Revolución #274, 8 de julio de 2012
A la memoria de la camarada Azar
El mundo ha perdido a una valorada luchadora tenaz en la causa de la emancipación de toda la humanidad. El 25 de mayo, Azar Derakhshan, una destacada militante del Partido Comunista de Irán (Marxista-Leninista-Maoísta) perdió su batalla de 11 años contra el cáncer y murió a la edad de 53 años. Centenares de personas de toda Europa se reunieron en el cementerio Père Lachaise de París para el funeral y marcharon al Muro de los Comuneros, sitio del fusilamiento de los últimos luchadores de la Comuna de París.
Como comunista, Azar se colocó a la vanguardia de la lucha contra la opresión de la mujer en Irán y en todo el mundo, y luchó para la plena liberación de la mujer como una parte integral de la lucha por un mundo comunista: por la emancipación de toda la humanidad de toda forma de opresión y explotación.
Se integró a la Unión de Comunistas de Irán en 1979, cuando la efervescencia revolucionaria en Irán estaba en su punto álgido. En 1981, el alzamiento del Sarbedarán en Irán fue derrotado a manos de la República Islámica que se había instalado en el poder y que asesinó, encarceló y torturó a cientos de comunistas. A mediados de los años 1980, Azar salió de Irán con sus dos pequeños hijos y se fue a vivir en exilio a Europa.
Frente a la derrota del levantamiento revolucionario en Irán, y poco después de los reveses históricos surgidos de la derrota del socialismo en China, los comunistas encaraban la tarea difícil de sacar un balance de esa experiencia histórica, confrontando los interrogantes planteados por esas derrotas y siguiendo adelante sobre esa base. A pesar del gran desconcierto y desorientación en las filas de los comunistas en ese período, Azar fue de entre las camaradas que mantuvo su norte, luchó por defender los logros del pasado y para romper con las ideas incorrectas que frenan el avance de la lucha. Todo ese proceso la templó y la fortaleció, pues reconoció que el avance no era posible sin dar respuestas por las derrotas del pasado.
En una declaración sobre la vida de Azar, el PCI (M-L-M) habló del alcance de su visión y de su corazón:
Ella veía sí misma como una persona que pertenecía a todas partes del mundo. Su corazón latía con cada lucha contra la opresión y la injusticia en cualquier lugar del mundo, de Palestina, India, Bangladesh y Nepal a Perú, Colombia y Estados Unidos. Seguía con detenimiento los debates teóricos en el movimiento comunista internacional. Devoraba con entusiasmo los saltos teóricos en el comunismo científico. Cada análisis que tuviera la capacidad de explicar los problemas le daba una alegría inmensa. Estaba abierta a cualquier teoría que explicara los problemas más correctamente.
A partir de 1998, Azar desempeñó un papel central en el trabajo de forjar un polo revolucionario dentro del movimiento de la mujer en Irán, al desarrollar la Organización de Mujeres 8 de Marzo y llegar a ser una vocera muy conocida de la lucha contra la brutal opresión de la mujer en Irán.
Mary Lou Greenberg del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, en una declaración para honrar la vida de Azar, recordó su experiencia de haber trabajado junto a ella en marzo de 2006 durante la Gran Marcha contra las Leyes Anti-Mujer en Irán, en que mujeres iraníes y afganis y sus simpatizantes hicieron mítines y marchas en varias ciudades de Europa. Rememoró las palabras desafiantes de Azar en las puertas de la Embajada de la República Islámica de Irán en La Haya:
“Por 27 años hemos hablado sobre las cosas criminales que ustedes han hecho. Hoy, les tenemos una noticia. Una fuerza unida y organizada está naciendo. Cuando ustedes tomaron el poder, celebraron atacando a esas personas. Pero esas fuerzas recién nacidas van a cavar la tumba de la República Islámica de Irán”.
Mary Lou Greenberg también habló de los grandes puntos fuertes de Azar:
Ella solo tenía desprecio hacia la República Islámica teócrata, hacia el imperialismo estadounidense y hacia el patriarcado en todas sus formas grotescas, basándose en su gran certeza de la absoluta necesidad y posibilidad de crear una sociedad y un mundo fundamentalmente diferentes. Azar desdeñaba al enemigo, pero irradiaba calidez hacia la gente, las mujeres especialmente, incluidos los que no estaban de acuerdo con ella, aunque también luchaba con pasión y ciencia contra las ideas incorrectas y luchaba para entender más a fondo la opresión de la mujer y la relación que guarda con la transformación del mundo.
Azar fue una activista y luchadora incansable contra la opresión, pero también entendió profundamente el papel decisivo de la teoría comunista: de desarrollar un conocimiento científico de la fuente de la opresión y del camino hacia la emancipación por medio de la revolución comunista. El PCI (M-L-M) recordó la pasión con la que estudiaba y propagaba la teoría comunista:
Ella solía decir que aunque otras personas pensaran que estas teorías pertenecen a nosotros, en realidad pertenecen a todos. Cuando una cosa es verdad, esa verdad no puede quedar en manos de solo un partido o solo un grupo. Esas verdades son para salvar y fortalecer un movimiento, sin el cual no puede haber emancipación de la opresión y la explotación.
Ella luchó en particular para que otras mujeres camaradas desarrollaran sus capacidades de estudiar la teoría comunista, de forcejear con las ideas para que mediante ese proceso pudieran distinguir entre los caminos falsos y los correctos.
A continuación, la declaración del PCI (M-L-M) habla muy poderosamente sobre el impacto y el legado de la vida de Azar:
¿Cuáles de estas cualidades definen mejor a Azar? La rebeldía, la conciencia y el entendimiento, la oposición implacable a las ideas y tradiciones viejas, la inmensa energía, la perseverancia, el trabajo duro para hacer que suceda lo imposible.
Azar era comunista. Era comunista en una época en que la muerte del comunismo se ha pronunciado una y otra vez. Se consideraba a sí misma una activista de tiempo completo en ese camino. Luchaba con todo su ser para crear una nueva generación de comunistas revolucionarios. Este fue su mensaje a la nueva generación: Asimilen la experiencia de la generación pasada, súbanse a nuestros hombros para ver los horizontes distantes, imagínenlos mucho mejor que nosotros lo hemos hecho y conquisten nuevas alturas. Al ver que los jóvenes captaban su mensaje, sus ojos siempre brillaban.
Cuando los pueblos oprimidos producen a una persona como Azar, de hecho llegan a creer en su propia capacidad para cambiar el mundo. Las Azares llegan a servir de modelo a seguir en la lucha. Llegan a ser una poderosa proclamación contra los sistemas sociales reaccionarios que dominan el mundo. Brota en sus corazones un nuevo sentido de confianza en sí mismos, que sí podemos y tenemos que echar abajo el sistema opresivo y explotador, y crear un nuevo mundo.
Azar luchó con gran pasión hasta los momentos finales de su vida para contribuir todo lo posible y dirigir a otros en la lucha para poner fin a la pesadilla que es el dominio del capitalismo imperialismo sobre los pueblos del mundo en todas sus formas grotescas, y para acelerar el futuro mundo comunista más allá de la explotación y la opresión, en el que la humanidad por fin podrá ser verdaderamente libre.
A todos los que se atreven a soñar con la posibilidad de un mundo comunista totalmente nuevo: preséntense y adopten la visión y la causa para las cuales Azar dedicó su vida y lucha, y esmérense por hacer que avance la lucha para convertir ese sueño en realidad para la gente del mundo.
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