Revolución #209, 15 de agosto de 2010
California: Ley contra matrimonios de gays sufre revés
El 4 de agosto un juez federal anuló la tristemente célebre Proposición 8, una iniciativa electoral reaccionaria aprobada en 2008 que declaró inconstitucional el matrimonio de personas del mismo género. El fallo declaró que todos los argumentos contra el matrimonio de gays eran “irracionales” y estaban basados en el perjuicio, y que lo inconstitucional era la Proposición 8. Esta victoria importante constituyó el primer fallo legal importante en las cortes federales de EE.UU. que defendió el matrimonio de gays. Una multitud de gente festejó en las calles esa noche en el distrito Castro en San Francisco.
La gente gay tiene un derecho fundamental a casarse. Negarles eso no sólo les quita la legitimidad de sus relaciones ante la ley, sino además quiere decir que se les prohíbe acceso a los derechos financieros, legales y sociales adquiridos por estar casado. Muchos tienen experiencias espeluznantes como consecuencia de habérsele negado el matrimonio. Una mujer le dijo a Revolución durante las protestas contra la Prop. 8: “Yo sé lo que te puede pasar si no tienes la igualdad matrimonial bajo la ley y no se te otorgan muchos de los derechos que se otorgan a los heterosexuales simplemente por estar casado. Sé lo que puede pasar en el hospital. Por ejemplo, mi pareja se está muriendo y no puedo entrar en la habitación. O mi primo en segundo grado, que no he visto en 20 años, puede llegar y quedarse con la casa que hemos construido con nuestras propias manos. No está bien, no es justo, y aun diría que es amoral”. La batalla por el matrimonio de gays ha llegado a ser un eje importante de la batalla contra la discriminación formal e informal, el rechazo social e incluso el asesinato, los cuales la gente gay en este país continúa confrontando.
El nuevo fallo federal llega tras años de lucha en que gente LGBT (lesbiana, gay, bisexual, transgénero) ha combatido contra la discriminación y opresión, ha alzado la voz y protestado y ha continuado haciéndolo ante el asalto poderoso de fundamentalistas derechistas. El 11 de octubre, cientos de miles marcharon en Washington, D.C., en la Marcha Nacional para la Igualdad. Aunque cinco estados y el Distrito de Columbia han legalizado el matrimonio de gays, otros han adoptado leyes que lo prohíben. En California, ha tenido lugar una batalla de subibaja. En las elecciones de noviembre de 2008, la Proposición 8 se aprobó después de esfuerzos enormes por parte de organizaciones cristianas derechistas. La iglesia Mormona por sí misma mandó a 25.000 organizadores a California. Mormones, católicos y evangélicos protestantes contribuyeron millones de dólares. El costo de la campaña para la Prop. 8 fue rebasado solamente por lo de la campaña nacional presidencial en esas elecciones. En los días tras la adopción de la Proposición 8, marcharon decenas de miles en protesta en San Francisco y Los Ángeles.
La Proposición 8 se asomó sólo seis meses después de que la corte suprema de California había declarado legal el matrimonio de gays en junio de 2008. Durante los meses cuando era legal, se casaron 18.000 parejas del mismo sexo, entre ellas parejas juntas por 30 años o más que han enfrentado la amenaza constante de violencia o incluso encarcelamiento simplemente por demostrar cariño en público. Cuando se legalizó el matrimonio de gays en el estado la primera vez, hubo grandes celebraciones en los palacios municipales por todo el estado. Amigos y extraños llevaron flores y festejaron el avance.
Cuando corrió la voz que el juez Vaughn Walker de la Corte de Distrito de EE.UU para el Norte de California había anulado la Proposición 8, una pareja en San Francisco se apuró al palacio municipal para casarse de inmediato, y mucha gente se reunió para apoyarlos. Pero, de manera cruel, los rechazaron. Por ahora, el matrimonio de gays en California está suspendido. Eso es totalmente inadmisible. Mantiene una situación intolerable.
Fuerzas poderosas de la clase dominante están impulsando el ataque contra el matrimonio de gays. Temen que otorgar reconocimiento legal y social al matrimonio de gays asestaría a este país un “golpe terrible”, como lo expuso un vocero de la Proposición 8. Ellos ven un país en crisis, presionado por muchos problemas sociales y políticos espinosos, y están convencidos de la necesidad de hacer valer forzosamente un núcleo ideológico reaccionario sólido, cimentado en la reafirmación forzosa de los valores familiares patriarcales tradicionales. La organización reaccionaria Mujeres Preocupadas por Estados Unidos lo explicó así tras el fallo del juez Walker: “El matrimonio entre un hombre y una mujer es la fundación de una sociedad estable y no puede ser reemplazado por ningún otra forma de convivencia”. Debemos responder: ¿Y qué CLASE de estabilidad se basa en la ignorancia, opresión y discriminación?
Mientras se apela ese fallo en las cortes más altas, es importante reconocer el papel importante de la gente LGBT y sus partidarios que se han atrevido a salir del clóset, se han negado a permanecer en las sombras y se han tomado las calles para exigir que el amor de personas del mismo sexo sea completamente válido y que su matrimonio sea plenamente reconocido. Están todavía por realizarse los próximos pasos de esta lucha, y se necesita más de esto, y con más determinación, de parte de todos que apoyan esta demanda básica y justa para el matrimonio de personas del mismo sexo.
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