Revolución #227, 20 de marzo de 2011
Revolución le entrevista a Raymond Lotta:
Los sucesos en Libia desde un punto de vista histórico... Muammar Qaddafi desde un punto de vista de clase... La cuestión de la dirección desde un punto de vista comunista
Revolución: Estamos conversando en momentos en que el régimen de Muammar Qaddafi responde al levantamiento en Libia con una fuerza brutal. En Egipto, Mubarak renunció presionado por la rebelión de masas y el obvio empujón de los militares. Así que una gran pregunta en la mente de todos es: ¿qué tienen de similar y de diferente los casos de Libia y Egipto?
Raymond Lotta: Este es un importante punto de partida para la discusión. El levantamiento en Libia es la expresión de un profundo descontento en la sociedad libia. Amplios sectores de la sociedad libia, inspirados por los sucesos de Túnez y Egipto, se han alzado contra un régimen opresivo. Y este levantamiento en Libia es parte de la oleada de rebelión que está recorriendo todo el Medio Oriente dominado por el imperialismo.
Sin embargo, al comparar los acontecimientos en Libia y los de Egipto, hay dos importantes diferencias.
Primero, en Libia se trata de una situación en que las intrigas imperialistas se entremezclan con una agitación de masas auténtica y justa. Eso crea una situación muy, muy complicada.
En Egipto, el levantamiento fue más que todo el producto del descontento de las masas contra un régimen títere de Estados Unidos. Pero el imperialismo estadounidense contaba con un núcleo, al interior de la estructura de mando y de dirección de las fuerzas armadas egipcias, que era de su confianza. Esas fuerzas armadas han recibido de Estados Unidos adiestramiento, dinero y equipo militar. Han sido el recurso más importante que tiene Estados Unidos para estabilizar la situación en Egipto a su favor. Me refiero a la capacidad de estabilizar la situación desde dentro del aparato estatal existente... para mantener a Egipto como un flanco crucial de la dominación estadounidense del Medio Oriente. Además, Estados Unidos tiene grandes intereses económicos directos en el país.
Bueno, cómo se terminará el levantamiento de Egipto no se ha escrito de ninguna manera. Siguen estallando protestas, la gente está debatiendo lo que se ha logrado y lo que no, y todo está muy fluido todavía. Pero lo que estoy diciendo es que el imperialismo estadounidense cuenta con una capacidad y recursos importantes dentro del país.
Así no es el caso en Libia. No existe ahí semejante aparato militar con vínculos muy estrechos con Estados Unidos. La estructura del estado libio, y aquí me refiero a los ministerios clave y sectores clave del aparato de seguridad, está resquebrajándose y está fragmentándose en respuesta al levantamiento y las presiones del imperialismo. Estados Unidos tampoco tiene la misma proporción de grandes propiedades económicas en Libia como tiene en Egipto.
Así que esto crea tanto una necesidad como una oportunidad para los imperialistas estadounidenses y de Europa occidental. Están tendiendo la mano y buscando reforzar las fuerzas de oposición en Libia que podrían ser el embrión de un régimen neocolonial totalmente nuevo... uno que sea un instrumento más acomodaticio para los intereses occidentales. Y no se puede descartar la posibilidad de que agentes imperialistas hayan ayudado a ciertas fuerzas de la oposición desde el principio de este levantamiento.
Así que, como dije, se trata de un levantamiento de masas auténtico y justo, pero al mismo tiempo existen elementos significativos de maniobras imperialistas. Esos son factores que tenemos que analizar y comprender más a fondo.
Revolución: Mencionaste que hay dos diferencias importantes.
Lotta: Sí. La segunda diferencia importante entre lo que está pasando en Libia y la agitación en otras partes del Medio Oriente, es el propio Qaddafi. Muammar Qaddafi no es lo mismo que Mubarak.
Sé que lo que digo no es la historia oficial del Departamento de Estado ni es la narrativa que presenta CNN acerca de un gobernante autocrático y loco... pero la verdad es que Qaddafi gozaba del apoyo popular cuando llegó al poder en 1969, en particular de sectores de la intelectualidad y de las clases profesionales y clases medias. Contaba con el apoyo de bases populares por muchos años.
Por tres décadas, mucha gente dentro y fuera de Libia veía a Qaddafi como un gobernante que defendía los verdaderos intereses nacionales de Libia... que se le hacía frente al imperialismo y a la ocupación israelí de Palestina.
Y el hecho es que... Qaddafi era por muchos años una espina que el imperialismo, en particular Estados Unidos, tenía clavada. No olvidemos que en 1986, Ronald Reagan lanzó ataques de cazabombarderos contra dos de las ciudades mayores de Libia, trató de asesinar a Gaddafi y mató a una de sus hijas en esos bombardeos.
Qaddafi no es lo mismo que el abiertamente servil Hosni Mubarak... aunque el régimen de Qaddafi nunca rompió con el imperialismo ni lo desafió de una manera fundamental.
Revolución: Con eso entramos en la historia de Libia y Qaddafi. Sería útil hablar de los antecedentes.
Lotta: Bueno, Libia no existía realmente como un estado unitario hasta después de la II Guerra Mundial. Obtuvo su independencia formal en 1951.
A finales de los 1500, los turcos del Imperio Otomano conquistaron las regiones costeras de lo que hoy es Libia. En 1910, el imperialismo italiano tomó medidas para colonizar la zona de Libia. Libia se sitúa estratégicamente en África del norte, junto al mar Mediterráneo. Cuando Italia llegó al festín imperialista, otras potencias imperialistas ya habían impuesto su presencia en la región. Los británicos dominaban a Egipto. Francia había colonizado a Argelia. De 1911 a 1943, Italia usó medios salvajes para consolidar su dominio en Libia. El historiador Abdullatif Ahmida describe la colonización de Libia como una de las más brutales del siglo 20.
Italia era parte del bando perdedor en la II Guerra Mundial. Tras la guerra, Estados Unidos y Gran Bretaña le dieron su apoyo a una monarquía constitucional pro-occidente en Libia, bajo el rey Idris. Este le permitió a Estados Unidos establecer la base aérea Wheelus. Se trataba de una de las mayores instalaciones militares de Estados Unidos en el extranjero... y se utilizaba para entrenamiento militar, pruebas de mísiles, y misiones de caza y de reconocimiento.
Revolución: Desde luego, Libia ha sido un gran productor de petróleo.
Lotta: En realidad, los grandes yacimientos petrolíferos de Libia se descubrieron en 1959. Las compañías estadounidenses y europeas pronto establecieron grandes operaciones productoras. El sector bancario creció rápidamente, en particular después de terminar la construcción de un oleoducto al mar Mediterráneo. Los ingresos provenientes del petróleo se dispararon durante la década de los 1960. Pero la mayor parte de los ingresos iba a las compañías petroleras extranjeras. Y la riqueza petrolera que regresaba a Libia... se concentraba en manos de una pequeña élite mercantil, bancaria y especuladora.
La pobreza seguía siendo generalizada. Y las oportunidades para que creciera una nueva clase media junta con la economía petrolera... eran limitadas. Así que aumentaba el resentimiento de las masas contra la monarquía de Idris.
Entró en juego también el impacto de los sucesos regionales y mundiales. En 1967, Israel atacó a Egipto y Siria con el apoyo de Estados Unidos. En Libia, los estudiantes, los intelectuales y los trabajadores organizaron acciones masivas y huelgas. También había protestas contra la guerra estadounidense de Vietnam. Esa agitación iba extendiéndose ante la total subordinación del gobierno libio al Occidente.
En los 1960, una oleada de luchas de liberación nacional, en Asia, Latinoamérica y África, azotaba al imperialismo, sacudiendo el orden internacional. Despertó a la resistencia a literalmente centenares de millones de personas en todo el mundo. Era un tiempo en que nacía un nuevo espíritu nacionalista, cuando las ideas de unidad árabe en contra del imperialismo echaban raíces. Era un tiempo en que la China revolucionaria estaba influenciando a diferentes fuerzas sociales y el marxismo-leninismo era una parte significativa del discurso ideológico. Pero el hecho de que Estados Unidos se encontraba bajo sitio de esa manera también creó oportunidades para muchas diferentes fuerzas de clase que el imperialismo había mantenido subordinadas. Estas veían nuevas posibilidades.
Revolución: Entonces eso preparó el escenario para Qaddafi.
Lotta: Sí. Qaddafi formaba parte de un grupo de jóvenes oficiales militares influenciados por las ideas del panarabismo y de reforma social de Gamal Nasser, el líder de Egipto. Qaddafi era de una tribu desértica pobre, y otros oficiales radicales venían de las clases bajas. Las fuerzas armadas eran una de las pocas instituciones de la sociedad libia que les daban alguna posibilidad de capacitación y movilidad social.
A esos oficiales jóvenes les indignaban la corrupción y la sumisión ciega del régimen en el poder. Se veían a sí mismos como los abanderados de una nueva Libia. Y en 1969, organizaron un golpe de estado contra el rey y formaron un nuevo gobierno de un organismo suyo que llamaron el Consejo de Mando Revolucionario.
Revolución: ¿Tal vez puedes hablar más sobre el programa de Qaddafi?
Lotta: Qaddafi argumentó que se había hecho trueques con la soberanía nacional de Libia, y que se había permitido que el capital extranjero dictara al pueblo libio. Acusó al viejo orden de despilfarrar los recursos petroleros del país y de hacer muy poco para aliviar el sufrimiento del pueblo.
Obligó a Estados Unidos a acelerar el plazo para cerrar la base aérea Wheelus. Tomó medidas para nacionalizar los bancos. Hizo que el gobierno recibiera una cantidad significativa de los ingresos provenientes del petróleo. Prometió desarrollar la agricultura y la industria, y en realidad destinó algunos fondos a estos sectores. Promulgó programas sociales en los 1970 que durante los próximos 20 años llevaron a mejoras concretas respecto al analfabetismo de las masas, las expectativas de vida y la vivienda. En esas acciones y políticas tenía apoyo popular.
Sin embargo, a pesar de la retórica antiimperialista de Qaddafi, todo este proyecto dependía de mantener y expandir una economía nacional basada en petróleo. Dependía de la continuada inserción de Libia en el sistema capitalista global... con su división del trabajo y sus relaciones internacionales de explotación.
Qaddafi dependía en alto grado de Europa occidental como mercado para el petróleo libio. Usó los ingresos provenientes del petróleo para comprar aviones franceses, para atraer capital manufacturero alemán e incluso para convertirse en inversionista importante en la mayor compañía automotriz de Italia. Se permitió que Italia, la antigua potencia colonial, continuara sus operaciones petroleras en Libia.
Revolución: Has hecho hincapié en la base económica del programa de Qaddafi, pero ¿qué otras dimensiones había en lo que estaba haciendo?
Lotta: Qaddafi aprovechó los ingresos provenientes del petróleo para reestructurar la sociedad. Estaba creando un sistema de bienestar público con ciertos rasgos políticos particulares. Estableció "comités populares" en el nivel vecindario para ampliar su apoyo político y canalizar hacia el régimen central las lealtades de las tribus y los clanes. Al mismo tiempo, prohibió los sindicatos, las organizaciones políticas independientes y la crítica del régimen en la prensa.
Con los ingresos del petróleo, construyó un gran aparato militar y de seguridad... tanto para reprimir cualquier oposición interna al régimen como para proteger a Libia como modelo político y fuerza regional en el Medio Oriente y en África.
Ideológicamente, el régimen de Qaddafi combinaba una sociedad benefactora y el panarabismo con valores retrógrados. El islam se convirtió en religión oficial del estado. Las mujeres tenían más oportunidades que antes, pero la ley patriarcal de sharia se convirtió en la base de los códigos legales-sociales. Qaddafi era anticomunista con vehemencia... y afirmó que estaba desarrollando una tercera vía entre el capitalismo y el comunismo.
En realidad, Qaddafi estaba creando un capitalismo de estado... que se basaba en los ingresos provenientes del petróleo y dependía del imperialismo mundial para mercados, tecnología, transporte y capital de inversión.
Revolución: Estás diciendo que no había nada de radicalismo auténtico en ese proyecto.
Lotta: Qaddafi estaba cambiando las cosas, pero dentro del marco existente de la dominación imperialista, las relaciones capitalistas de propiedad y una compleja red de lealtades tribales y divisiones regionales.
No había nada realmente transformativo en función de romper con el imperialismo. No había nada realmente transformativo en función de que las masas tienen el tipo de dirección y poder estatal radicalmente distinto que las capacitarían para rehacer la economía y la sociedad con un rumbo verdaderamente liberador.
Bob Avakian tiene una formulación muy incisiva acerca de las "tres alternativas" en el mundo. Bueno, estoy parafraseando, pero básicamente dice esto: La primera alternativa es dejar el mundo tal como es... lo que es totalmente inaceptable. O se puede hace algunos cambios en la distribución de la riqueza y en las formas del gobierno, pero dejar básicamente intactas las relaciones de producción explotadoras y las relaciones sociales opresivas en la sociedad y en el mundo. Esa es la segunda alternativa.
O, y esta es la tercera alternativa, se puede hacer una revolución auténtica. Una revolución que tiene el objetivo de transformar todas las relaciones de explotación, todas las instituciones opresivas, todas las relaciones sociales opresivas y todas las ideas y valores que esclavizan... una revolución para superar la propia división de la sociedad humana en clases. Esa tercera alternativa es la revolución proletaria mundial para llegar al comunismo.
El programa de Qaddafi, así como su modelo social y económico, corresponde a la segunda alternativa, que cambia algunos aspectos del estatu quo, pero mantiene como antes la esencia opresiva del orden social existente.
Revolución: La impresión que da el reportaje general sobre Qaddafi, la acusación que se hace, es que se trata de un "hombre fuerte" despiadado.
Lotta: Fíjese, esa noción del "hombre fuerte"... es un subterfugio para desviar la atención de la esencia, la esencia de clase, de las cosas. Esto es lo que el marxismo nos ayuda ver.
Fíjese, en esta etapa de la historia humana toda sociedad está dividida en clases. Los líderes no flotan en algún éter. Reflejan el punto de vista, los métodos y las aspiraciones de diferentes clases. Qaddafi y los oficiales militares que tomaron el poder en 1969, como describí antes... pues representaban y reflejaban el punto de vista de un sector radicalizado de la pequeña burguesía y de la burguesía nacional de una nación oprimida por el imperialismo.
Se sentían obstaculizados por la subyugación imperialista. Y desde su punto de vista de clase, el problema era que Libia salía malparada del trato. Querían que los mecanismos del mercado, que se basan en la explotación y la producción de ganancias, "funcionaran" de alguna manera para beneficiar a toda la nación. Tenían la ilusión de que pudieran arrebatar concesiones al imperialismo... y obligar al imperialismo a aceptar sus condiciones. Pero el hecho es esto: el capitalismo global opera de acuerdo a una lógica específica e impone sus normas sobre las sociedades y las economías.
Estas fuerzas burguesas nacionalistas afirmaban hablar por toda la nación. A su ver, sus intereses eran idénticos a los de todas las clases sociales de la nación. Pero en esas naciones existen clases dominantes y clases dominadas.
Fíjese, un lema de Qaddafi, creo que es de su llamado "Libro verde", era: "no asalariados, sino socios". En otras palabras, aquí se tiene un sistema basado en la ganancia y en la integración a los mercados capitalistas mundiales, pero de alguna manera se puede convertir a todos los ciudadanos en partes interesadas por igual. Eso era una retórica populista y también una ilusión.
Los trabajadores asalariados, o proletarios, no son dueños de ningún medio de producción. Para sobrevivir, tienen que vender su fuerza de trabajo a los que sí llevan el control de los medios de producción: los capitalistas. La clase capitalista explota a los trabajadores en el proceso de producción con el objetivo de obtener ganancias sobre una base en constante expansión. Cuando no es posible generar suficientes ganancias, echan a la calle a los trabajadores asalariados. La condición básica del trabajo asalariado es que lo domina el capital y está subordinado a la acumulación de capital. Existe un antagonismo fundamental entre los trabajadores y los capitalistas.
En Libia, el trabajo asalariado es parte de la base de la economía. En Libia hoy, el desempleo está al 20 por ciento. La realidad es que el trabajador asalariado no puede ser el "socio" del capital.
En lo político y en lo ideológico, esas fuerzas aspirantes a ser burguesía temían a las masas básicas... temían que las masas rebasaran su programa reformista de negociemos-un-trato-con-el-imperialismo. Así que procuraban controlar y contener a los de abajo.
Lo que quiero decir es: sean como sean las idiosincrasias de Qaddafi... si se quiere entender el programa de Qaddafi, hay que analizar los intereses de clase y el punto de vista de clase que él representa y cómo dichos intereses interactuaban con la situación mundial. Para dar otro ejemplo, se puede decir que Barack Obama es "tranquilo" y "sofisticado" o lo que sea, pero la realidad... es que él refleja los intereses explotadores y asesinos del imperio y la concepción del mundo de una clase dominante imperialista.
Revolución: Qaddafi ha logrado mantenerse en el poder por tanto tiempo y en verdad tuvo esa fama de radical.
Lotta: Es cierto. Cuando Qaddafi consolidó el poder a principios de los años 1970, el régimen tenía ciertos elementos a su favor en cuanto a la política mundial y la economía mundial. Para empezar, Estados Unidos se enfrentaba a la derrota en Vietnam y su poder económico global se estaba debilitando. Así que eso creó cierto espacio.
En segundo lugar, la Unión Soviética estaba desafiando a Estados Unidos en todo el mundo. Ahora bien, la Unión Soviética afirmaba ser socialista. Pero una nueva clase capitalista había derrocado al socialismo en la Unión Soviética a mediados de los años 1950. La Unión Soviética se convirtió en potencia social-imperialista. Para mediados de los 1970, contendían por tener influencia y control en diferentes partes del mundo. Una parte de su estrategia global era ganarse a regímenes títeres en zonas clave del tercer mundo. La Unión Soviética empezó a ofrecer ayuda económica, tratos sobre el petróleo y apoyo diplomático a regímenes como el de Qaddafi... y llegó a suministrar importantes cantidades de armas a Libia.
Había un tercer factor. Para finales de los 1960 y principios de los 1970, la industria petrolera mundial estaba cambiando. Las grandes compañías petroleras estaban entablando nuevas relaciones con los países productores del tercer mundo. Se permitía que el control formal de la producción pasara a manos de los gobiernos del tercer mundo y a sus compañías petroleras estatales. La dominación imperialista seguía ejerciéndose mediante su control del proceso de refinar el petróleo, la comercialización, la tecnología y la financiación. Pero los países productores ahora tenían más flexibilidad al nivel de producción... surgió el cártel de los productores del tercer mundo, la OPEP. Además, durante los 1970 el precio del petróleo estaba subiendo. Todos esos sucesos le resultaban ventajosos a Qaddafi.
Revolución: Así que todo eso le daba a Qaddafi más libertad de acción en la esfera económica y política.
Lotta: Sí... pero ¿para hacer qué? Es que las fuerzas burguesas nacionalistas como Qaddafi no estaban dispuestas ni eran capaces de dirigir a las masas a romper con el imperialismo y llevar adelante una revolución social liberadora. Como dije antes, se molestaban por el dominio del imperialismo, pero también temían a las masas. Otra vez, eso se debía a la naturaleza de clase de esos gobernantes: las relaciones del imperialismo los tenían sometidos, pero no podían ver más allá de un mundo en que ellos controlarían las relaciones explotadoras... en lugar de un mundo que habría eliminado la explotación.
Así que ahí estaba Qaddafi... afianzando su control del poder... regateando y haciendo chanchullos con el imperialismo... y procurando modernizar una economía petrolera subordinada a las normas de la producción capitalista mundial. Más del 95 por ciento de los ingresos por concepto de exportaciones de Libia provenían del petróleo, y en el decenio de 1973 a 1983, Libia llegó a ser uno de los tres principales países importadores de armas del tercer mundo. Eso era un desarrollo desequilibrado y dependiente.
Con el tiempo, mediante la evolución de estas fuerzas burguesas nacionales en el poder se constituyó el núcleo de una opresora élite burguesa en el poder, dependiente del imperialismo y ligada con él.
En el escenario internacional, Qaddafi criticaba a los regímenes árabes conservadores y se presentaba a sí mismo como el verdadero paladín de los derechos del pueblo palestino. Expresaba apoyo para la liberación africana. Su popularidad se debe en parte a eso.
Revolución: Durante los 1980, los imperialistas estadounidenses satanizaban a Qaddafi como un gobernante tipo perro rabioso.
Lotta: Sí, pero eso no se debía a lo represor del régimen ni al estilo de gobernar de Qaddafi. Es que Estados Unidos estaba apuntalando a regímenes títeres brutales y "déspotas tipo hombre fuerte" en Centroamérica, cuyas violaciones a los derechos humanos hacían que Qaddafi pareciera benévola en comparación. El problema de Qaddafi para los imperialistas estadounidenses era que tenía fuertes vínculos con el bloque soviético... era su indocilidad, pues apoyaba a ciertos movimientos y grupos radicales que pudieran beneficiar al bloque soviético en momentos en que la rivalidad entre los bloques encabezados por Estados Unidos y la Unión Soviética se encaminaba hacia una confrontación armada mundial.
Durante los 1980, Estados Unidos intensificaba sus vilipendios contra Qaddafi. Reagan incitó a aviones libios de manufactura soviética a trabarse en combates aéreos fuera de la costa de Libia y lanzó el ataque militar contra Libia que mencioné antes. Estados Unidos se puso a castigar al régimen con sanciones económicas y presiones diplomáticas. Las petroleras estadounidenses suspendieron operaciones.
Bueno, como he mencionado, Libia ha sido un importante proveedor de energéticos a Europa occidental. Esto creó tensiones entre Estados Unidos y los imperialistas de Europa occidental. Creo que hay evidencia sólida de que los ataques militares del gobierno de Reagan a Libia también tenían por objeto hacer que los imperialistas de Europa occidental se mantuvieran en el redil, en momentos en que se intensificaba la confrontación con el bloque social-imperialista soviético.
Presionada por Estados Unidos, la ONU impuso sanciones económicas sobre Libia. Estas medidas para aislar a Libia empezaron a causar estragos en la economía libia, y los descensos periódicos del precio mundial del petróleo también perjudicaron la economía. Además, la industria petrolera libia necesitaba modernización y nuevas inversiones.
Además, de 1989 a 1991, se derrumbaron la Unión Soviética y su bloque. Eso representó un cambio cualitativo en las relaciones internacionales, lo que le cortó las alas a gran parte del proyecto de Qaddafi. Ya no tenía ese respaldo de gran potencia. La desaparición de la Unión Soviética también le dio más libertad a Estados Unidos, y éste actuó para aprovechar esta libertad en el Medio Oriente y en otras partes del tercer mundo.
En esa nueva situación, Qaddafi empezó a cultivar lazos más fuertes con los imperialistas de Europa occidental. Para finales de los 1990, se habían normalizado las relaciones con Gran Bretaña. A Italia se le permitió tener más influencia en los sectores de petróleo y gas natural libios.
Revolución: Parece que la invasión estadounidense a Irak en 2003 constituyó otro punto de viraje también.
Lotta: Creo que eso es cierto. La invasión presionó más a Qaddafi: ¿sería Libia el siguiente país invadido? Qaddafi también se preocupaba por un posible desafío a su gobierno de parte de los fundamentalistas islámicos. Así que empezó a buscar un acercamiento a Estados Unidos. Tras el 11 de septiembre de 2001, el régimen de Qaddafi empezó a compartir inteligencia con Estados Unidos acerca de grupos similares a Al Qaeda. En 2004, Qaddafi anunció que iba a abandonar varios programas de armas nucleares y de otro tipo. Estados Unidos retiró a Libia de su lista de "estados terroristas". Qaddafi se convirtió en un aliado de valor en la guerra estadounidense contra el terrorismo. Bush les dio una luz verde a las petroleras estadounidenses para que firmaran nuevos contratos con Libia. Qaddafi empezó a privatizar ciertos sectores industriales.
Tengo que decir... a Qaddafi le cuesta trabajo contener su servilismo ante los imperialistas. El año pasado, firmó un acuerdo con Italia para sellar las rutas por las que pasaban los inmigrantes indocumentados africanos que querían pasar a Europa desde Libia. Eso fue feo. Qaddafi demandó un pago de miles de millones de dólares a cambio de patrullar las fronteras... y advirtió con un lenguaje racista de que Europa se volvería "negra" a menos que adoptara medidas más estrictas para hacer que los inmigrantes africanos dieran marcha atrás.
Este era el Qaddafi "rehabilitado" que se reunía con Hillary Clinton... el Qaddafi de quien la Escuela de Economía de Londres (London School of Economics) aceptaba cuantiosas donaciones... el Qaddafi al que los británicos ahora vendían armas. Los imperialistas le hallaron útil y "moldeable".
Fíjese, a principios de febrero de 2011 el Fondo Monetario Internacional publicó un informe sobre la economía libia y elogió al gobierno de Qaddafi por, en sus palabras, su "ambicioso programa de reformas" y sus "fuertes resultados macroeconómicos"... y "alentó" a las autoridades a seguir adelante en ese camino prometedor. ¡Qué elogio más grande, y recibido del FMI!
Pero ahora que les conviene, y lo hacen con descaro... ahora que les resulta posible usar el descontento de las masas para instaurar a un régimen "aún más moldeable", los imperialistas han regresado a la narrativa original de "Qaddafi el loco" y "Qaddafi el hombre fuerte".
Revolución: Ahora bien, volvamos a lo que está pasando en Libia en estos momentos y a algunos de las cuestiones y retos más grandes que se están presentando.
Lotta: Bueno, me he centrado mucho en la naturaleza de clase de Qaddafi y en el carácter socio-económico del modelo de desarrollo que el régimen de Qaddafi seguía. Esto es importante para captar cómo la situación se ha desarrollado y por qué un creciente número de personas se ha puesto en contra de Qaddafi y ese modelo.
A lo largo de la última década, la riqueza petrolera y las propiedades nacionalizadas se concentraban en manos de un círculo cada vez más reducido, incluida la familia extendida de Qaddafi... y una proporción cada vez mayor de esa riqueza se invertía en el extranjero.
El régimen no toleraba ninguna crítica. La generalización de la censura llegó a ser cada vez más insoportable en momentos en que la gente buscaba medios de expresarse. Arrestaba a los disidentes. Había sed de tener una vida política fuera de las estructuras oficiales. Los llamados "consejos populares" estaban en gran parte desacreditados, pues se habían convertido en brazos del sistema de prebendas y herramientas de las redes de vigilancia. Había sed de diversidad cultural; hasta hace poco, estaba prohibido enseñar idiomas de otros países en las escuelas. En los últimos años los servicios de salud se han deteriorado. El desempleo ha aumentado.
La respuesta de Qaddafi ha sido lanzar una mayor represión... mientras trata de vigorizar la economía mediante inyecciones de capital occidental. Una de las paradojas de los últimos años es que cuando se suspendieron las sanciones económicas y amainó la sensación de estar bajo sitio, los llamamientos antiimperialistas y nacionalistas de Qaddafi ya no tenían la misma resonancia. Su "brillo" militante se había desgastado... la lealtad que antes había inspirado estaba esfumándose.
Revolución: Y luego los levantamientos en Túnez y en Egipto encendieron la mecha.
Lotta: Sí. Y mientras hacemos esta entrevista, en la situación en Libia existe confusión y corre la sangre. Qaddafi anunció su intención de luchar hasta el final para mantenerse en el poder. En estos momentos el gobierno central controla a Trípoli y las regiones occidentales del país, mientras las fuerzas de oposición se han apoderado de la región oriental. Algunos ministros y militares se han pasado a la oposición y son parte del núcleo de un nuevo gobierno en formación.
Algunas figuras de este "consejo de gobierno nacional interino" les están pidiendo ayuda a los países occidentales en la forma de ataques aéreos. Ésta es una demanda reaccionaria que representa una postura pro imperialista cobarde. Tal demanda no corresponde a los intereses del pueblo libio, que ha sufrido mucho tiempo bajo la dominación imperial.
Algo que tener en mente es que este es el primer levantamiento de la región que ha trastocado la producción del petróleo. Libia tiene las mayores reservas probadas de petróleo de todos los países africanos y suministra a Europa una proporción importante de sus necesidades petroleras. Así que este factor también influencia los cálculos imperialistas. Éstos usan el pretexto de "preocupaciones humanitarias" como cuña ideológica para una posible intervención militar.
Revolución: Así que eso subraya la naturaleza compleja de lo que está pasando.
Lotta: Sí. Algo que hay que recalcar aquí, mirando la situación en Libia y la lucha que continúa en Egipto, es que la noción de movimientos "sin líderes"... es falsa y muy dañina. Muchas personas progresistas y de ideas radicales quisieran pensar que se puede desistir de tener dirección. Pero alguna dirección está imponiéndose en la sociedad y en el mundo, inclusive sobre estas mismas personas.
En Libia, al igual que en Egipto, diferentes fuerzas de clase y diferentes fuerzas sociales están en el escenario. Llevan a la lucha sus propios intereses y sus propios puntos de vista... y varias fuerzas están disputándose la dirección y están tratando de encaminar a estos movimientos hacia rumbos particulares.
Fíjese, se están reuniendo abogados en el este de Libia que quieren reestablecer la vieja constitución de 1952, que servía a un orden socio-político decrépito. Se han lanzado a la calle médicos, profesores de universidad, estudiantes, jóvenes descontentos y trabajadores... bueno, éstos son una parte de una efervescencia más amplia en la cual líderes tribales reaccionarios, ex ministros del gobierno y coroneles pujan por posiciones y por la dirección. Algunas personas ahí quieren arreglar cuentas pendientes. Hay jóvenes que están planteando el lema de "no al tribalismo y no al fraccionalismo." Y en este torbellino, los imperialistas están maniobrando.
Diferentes fuerzas de clases están proponiendo liderazgos, programas y proyectos que corresponden a sus intereses. Y diferentes sectores de la sociedad están buscando dirección.
Lo que quiero decir es: no se trata de tener dirección o no tener dirección. No, de lo que se trata es: ¿qué clase de dirección? ¿Al servicio de qué objetivos? ¿Qué métodos usa para lograr esos objetivos? Pues donde no exista una dirección verdaderamente revolucionaria y comunista, la historia ha demostrado una y otra vez que las masas salen perdiendo... los más duramente oprimidos y explotados... que anhelan y necesitan más desesperadamente un cambio fundamental... éstos resultan excluidos y traicionados.
En su declaración reciente acerca de Egipto, Bob Avakian habla muy poderosamente sobre estas cuestiones, y quiero leer una parte. Dice: "Cuando el pueblo… de millones de personas, por fin rompa con las trabas que han estado impidiendo que se levante contra sus opresores y atormentadores, en ese momento el que su lucha y sacrificios heroicos lleven a un cambio fundamental serio o no, avance a la abolición de toda explotación y opresión o no, dependerá de si existe una dirección, una dirección comunista, o no, que tenga la necesaria comprensión y método científicos y sobre esa base, pueda desarrollar el necesario enfoque estratégico y la influencia y lazos organizados entre un creciente número de personas, a fin de dirigir el levantamiento del pueblo en medio de todas las curvas, giros y vaivenes, hacia la meta de una transformación revolucionaria real de la sociedad, en concordancia con los intereses fundamentales del pueblo".
Sin embargo, y con esto vuelvo una vez más a las cuestiones de clase: para hacer la clase de revolución que realmente pueda emancipar a toda la humanidad, es necesario capacitar a los sectores básicos del pueblo para ser la columna vertebral y fuerza motriz de la transformación revolucionaria y para ser los emancipadores conscientes de toda la humanidad. Es necesario tener una dirección capaz de hacer esto.
Por ende, es posible sacar lecciones importantes de lo que está pasando. Hay grandes retos que aceptar. Y como Avakian también ha enfatizado, el futuro está por escribirse.
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