Revolución #242, 14 de agosto de 2011
Asesinos desmanes de la policía de Chicago: 42 personas baleadas
Decimos: ¡BASTA YA!
Trece. Acababa de graduarse del 6º grado. Trece. Un niño que pasa a la adolescencia. Trece. Un divertido tiempo de verano con la familia y amigos. Trece. Una noche en el barrio, fuera del bárbaro calor del día.
Trece. Baleado ocho veces por la policía de Chicago. Trece. Esposado de los tobillos a una cama de hospital. Trece. Despertar adolorido para ver a un policía ahí 24/7, mientras pasaba todo el tiempo recuperándose de los disparos. Trece. Interrogado por la policía en un cuarto del hospital sin la presencia de sus padres ni un abogado. Trece. Acusado de graves delitos porque la policía lo baleó.
Emmett Till tenía 13 años cuando viajó de Chicago a Money, Misisipí donde lo golpearon y mataron a balazos unos racistas blancos meramente por estar lleno de vida. Eso pasó en el año 1955. Emmett Till vivió en la era del Jim Crow. Fueron los tiempos del terror del Ku Klux Klan cuando las personas negras eran ciudadanos de segunda clase por ley. Si usted era negro, era forzado a sentarse atrás del bus, no se le permitía usar los servicios públicos para blancos como las salas de espera de autobuses, piscinas o hasta playas.
Jimmell Cannon tenía trece años cuando la policía de Chicago lo balaceó meramente por estar lleno de vida. Jimmell estaba asistiendo a una fiesta de cumpleaños de un primo con familiares cuando entró en escena la policía diciendo que Jimmell tenía un arma y lo balearon ocho veces. Jimmell Cannon vive en la era del Nuevo Jim Crow. Son tiempos de brutalidad y asesinato policiales, la sistemática criminalización y encarcelación en masa y la discriminación legalizada contra aquellos que logran salir de prisión (y sus familias) en los trabajos, en vivienda y en miles de otras formas. Esta es la cara de la opresión hoy de millones de personas negras.
Jimmell Cannon, y Joe Banks de 21 años de edad, fueron baleados por la policía en el oeste de Chicago el día DESPUÉS de que la primera plana entera del Chicago Sun Times ardía el 24 de julio de que la policía de Chicago había baleado a más de 40 personas en 2011 (“DISPARAN LAS BALACERAS DE PARTE DE LA POLICÍA, PERO ¿POR QUÉ?”).
Esta era la primera vez que se dio a conocer ampliamente que la policía estaba baleando a las personas al doble del ritmo del año anterior. El nuevo alcalde y el antiguo jefe del personal para el presidente Barack Obama, Rahm Emanuel, ni decía nada. Su nuevo jefe de la policía escogido por dedazo se tomó la radio y televisión para proclamar que todos los disparos fueron justificados, afirmando que todas las víctimas eran unos criminales que “sacan sus armas y tirotean a la policía… con descarada indiferencia”. Esas son GRANDES mentiras. Según los testigos presenciales, Jimmell tenía las manos arriba y no tenía ningún arma. Más tarde, la policía afirmó que Jimmell tenía una pistola de balines. Las balas que hirieron a Jimmell demuestran que lo balearon en las manos abiertas. Las heridas en la parte de atrás del hombro y en la pierna confirman que tenía la espalda hacia la policía como lo dijo el testigo… que para nada es una posición amenazadora.
El nuevo jefe de la policía, Garry McCarthy, salió del departamento de policía de Newark, Nueva Jersey la pasada primavera cuando la Unión de Libertades Civiles de los Estados Unidos (ACLU) logró obligar al Departamento de Justicia a investigar el uso de fuerza excesiva de parte de la policía de Newark, prácticas discriminatorias de los oficiales y un trato pobre a los detenidos. La ACLU había recogido evidencia de la mala conducta generalizada de la policía. Garry McCarthy también es un defensor de la teoría policial llamada “la ventana rota”. Su esencia es que si una comunidad “permite” (¡!) que el descuido tal como se evidencia en ventanas rotas, grafitis o carros abandonados, no tardará mucho tiempo antes de que llegue la delincuencia fuerte.
La versión del Departamento de Policía de Chicago de “la ventana rota”: la policía recibe una queja de que alguien está disparando contra las ventanas de una escuela con un arma de balines. La policía aparece en la escena y procede a disparar con descarada indiferencia, dándole ocho veces a Jimmell Cannon, y de ahí lo acusan del delito grave de daños en propiedad ajena.
Para colmo, el jefe de la policía justifica los disparos, echando la culpa a las víctimas, con la pregunta: “¿Por qué correr?” Piense en eso. ¿Desde cuándo tiene la policía el derecho legal de disparar a una persona que no le está perjudicando a nadie y que está tratando de salir de una zona, especialmente si es aparecerte que está ocurriendo ahí algo malo? No existe tal ley.
¿Qué revela esto acerca del terror policial en las comunidades oprimidas? La práctica es tan común que cuando Revolución les pregunta a los jóvenes en los vecindarios de las minorías de Chicago al respecto, éstos responden que existe una ley que estipula que, si alguien corre a fin de alejarse de la policía, ésta puede abrir fuego en su contra.
Como dijo Bob Avakian: “El papel de la policía no es de servir y proteger a la gente, es para servir y proteger el sistema que gobierna sobre la gente. De reforzar las relaciones de explotación y opresión, las condiciones de pobreza, miseria y degradación que el sistema ha impuesto sobre la gente y está determinado a mantenerla allí. La ley y el orden que representa la policía con toda su brutalidad y asesinato es la ley y el orden que refuerza toda esta opresión y locura. (Lo BAsico 1:24)
Genocidio por la policía
Desde que salió a la luz la magnitud de las balaceras de la policía contra la gente, seguida de la balacera de la policía contra un muchacho de 13 años y a otro joven no armado, la policía ha lanzado una ofensiva para azuzar el apoyo reaccionario y muy visible para el Departamento de Policía. Los medios traen un montón de noticias de homenajes a la memoria de los policías caídos del Departamento de Policía. Un anual “Paseo para Recordarlos” creció de unos pocos cientos de personas en 2010 a un desfile de más de mil motociclistas por el malecón a la orilla del lago Michigan en el presente, en una muestra de apoyo a la policía.
El blog policial “SecondCityCop” es muy popular entre los policías y los que los apoyan incondicionalmente. Se ha nominado como uno de los 50 mejores blogs policiales en Estados Unidos. Al menos un policía en servicio activo participa en su redacción. Recientemente, el Chicago Sun Times publicó una columna de un miembro de su junta editorial que dice que, como mínimo, la policía debería expresar un poco de arrepentimiento por haber baleado a un chico de 13 años. El blog SecondCityCop respondió, tildando al Sun Times el “Times del Ghetto” y diciendo “¿Expresar arrepentimiento? ¿Por qué? ¿Por seguir los Órdenes del Departamento? ¿Por seguir los Estatutos de Illinois? ¿Por criar un pandillero en miniatura de mierda y futura sanguijuela para toda la sociedad? Ah, espere, eso deberían referirse al padre(s) que deberían expresar arrepentimiento en ese ejemplo... ¿Hay alguien que nos puede explicar por qué la policía tiene que expresar arrepentimiento?”
La cosa va de mal en peor. En respuesta a la preocupación del columnista de que la falta de respeto de parte de la policía pondrá distanciar entre ésta y toda la comunidad negra, el policía de Chicago escribe: “Bueno, cuesta trabajo ‘respetar’ a una comunidad que elogia al delincuente y se niega a aceptar la responsabilidad de las acciones de la prole que ha producido y que no ha criado según las normas de una sociedad civilizada. Piensen en eso y luego vuelvan para hablar, tal vez en unos treinta o cuarenta años. En ese momento, Jimmell estará terminando su sexta o séptima condena en prisión”.
Cualquiera que conozca la historia de la Alemania nazi y la lógica que condujo al exterminio de millones de judíos debe reconocer que dicho argumento refleja la misma mentalidad. O cualquiera que recuerde y crea que dicho argumento suene a Vietnam, tiene razón. Deshumanizaron a los vietnamitas, llamándolos “gooks” y matándolos con descarada indiferencia. O ahora en Irak, donde tachan de “rag-heads” [cabeza de trapos] a los iraquíes, matan a familias enteras en retenes y bombardean a fiestas de boda. Suena igual porque en lo fundamental es la misma mentalidad esencial de una fuerza militar ocupante que considera a la sociedad que está ocupando como el enemigo.
El hecho de que un policía chicagoense en servicio activo puede ostentar tales ideas racistas y genocidas en un blog policial popular y no ser objeto de una suspensión, despido ni ninguna forma de disciplina dice mucho del papel de la policía.
Es suficiente — Decimos: ¡Basta ya!
Luchar contra el poder, y transformar
al pueblo, para la revolución
La gente de unos barrios donde la policía se ha desbocado le ha informado a Revolución que las Patrullas Barriales del Pueblo habían estado asomándose con frecuencia. Estas patrullas, de manera organizada y disciplinada, presencian, denuncian y hacen frente a todas las acciones ilegales de la policía contra el pueblo.
Esto es una cosa importante que hay que apoyar.
La gente está encontrando las formas de ponerse de pie. Se ha convocado a manifestaciones de inmediato cuando la policía ha baleado a alguien. Los revolucionarios han participado ahí así como en ruedas de prensa y al pedido de familiares han llevado banderas de Vidas Robadas fuera de los entierros. En Chicago, se distribuyeron por todas partes miles de copias de un volante del Partido Comunista Revolucionario (Chicago). (Se puede conseguir el volante en línea en revcom.us.) Como se dice en el volante: “YA ES HORA DE DESPERTARNOS. Los días en que este sistema simplemente puede seguir haciendo lo que le hace a la gente en este país y en todo el mundo... en que la gente no tiene la inspiración ni la organización para hacerle frente a estas barbaridades y acumular las fuerzas para poner fin a esta locura... esos días deben TERMINAR. Y esto SE PUEDE hacer”.
Como parte de luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución... los revolucionarios están distribuyendo el periódico Revolución y construyendo organización alrededor del mismo. Es necesario que mucha más gente sea parte del movimiento para la revolución que estamos forjando. En diferentes vecindarios, los revolucionarios hacen trabajo para hallar a personas y lugares (iglesias/tiendas) dispuestos a recibir el periódico Revolución cada semana para formar una red por toda la ciudad. Mientras tanto, los policías han estado tratando de intimidar a la gente por simplemente tener el periódico. Los amigos y familiares de un hombre joven muerto en junio informaron que los policías exigieron saber de dónde consiguieron sus ejemplares de Revolución. Además, se informa que los jóvenes se han burlado de los policías que los hostigaban por tener un periódico comunista: “Somos comunistas, ¿y qué?”
El 22 de octubre, el Día Nacional de Protesta para Parar la Brutalidad Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación augura un día en que tiene que haber un torrente de resistencia amplia y decidida por todo el país contra la brutalidad y asesinato policiales, la tortura de presos, el encarcelamiento en masa y la criminalización de una generación y contra el auge de represión contra aquellos que se atreven a alzar la voz contra este sistema. ¡La gente debe unirse y ponerse de pie para parar estas atrocidades! “¡Es suficiente — Basta ya!”
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