Revolución #227, 20 de marzo de 2011
Discusión sobre la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto)
Presos debaten la sección "Las nacionalidades minoritarias y anteriormente oprimidas"
El Fondo de Literatura Revolucionaria para Presas y Presos (Fondo) remitió esta carta de un preso a Revolución
Estimado Fondo:
Recibí la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto) y ¡me alegraba estudiar este documento tan necesario! Siendo el caso que por todo Estados Unidos muchos hablan de revolución, es sorprendente que una constitución de esta clase no haya salido antes.
Tuve la oportunidad de leer el documento y también de repasar ciertos pasajes con mi grupo de estudio aquí en mi sección habitacional. Aunque mayormente todos estaban de acuerdo con la mayoría de los puntos, los presos latinos no estaban de acuerdo con dos puntos de la Constitución. Los presos negros y asiáticos están de acuerdo básicamente con todo, y yo leí y releí el documento tratando de encontrar una manera en que estos dos puntos se hubieran malinterpretado. Sin embargo, desafortunadamente yo tampoco estoy de acuerdo.
La sección en cuestión es el Artículo II Sección 3, "Las nacionalidades minoritarias y anteriormente oprimidas". Aunque la subsección A (2) sobre los afroamericanos está en lo correcto al decir en parte: "...existirá el derecho a la autodeterminación para los afroamericanos, hasta el derecho de separarse de la Nueva República Socialista en América del Norte", dicha garantía de la autodeterminación es crucial para forjar una sociedad revolucionaria.
El principio leninista de la autodeterminación para las nacionalidades oprimidas es por cierto un aspecto esencial de cualquier partido socialista y un partido que no tiene ese aspecto está condenado al fracaso desde un principio, porque la base de la revolución es, al fondo, la libertad.
La sección sobre los afroamericanos era buenísima. En contraste, la subsección B (2) sobre los méxico-americanos me vino como sorpresa, al menoscabar respecto a la postura correcta otorgada a los afroamericanos sobre la autodeterminación. La sección acerca de los méxico-americanos dice, en parte: "El gobierno de la Nueva República Socialista en América del Norte tratará la cuestión de si... se debería establecer, en partes de esta región, un país que esté separado de México así como de la Nueva República Socialista en América del Norte". En esta sección se les priva a los méxico-americanos de la libertad garantizada para los afroamericanos de votar en la legislatura, etc., sobre la secesión.
Al parecer, los méxico-americanos, o mejor dicho, su derecho a la autodeterminación y a la secesión si así desea la gente, se deja para que lo decida el gobierno de la Nueva República Socialista y no los propios mexicanos, como se estipuló para los afroamericanos. Nunca he leído la línea del PCR acerca de esta cuestión de que los africanos tienen el derecho de votar sobre la secesión, y los mexicanos e indígenas no. Esta postura me dio tristeza, pues no hay manera de justificar este trato disparejo y desigual de los oprimidos de este país. El derecho a la autodeterminación debe ser para todos, si estamos hablando históricamente con el propósito de determinar la historia de la opresión.
Los mexicanos y los indígenas han vivido en este continente por miles de años, han sido perseguidos y han sufrido el genocidio, y además el robo de sus tierras, las violaciones y el pillaje por más de 500 años. Si estamos decidiendo esta cuestión según los números, determinando cuáles son los grupos más numerosos que necesitarán territorios geográficos, es un hecho conocido que dentro de pocas décadas los latinos serán el mayor grupo oprimido en Estados Unidos, y quién sabe cómo serán los números en 100 años.
Creo que tales determinaciones son incorrectas y que todas las naciones oprimidas tienen el derecho a la autodeterminación. También creo que los mexicanos no deben recibir un trato ni derechos mejores en la Nueva República Socialista simplemente debido al papel histórico de su opresión, ni debido a los números. Tampoco creo que su trato y sus derechos deben ser peores. Hemos discutido y debatido esto aquí, y el consenso es que debe ser el caso que los mexicanos no forman un bloque importante de votantes dentro del PCR, porque es difícil imaginar que una cuestión tan vital como la autodeterminación no fuera lo suficientemente vital como para corregirla.
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La cuestión de devolverle ciertas partes del Sudoeste a México o de establecer una región autónoma o un gobierno separado es otro tema de discusión en mi grupo de estudio. Primero, hay que ver la naturaleza política de México. Actualmente todos podemos aceptar que México no es un país socialista. Al contrario, es una entidad corrupta y parasítica que por décadas ha reprimido y pisoteado los derechos de todos los ciudadanos mexicanos, además de querer ser el "amo" de los campesinos indígenas en el campo. Por lo tanto, devolverle a México parte del Sudoeste solo equivaldría a entregarle a más gente para explotar.
Debe haber, si las naciones mexicanas y latinas así lo deseen, una secesión del Sudoeste que sirviera como base de apoyo para otras luchas de liberación en el mundo, pero particularmente en Latinoamérica, pues es el lugar de origen de la mayoría de los pueblos del Sudoeste estadounidense. Por supuesto, si el pueblo mexicano prefiere unirse a la Nueva República Socialista, que así sea, pero esa debe ser la decisión del pueblo mexicano por medio de un voto en la legislatura como se ofreció al pueblo afroamericano, y como también se debe estipular para los indígenas estadounidenses.
Los indígenas de Estados Unidos han quedado encerrados en reservaciones tipo campo de concentración, pero la pura realidad es que los mexicanos, los afroamericanos, el PCR y todos los demás están parados sobre tierras indígenas. No debemos tratar de determinar lo que los indígenas deben hacer; al contrario, que se les dé la misma oportunidad de secesión si eso desean, y a los mexicanos también. Este es un asunto serio y por cierto es una línea divisoria, como descubrí al discutirlo con otros presos latinos.
¿Cómo podemos pedir que la gente apoye a la revolución o que apoye al PCR y que posiblemente enfrente horrores o la muerte, solo para descubrir tras la victoria que, aunque unas nacionalidades oprimidas están votando y consiguiendo su propio país, otras nacionalidades oprimidas tenemos que esperar a ver qué dice el Consejo Ejecutivo acerca de la posibilidad de que nosotros, que peleamos y quizás morimos en la lucha, también seamos liberados.
He tratado de encontrar la manera de ver esto de una forma distinta, pero desde cualquier ángulo que lo vea, me parece que no se puede permitir que los afroamericanos tengan el derecho de secesión, pero los méxico-americanos o los indígenas estadounidenses no. No veo la razón por qué el PCR no pudiera haber tratado de modo uniforme a los negros, mexicanos e indígenas para que haya igualdad para todos en determinar su futuro.
Quisiera ver la respuesta del PCR sobre esta cuestión. Muchas personas (incluidos los presos) pasan horas despiertas sobre esta cuestión luchando y dedicando esfuerzos a conseguir tal autodeterminación en una sociedad futura y tomando caminos que espero conduzcan a una vanguardia que asegure tal liberación.
Con nada de perder y un mundo para ganar,
P.D. Por favor, agradezcan a los que hicieron donaciones para que yo recibiera la Constitución.
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