Revolución #242, 14 de agosto de 2011
Unas escenas de la Marcha de Orgullo de Nueva York
De un lector:
El domingo 26 de junio, pasaba algunas horas en una esquina de Midtown, absorto en la escena de la Marcha de Orgullo de Nueva York y hablando a aquellos quienes se presentaban en la ruta. Al acercarse la noche, podía ir por un corto tiempo al West Village, donde muchos jóvenes gay y lesbianas estaban pasando el tiempo.
Quisiera escribir y enviar unas escenas e impresiones cortas del día.
Tenía una clara impresión de que había allí un espíritu de comunidad, amistad y amor en buena parte de la escena del día. Había muchos jóvenes en ambos lugares, y muchos jóvenes de color tenían puestas corbatas y banderas del arco iris. Las parejas gay y lesbianas se tomaban de la mano o se besaban. Veía muchas sonrisas y gentes bromeándose.
El desfile incluyó a varios grupos de jóvenes bailando y en un par de ocasiones, vi a jóvenes quienes observaban el desfile pero quienes también se echaron a bailar. Le pregunté a una mujer de color de 23 años de edad lo que pensaba de las festividades.
“¿Fuera del hecho de que es asombroso?”, me contestó. “Hay en el aire tanto amor, tanta paz y felicidad. Me encanta”.
Una lesbiana de 24 años de edad de Missouri quien había venido a Nueva York para el desfile dijo que se había asombrado por el tamaño de la muchedumbre (según la estación de TV neoyorquina NY-1, había más de un millón de personas en el desfile entre aquellos que participaban y aquellos que meramente lo observaban).
Agregó: “Me hace sentir muy orgullosa no ser heterosexual”.
En el desfile, así como en mis conversaciones, las personas expresaban entusiasmo y optimismo sobre la legalización anteriormente durante aquella semana del matrimonio del mismo sexo. Varias dijeron que esperaban que otros estados hicieran lo mismo.
“Me imagino que se trata de un sentido de alegría, un sentido de liberación para las personas LGBT”, dijo una mujer bisexual de color cuando le pedí su reacción a las noticias.
“Una razón importante de por qué he venido es que creía que es un momento importante en la historia”, me dijo un estudiante de la Universidad de Yale.
Agregó que sentía que había mucha actividad hoy sobre el asunto de derechos para los gays. “Yo tengo la impresión que se trata de un momento cuando realmente se están operando cambios”, dijo. “Cualquier persona que no creyera en un cierto grado de igualdad meramente parece muy atrasada, y desconectada, especialmente de la nueva generación”.
Inmediatamente después de lo dicho, le pregunté dónde pensaba que estaba su generación en la política.
“Muy frecuentemente me he encontrado en estado de frustración con el sentido de autosatisfacción de mi generación hacia varios asuntos”, me contestó. “Pero creo que la igualdad de género y el respecto por todas las preferencias sexuales parecen como uno de los asuntos que definen mi generación”. El estudiante citaba la influencia que han tenido sobre sus hijos los padres quienes alcanzaban la mayoría de edad en la década de los 60, así como el hecho de que el asunto de derechos de los gays se ha vuelto un gran tópico de conversación en la cultura popular, como dos factores que han contribuido a que éste sea uno de los asuntos que definen su generación.
Una contradicción aguda expresada en el desfile es que, como se discutió en el #239 de Revolución (“Se legaliza el matrimonio de gays y lesbianas en Nueva York: Celebraciones en la calle con justeza y júbilo”), es muy importante que las personas LGBT tengan el derecho al matrimonio, y además muchos otros derechos y beneficios que los acompañan en esta sociedad, y la negación de aquel derecho básico constituye una vil manera en que la gente LGBT es víctima de persecución, marginación y tratos de ciudadanos de segunda clase; por esta razón la legalización de matrimonio del mismo sexo en Nueva York es definitivamente algo que hay que celebrar. Sin embargo, una forma que tomó esta celebración en el desfile fue la de celebrar al gobernador del estado Andrew Cuomo, un representante político de este sistema capitalista imperialista quien, cabe señalar, no renunció a la descripción de su trabajo cuando puso el matrimonio del mismo sexo en vigor. Mucha gente en el desfile tenía letreros con la inscripción “Gracias al gobernador Cuomo/Promesa Cumplida”, y el New York Times reportó que Cuomo fue objeto de ovaciones fuertes. Yo creo que eso indica algo con que los revolucionarios y otros interesados en los cambios radicales tienen que bregar: la ilusión de que la legalización de matrimonio del mismo sexo en Nueva York muestra que “el sistema sí funciona” o “el sistema funcionó” en oposición a que “el sistema se vio forzado a hacer una concesión importante”. Otros representantes de la clase dominante quienes también marchaban en el desfile incluyeron al alcalde de la Ciudad De Nueva York, Michael Bloomberg y el senador neoyorquino Chuck Schumer.
He aquí algunos letreros, banderas y otras cosas visuales que vi durante el desfile, que creo que, en su totalidad, ilustran la amplitud, complejidad y contradicciones dentro del desfile:
“Voy tu Proposición 8 y te subo Nueva York” (la Proposición 8 es la disposición que prohíbe el matrimonio del mismo sexo en California)… Una combinación de la bandera estadounidense y el arco iris… “El futuro es tan brillante”… “Alto a los crímenes de odio”… “Así se ve un bisexual”… “2012: Estoy adentro”….Un letrero que denunciaba el asalto de la policía neoyorquina contra un bar gay de Manhattan aproximadamente al mismo tiempo que la aprobación de la ley de matrimonio del mismo sexo… “Juntos 8 años: Por fin, comprometidos”… “El amor hace una familia”… “Sal del clóset, vale la pena, tú puedes hacerlo”… “Líder de muchachos exploradores de 84 años de edad expulsado por ser gay” (un joven por la ruta del desfile, al observar este letrero, dijo fuerte: “¡Te amamos! ¡Yo fui un muchacho explorador!)…Varias personas vestidas de marinero rodeadas de banderas estadounidenses y del arco iris… Dos hombres con un letrero que se lee: “Comprometidos por 30 años. Casémonos”… “Piensa más allá del matrimonio”… “Walmart: Nunca vas a tener el amor nuestro”… “2 papás/30 años/2 hijos/1 hipoteca/1 matrimonio/Yo amo a Nueva York”… “Familias LGBT por la reforma migratoria”… Un contingente con banderas israelíes y del arco iris… “Sí podemos ponerle fin al SIDA”… “Queers contra el apartheid israelí”… “Bulldykes, y no ataques de misiles”… “Gay y descarado por Cristo”… “Cristiano casado heterosexual por la igualdad de derechos”… “Héroe gay, libertad para Bradley Manning.”
Durante el desfile y durante la semana pasada en general, me he encontrado pensando mucho acerca la siguiente cita de Bob Avakian, que creo que es realmente importante considerar, estudiar y llevar a la gente (y también creo es importante pensar en el hecho de que esta cita viene del capítulo “Haciendo la revolución” de Lo BAsico):
“También necesitamos estar conscientes del potencial positivo —que en importantes formas, ‘subvierte el sistema’— de la afirmación de la ‘identidad’ gay y los derechos de los gays, aunque haya contradicciones muy reales en todo esto, incluyendo la ‘política de identidad’ con la tendencia a una perspectiva reducida y también las influencias conservadoras relacionadas al matrimonio tradicional y asimismo, la campaña para que los gays puedan servir en el ejército imperialista al ser abiertamente gay. A pesar de todo eso, en su aspecto principal esto tiene que tener y puede tener en una medida aún más grande un efecto muy positivo ‘de subvertir el sistema’. Ésta es una contradicción que en la sociedad en general ‘ha salido del closet’. Es posible que vuelvan a meterla al closet y a la clandestinidad, no solamente con la afirmación más fuerte del tipo de movimiento fascista que fuerzas poderosas de la clase dominante están apoyando y fomentado en este período, sino con el ascenso concreto de una forma fascista de dictadura burguesa. Pero no será fácil suprimir la lucha contra la opresión de la gente gay. Necesitamos entender el potencial de esto también y la necesidad de tratarlo correctamente, para fomentar un mayor desarrollo de su potencial positivo y de su contribución al movimiento para la revolución” (Lo BAsico, 3:25).
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