El cambio climático: La ola de calor, tiempo extremo y futuras tormentas
Este verano ha presenciado una ola de calor abrasadora por todo Estados Unidos. Se establecieron más de 40.000 récords de altas temperaturas individuales en este verano. En ciudades como Atlanta y Nashville se batieron récords por las temperaturas más altas que nunca antes. Los primeros seis meses de este año en Estados Unidos fueron los más calientes en 132 años registrados en la historia. Los incendios forestales del tamaño y densidad nunca antes vistos han abrasado partes del Colorado y Nuevo México. Las sequías han envuelto dos tercios de los condados en Estados Unidos. Debido a la devastación en el cultivo de maíz y soja, los precios de alimentos están por las nubes. Bajo las condiciones de este sistema, esta subida de precios crea el peligro real de otra crisis alimentaria como la del 2008 que causó un sufrimiento masivo y dificultades entre la gente más pobre del planeta.
Estos sucesos se dan después de otras masivas olas de calor en años recientes: en Estados Unidos el pasado verano, en Rusia en 2010, etc. La ola de calor en Rusia fue la peor en 1.000 años registrados en la historia, de acuerdo al ministerio del estado ruso del clima. Dejó a miles de personas muertas y causó cientos de desastrosos incendios forestales.
Por años los científicos han estado prediciendo que, mientras el planeta se caliente y el clima cambie, habrá cada vez más extremos del tiempo, tormentas más frecuentes y destructivas y vastas transformaciones en el clima tales como el aumento de las sequías. Ahora se ha hecho más evidente que estos cambios ya nos están afectando. El cambio climático lo causa el calentamiento de la tierra por la acumulación en la atmósfera de gases de efecto invernadero, un producto de la quema del petróleo, carbón y gas y otras prácticas que son parte del funcionamiento del sistema capitalista imperialista.
El aumento de los sucesos y extremos climáticos
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA por las siglas en inglés) informa que de los 13 años más calientes en el mundo, se dieron 11 entre 2001 y 2011.
Un nuevo estudio en los Actos de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS por las siglas en inglés) de los climatólogos James Hansen y Makiko Sato señala la evidencia en el mundo de los últimos 61 años que muestra que en las últimas tres décadas, mientras el promedio de la temperatura en el mundo se ha elevado lentamente, los sucesos climáticos extremos se han disparado y expandido para cubrir el 10% del globo. Éste es un incremento de 50 a 100 veces desde las anteriores tres décadas. Hablando de la ola de calor en Estados Unidos en el 2011 y las olas de calor en Rusia en el 2010 y Europa en el 2003, Hansen dice: "Estos sucesos climáticos no son simplemente un ejemplo de lo que el cambio climático pudiera traer. Los causa el cambio climático. Las probabilidades de que la variabilidad natural creara esos cambios extremos son minúsculas, desvanecedoramente pequeñas" (Washington Post, 13 de agosto de 2012). Mientras que otros científicos alegan que aún no es posible decir definitivamente que esos extremos no pudieran haber sucedido excepto como resultado del calentamiento global/cambio climático, está claro que mientras se vaya calentando el planeta, habrá una creciente tendencia hacia los extremos de calor y sequía.
Se están dando cosas en el clima global que nunca se habían presenciado antes. El autor y ambientalista Bill McKibben habla de una precipitación de lluvia a 43ºC que se dio en la Meca, Arabia Saudita este año. La llamó "la precipitación de lluvia más caliente en la historia de la tierra". En su libro Eaarth, McKibben enumera otras tormentas sin precedentes. "En la última media década, hemos presenciado la formación más temprana de un huracán de categoría 5 nunca antes registrada (Emily 2005) y el primer ciclón tropical de enero (Zeta 2006), el primer ciclón tropical conocido en el Atlántico sur (Catarina 2004) y la primera tormenta tropical jamás que azotara a España (Vince 2005)". Según el artículo de opinión de Charles Blow ("Farewell, Fair Weather", New York Times, 31 de mayo de 2008): "Según el Centro de Investigaciones sobre la Epidemiología de Desastres, los últimos 30 años ha producido cuatro veces más desastres relacionados con el tiempo que en los anteriores 75 años".
Esta clase de extremos climáticos, tales como olas de calor y sequías, inundaciones y monzones, y tormentas más devastadoras y más frecuentes, está desproporcionadamente afectando a los habitantes de los países del "tercer mundo", o sea, esos países oprimidos por el capitalismo-imperialismo.
El calentamiento global y el cambio climático están transformando el rostro del planeta y están causando la mayor extinción de especies. El hielo polar se está derritiendo a un ritmo nunca antes visto. En agosto de 2012, el hielo del océano Ártico estuvo al nivel más bajo nunca antes registrado ("Arctic sea ice just hit a record low. Here’s why it matters", Brad Plumer, 28 de agosto de 2012, washingtonpost.com). Según un nuevo estudio de Environmental Research Letters [Cartas de investigación sobre el medio ambiente], desde 1979 las prácticas humanas han provocado del 70 al 95% del derretimiento del hielo del océano Ártico. El derretimiento del hielo ya está perjudicando un ecosistema sumamente rico que importa para la vida de todo el planeta y amenaza con destruirlo durante las próximas décadas. Esta situación ya está socavando la forma de vida para pueblos enteros en el ecosistema ártico. El derretimiento del hielo en Gröenlandia y la Antártica está elevando los niveles del mar con daños mucho mayores por venir a menos que se deje la quema de combustibles fósiles de forma dramática y rápida. Según James Hansen (Storms of Our Grandchildren [Tormentas de nuestros nietos]), la última vez que la temperatura de la tierra fue de 2 a 3ºC mayor que hoy (y si las cosas sigan como si no pasara nada, se pronostica que el aumento de la temperatura subirá aún más, rebasará mucho más ese nivel a lo largo del siglo por venir), el nivel del mar estaba 25 metros (82 pies) más alto que hoy. Hoy, cerca de mil millones de personas viven a elevaciones de menos de 25 metros sobre el nivel del mar, a lo largo de las zonas costeras y las islas del mundo.
La lucha por el futuro
Estos cambios climáticos son parte de una emergencia ambiental en general: la destrucción de los bosques y otros hábitats y ecosistemas naturales, una tasa de extinción de especies muy por encima de las tasas normales, la acidificación de los océanos y la muerte de la vida marina, contaminación y la degradación del aire, agua y suelo, etc. El cambio climático es la punta de lanza de todo eso, provocando su propio daño y también interactuando y empeorando esos otros impactos. La pura verdad es que todo eso sólo es el comienzo.
El mundo está ante una catástrofe ambiental. Sin enormes y urgentes cambios para recortar dramáticamente la quema de combustibles fósiles, el cambio climático se volverá mucho más devastador y podría llegar a ser imparable. Pero las compañías de energía capitalistas del planeta ya tienen planes de extraer y quemar cinco veces más petróleo, carbón y gas de las reservas que ya tienen, cinco veces más allá del límite más alto establecido por los científicos del clima para lo que se puede quemar sin causar un calentamiento verdaderamente devastador de la tierra. McKibben señala: "Sí, en teoría ese carbón, gas y petróleo todavía están en el subsuelo. Pero en términos económicos, ya han salido del subsuelo: se computa en los precios de las acciones, las compañías piden prestado con ese aval, las naciones basan sus presupuestos en el presunto rendimiento de su patrimonio". Esas reservas están valoradas en cerca de 27 millones de millones de dólares ("Global Warming’s Terrifying New Math" [La nueva matemática aterradora del calentamiento global], Rolling Stone, 24 de julio de 2012).
Esta realidad empieza a destapar la dinámica más profunda de por qué el capitalismo-imperialismo no puede hacer nada para solucionar y lidiar en lo concreto con esta amenaza para los ecosistemas del planeta y la misma humanidad. No se trata meramente del dinero, la avaricia ni "las corporaciones". La situación de hoy es el resultado inevitable de un sistema cuya esencia vital y funcionamiento parten de tratar a todo el mundo natural y todas las personas como mercancías para la compraventa o para la inversión para fomentar el mayor crecimiento y producción en pos de las ganancias. Esta dinámica impulsa un proceso de despiadada e inexorable competencia entre las potencias capitalistas para aventajarse a las demás, a fin de apoderarse, rozar, tumbar y quemar antes de que "las demás" lo hagan.
Hoy, más personas reconocen el peligro del cambio climático y en un sentido hay que aprehender la hora. Pero ese reconocimiento tiene que profundizarse mucho más. Existe una tremenda urgencia de transformar la situación para que las personas reconozcan en serio el verdadero peligro planteado por el cambio climático y la emergencia ambiental en general y empiecen a reconocer con claridad que el sistema es el origen de este problema y que la situación no tiene que ser así. Únicamente una revolución que derroque y elimine el actual poder gobernante, cuando se hayan gestado las condiciones para hacerlo y que establezca un poder estatal socialista radicalmente nuevo, podría abrir paso en verdad para poder lidiar concretamente con la emergencia ambiental global. Existe una gran necesidad de una resistencia mayor y más decidida en este frente y de conectar esta resistencia fuertemente con la construcción de un movimiento para la revolución que encarne una auténtica esperanza de salvar el planeta ante los más devastadores cambios por venir. Existe una salida viable, mediante la nueva síntesis de la revolución comunista forjada por Bob Avakian y los principios de un nuevo sistema y una nueva forma de proteger el medio ambiente planteados en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto). (Además, se puede descargar en línea el número especial de Revolución sobre el medio ambiente en revcom.us/medio_ambiente.)
Como dice BA en su charla filmada Revolución: por qué es necesaria, por qué es posible, qué es: "Este sistema y aquellos que gobiernan no son capaces de llevar a cabo desarrollo económico que cumpla con las necesidades de la gente ahora, balanceado con las necesidades de generaciones futuras y de proteger el medio ambiente. No les importa nada de la exquisita diversidad en el medio ambiente y en la tierra, y los tesoros que tienen, a menos que puedan convertir esto en ganancias para sí mismos.... Ellos no son capaces de ser quienes cuidan este planeta" (Lo BAsico 1:29).
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