Nueva York multiplicado 40 veces y usted solamente se imaginaría los primeros pocos segundos.
Poco después, los japoneses se rindieron. Pero su economía y ciudad capital de Tokio habían sido destruidas antes que la bomba atómica redujera a cementerios dos ciudades sin importancia militar. Muchos historiadores creen que el país estaba al borde de la rendición antes de esos días terribles de agosto de 1945. La razón principal por la que Estados Unidos quería usar armas atómicas era una demostración de su poderío en tanto amenaza a la Unión Soviética. En ese entonces, ésta era un país socialista, que se había aliado con Estados Unidos en contra de Alemania y Japón durante la guerra, pero antes de que la guerra terminara, Estados Unidos le estaba pelando el diente a la Unión Soviética y poniéndose a dominar el mundo.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, bombardear a civiles se consideraba una barbarie y un acto ilegal. Estados Unidos no era la única nación que cometió ese crimen en esa guerra, sino junto con los británicos hicieron eso a una escala enorme. Desde entonces Estados Unidos ha amenazado con usar armas nucleares en docenas de ocasiones, no solamente contra la Unión Soviética cuando ese país se volvió en su rival imperialista, sino también contra Vietnam y China. Que Estados Unidos fuera el primero en usar armas nucleares donde considerara que sus intereses fueran lo suficientemente amenazados ha sido su doctrina oficial y la piedra angular de su política militar desde los años 50 hasta hoy.
O sea, la muerte en masa y el indecible sufrimiento vertido sobre hombres, mujeres y niños, incluso un holocausto nuclear y, sí, muy posiblemente el fin de la civilización humana, se justifican a fin de defender “el estilo de vida estadounidense”. Y, como escribimos hace poco, mientras hablaba del desarme nuclear Obama dejó en claro que en la práctica Estados Unidos seguirá su doctrina, especialmente hoy con respecto a Irán.1
Este sistema, este estilo de vida, ha sido un horror para la humanidad. El Mensaje y Llamamiento del Partido Comunista Revolucionario lo explica claramente: “Hace falta barrer con este sistema... parar en seco sus crímenes contra la humanidad... desmantelar sus instituciones y reemplazarlas con unas que le den el poder a la gente con el que construir una nueva sociedad sin explotación y opresión” (“La revolución que necesitamos… La dirección que tenemos”, Revolución #170, 19 de julio de 2009, en revcom.us).
Nota de la redacción: Una buena parte de esta información sobre el bombardeo atómico de Estados Unidos a Hiroshima y Nagasaki es del artículo en inglés, “El bombardeo nuclear de Hiroshima y Nagasaki: No se trata solamente de la historia”, distribuido por el Servicio Noticioso Un Mundo Que Ganar, 2 de agosto de 2010.
¡DEJEN DE PENSAR COMO ESTADOUNIDENSES! |
1. Vea Larry Everest, “Los discursos de Obama en West Point y Oslo: Más tropas en Afganistán y conservando el dominio nuclear estadounidense… ¿Es éste el camino hacia la eliminación de los horrores de la guerra?”, Revolución en línea, 17 de enero de 2010, en revcom.us. [regresa]
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