Revolución #238, 3 de julio de 2011
Chicago: ¡Justicia para Flint Farmer! ¡Acusen a los policías que lo asesinaron!
De unos lectores:
El 7 de junio, a la 1:30 a.m., la policía de Chicago le pegó múltiples tiros a Flint Farmer de 29 años y lo mató. El vocero de la familia Flint dejó una cosa muy clara al hablar a la prensa: “¡Fue un asesinato!” Rodeado de una multitud que incluyó a familiares y amigos de Flint, activistas contra la brutalidad policial y revolucionarios, dijo que “no fue un accidente” y que la gente no dejaría que lo encubran.
Los testigos oyeron muchos disparos, uno tras otro. El Chicago Tribune informó lo siguiente: “Los oficiales se dieron cuenta de que el objeto [que tenía en la mano Flint Farmer] era un celular, según fuentes policiales”. Dejaron su cuerpo tendido en un charco de sangre de la 1:30 a.m. a las 5:00 a.m. antes de llevárselo en un coche patrulla. Ni siquiera una ambulancia sino ¡un coche patrulla! Durante todas esas horas, obligaron a la familia a quedarse a una distancia de media cuadra sin poder acercarse al cuerpo mientras que los policías les lanzaban y algunos se pavonearon sonriendo y riéndose.
La familia no tenía acceso a la autopsia oficial. Se tomaron fotos en la funeraria, y los familiares que vieron las fotos las describieron: le pegaron tiros a Flint por la nuca, la espalda justo debajo del hombro, la parte atrás de la pierna, el pecho, el abdomen, el muslo y la mano.
Según un familiar, la policía llegó por una llamada de abuso doméstico. Flint salió de la casa por la puerta de atrás mientras llegaba la policía al frente de la casa. Unos días después del asesinato, uno de los familiares leyó una cita de Lo BAsico (2:16) la cual se difundía y se estaba exhibiendo en el vecindario. En la cita, Bob Avakian trata el asesinato en 1998 de Tyisha Miller, una afroamericana de 19 años, de parte de la policía de Riverside, California. Miller había desmayado en su coche y, según la policía, despertó de repente y tenía un arma; la policía le disparó 23 tiros: “Si esa es su manera de manejar la situación, ¡que se vayan al carajo! Que se larguen, que se vayan al carajo, que se quiten de la faz de la tierra y dejen en paz a las masas, porque es obvio que hay mil maneras de manejar esa situación que hubieran sido mucho mejores. Y francamente, si nosotros tuviéramos el poder del estado y ocurriera algo así, habríamos preferido que un policía del pueblo diera la vida primero, antes de matar sin sentido a uno de las masas. Así actúan los verdaderos servidores del pueblo...”. El familiar reflexionó sobre la cita y dijo que podían haber manejado la situación con Flint en muchas otras maneras con mejores resultados.
En los siguientes días, hablamos con gente del vecindario. Muchos describieron la brutalidad y hostigamiento de la policía a diario. Un hombre nos dijo que una vez estaba sentado en su furgoneta con unos amigos, nada más pasando el tiempo, cuando se les vino la policía y obligó a los jóvenes a bajarse de la furgoneta. Adentro, los policías encontraron ropa lavada y una botella de whisky sin abrir. Echaron la ropa al suelo, abrieron la botella y vertió el whisky en la furgoneta y luego hizo que fuera remolcada. Al hombre le costó mil dólares en total recuperar su vehículo.
El día después del asesinato de Flint, conocimos por primera vez a su familia mientras estábamos de visita en la ofrenda que la gente había montado en el lugar del asesinato. Traíamos una pancarta de “Vidas Robadas” con veinte fotos de las muchas personas asesinadas por la policía sólo en Chicago entre 2007 y 2010. Los familiares nos ayudaron a colgarla detrás de la ofrenda. Al ver la pancarta, la gente que iba en coche se detuvo, y algunos se bajaron y se acercaron. Algunos conocían a las personas en las imágenes. Dos hablaron de Matthias Mayhorn, que la policía asesinó a solamente unas cuadras desde donde Flint fue asesinado.
Muchas veces, el miércoles y el viernes, en una reunión conmemorativa pública de unas 50 personas en el lugar de los hechos, nos referimos a las citas en Lo BAsico sobre el papel de la policía, la violencia entre la gente y otros temas cruciales. Hablamos de nuestro lema, “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”. Hablamos con la gente acerca de nuestras ideas sobre cómo forjar una resistencia en contra de la brutalidad policial, sobre la lucha por justicia para Flint y sobre muchos otros temas como parte de construir un movimiento para la revolución.
El lunes 13 de junio, tuvo lugar otra vigilia/mitin para exigir “Justicia para Flint Farmer” y para que acusen por homicidio a los policías que lo mataron.
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