Del Club Revolución-Harlem
3 de noviembre de 2012 | Periódico Revolución | revcom.us
El Club Revolución-Harlem y los distribuidores de Revolución del Alto Manhattan les llamaron y enviaron correos electrónicos a muchas personas, en su mayoría en el barrio de Harlem, y las zonas de evacuación, para difundir un mensaje importante: “¡Recuerden el huracán Karina! Las autoridades que lucharon por sus propios intereses vilipendiaron a los negros y los pobres en Nueva Orleáns, los más afectados por la tormenta, y dejaron a decenas de miles a sufrir sin necesidad y muchos cientos a morir. Desataron a la policía, la Guardia Nacional y los vigilantes racistas para brutalizar y matar a muchos más. ¡Nunca podemos dejar que eso suceda de nuevo! ¡Los intereses de este sistema no son los intereses del pueblo!”
Lo que sirve a los intereses del pueblo es cuidarse los unos a los otros, trabajar colectivamente e impedir el sufrimiento innecesario y la pérdida de vidas, oponiendo resistencia de los ultrajes de la autoridad. Llamamos a las personas a comunicarse con sus amigos, familiares, compañeros de clase, compañeros de trabajo y otros y que corran la voz: que envíen reportes de cualquier ataque de parte de las autoridades y su policía y Guardia Nacional contra el pueblo, al Club Revolución y esta red. Juntos, estamos trabajando para crear formas de oponer resistencia y parar tales ataques.
Una joven alabó al Club Revolución por tomar la iniciativa de hacer esto y dijo que las personas en los multifamiliares son objeto de estereotipos pero “lo que tenemos a nuestro favor es que somos muchos”. Dijo que tenía muchas ideas sobre esto y que estaba forcejando con lo que hay que hacer para ayudar a la gente a solucionar lo del agua y comida. Iba a hablar con sus amigos para que le dieran reportes y luego comunicarse con nosotros.
Una estudiante de una universidad elitista captó a fondo la conexión con Katrina y que los intereses de las autoridades no son los nuestros. Al ver la cobertura, dijo que podía ver que las autoridades no habían hecho nada para propiciar que las personas trabajaran colectivamente y al contrario que habían amenazado y tratado de intimidar a las personas. Respondió con entusiasmo al conocer con claridad la diferencia entre el estado y la forma revolucionaria de hacer las cosas, que las personas que se responsabilicen de trabajar de formas colectivas. Dijo que iba a llamar a sus amigos y decirles que se comuniquen para que luego pudiera hablar con nosotros. Llamó a las 3:30 a.m. con noticias sobre un vídeo perturbador posteado en Facebook sobre unas personas que “trataban a nadar para ponerse a salvo” y otras que estaban varadas en Coney Island.
Algunas personas a las cuales enviamos mensajes se comunicaron con nosotros al día siguiente para decirnos que ya estaban bien. Una mujer volvió a llamar en dos ocasiones diciendo que necesitaba comunicarse con su familia y conocer a dónde tuvieron que huir en Nueva Jersey y que entendía por qué hablábamos de que las personas se apoyan en las unas y las otras y que no confíen en los cauces establecidos por el sistema.
Una joven de los multifamiliares comparó lo que hacen las autoridades para abusar de las personas, con lo que le ha pasado a su novio con el parar y registrar. Aparentemente, los edificios estaban llenos de personas y no quieren dejarlos porque “no quieren que les metan en algún albergue”. Nos pidió que le enviáramos el correo electrónico que nosotros estábamos difundiendo para que pudiera enviarlo a todos sus conocidos.
Mientras hacíamos estas llamadas, nos enteramos que a los reporteros de la NPR en Brooklyn les negaron acceso a los albergues.
En una zona de evacuación, una joven que informó que leía Lo BAsico con linterna de mano, dijo que unos autobuses escolares llegaron para evacuarlos el domingo por la noche. El alcalde tildó a aquellos que no lo hicieron, de irresponsables, aunque una buena parte de la actitud de rechazo de parte de las personas es porque no confían en las autoridades. Otra razón quedó al descubierto cuando nos enteramos de un centro de evacuación anegado.
Antes de la llegada de la tormenta el lunes por la noche, el gobernador de Connecticut tergiversó la experiencia de Katrina como para echarle la culpa a aquellos que no evacuaron, diciendo que su estado enfrentaba un caso Katrina debido a que miles de personas estaban varadas en sus casas porque se habían negado a evacuar y que deberían estar preparados para sentarse en los techos de sus casas de ser necesario, en lugar de poner en peligro la vida de los “socorristas”.
Sabemos que esta situación está lejos de terminarse, lo que recalca el hecho de que el alcalde neoyorquino Bloomberg recién anunció por la televisión que hubo “saqueos” en Coney Island y que “Aquellos que saquen ventaja de la situación” deberían estar sobre aviso de que habrá una creciente presencia de la policía en las calles esta noche.
Esperamos enviar informes a las personas y seguir trabajando con éstas.
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