Chicago: Tras el asesinato de Hadiya Pendleton, Obama ofrece "unas pocas vidas salvadas, unos pocos empleos"

24 de febrero de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un lector

Como sabe todo el mundo en Chicago —y como ya han oído muchos a lo largo del país— Hadiya Pendleton era una estudiante vivaracha que murió en una trágica balacera en un parque cerca de su prepa en el sur de Chicago una semana después de marchar en el desfile inaugural en Washington, D.C. Michelle Obama asistió a su funerario, y el presidente Obama fue a Chicago a dar un discurso en otra prepa, una con "jóvenes en riesgo".

En su discurso, Obama NO DIJO que es intolerable el hecho de que no hay ningún futuro en absoluto para esos jóvenes "en riesgo" ni que se debe hacer todo lo concebible inmediatamente para cambiar la situación que les está arrebatándoles los sueños y la vida. Obama NO DIJO nada sobre los preparatorios muertos después de horas de clase por policías de Chicago, como Dakota Bright, asesinado en diciembre del año pasado.

Lo que SÍ DIJO era: "Quizás no podríamos salvar a todo niño de la violencia armada, pero si salváramos a unos pocos, eso empieza a cambiar el ambiente en nuestra comunidad. Quizás no podríamos conseguir un empleo para todos por lo pronto, pero si consiguiéramos empleo para unos pocos, pues, todo el mundo empieza a tener un poco más de esperanza y de ánimo".

Unas pocas vidas salvadas, unos pocos empleos… qué admisión tan asombrosa de que este sistema no ofrece ni puede ofrecer ningún futuro diferente a estos jóvenes ante una situación en la que hay desempleo de 94% para los adolescentes de las familias de Chicago que ganan menos de $40.000 al año. (Fuente: Center for Labor Market Studies, Northeastern University en Boston). Según otros estudios, el desempleo entre adolescentes negros en Chicago es del 45% a 80%. Cualquiera de esas medidas demuestra que la situación es extrema y cada vez peor.

Además, viene siendo una vil y cruel mentira el énfasis que Obama puso en la transformación y la responsabilidad personal y la idea de que si esos jóvenes trabajaran duro y tomaran las decisiones correctas, podrían ser todo que quieran ser. Obama está haciendo mucho daño a esos niños negros al mismo tiempo que hace un gran servicio a este sistema capitalista, al tratar de mantener callados a los de abajo mientras se les destruye la vida y los sueños cada día.

En realidad, la única respuesta que ofrece este sistema a esta crisis es más policía y el reino de terror cada vez más intensificada de la policía en la calle. Eso se demostró inmediatamente dos días después del discurso de Obama, cuando la policía balaceó e hirió gravemente a un muchacho de 23 años en el oeste de Chicago el sábado al mediodía. La policía declara que el muchacho estaba huyendo de un lugar donde se vende droga, y reconoce que no estaba armado.

Informó el Chicago Sun Times: "Policía pone el blanco en la pandilla sospechada de ser los asesinos de Hadiya". Oficiales de la policía de Chicago prometieron enfocarse en cada miembro de esta pandilla como una estrategia a la que llamaron "responsabilidad colectiva". Eso significa que detendrán repetidamente a cualquier persona sospechosa de asociarse con una pandilla particular, por lo que inventara la policía — que van de manejar con un celular a cargos más serios, y eso podría ser el pretexto para matarlos.

La policía ofreció un premio enorme para encontrar un sospechoso en el asesinato de Hadiya. Según los noticieros, la primera información originó de un preso, y eso llevó las autoridades a uno que estaba bajo libertad condicional, al cual lo encarcelaron de nuevo para obligarlo a "delatar" a dos muchachos, a los cuales los han acusan de asesinato.

Hay muchas ironías en toda esta situación. La hermana de uno de los acusados asistió al discurso de Obama en su prepa. El joven acusado se graduó de la misma prepa la que asistía Hadiya, y los maestros lo describieron como inteligente y agradable. Su padrastro dice que no estaba en una pandilla, que trabajaba en Macy’s e iba a salir pronto para el entrenamiento básico en la Fuerza Aérea (donde, si matara a alguien en Paquistán o Afganistán, ¡Obama lo hubiera elogiado!).

Tras la muerte de Hadiya, la policía y las autoridades se apresuraron para detener a los jóvenes para luego condenarlos en los medios de comunicación.

Comparen esa prisa con el trato oficial a los policías que balacean a las personas. En el caso del policía de Chicago, Sierra, lo grabó la cámara de video de la patrulla cuando ejecutó a Flint Farmer, al tirarle tres balazos deliberadamente cuando Farmer estaba tirado boca abajo en el suelo. ¿Qué pasó a Sierra? Lo premiaron con una posición que gana $75.000 al año en el centro de llamadas de 311 del municipio. El municipio de Chicago fue obligado a pagarle $4 millones de dólares a la herencia de Farmer, y aún así sigue declarando que el asesinato de Farmer era un homicidio justificable.  El Chicago Tribune ha publicado tres artículos importantes que descubrieron que Sierra había asesinato a Farmer, a Darius Pinex anteriormente, e hirió a balazos a un adolescente, todo dentro de unos pocos meses, y ¡NI SIQUIERA le dan un tirón de orejas!

Por todo eso, ha resonado entre el pueblo cuando los revolucionarios salieron a la calle con dos citas en volantes y despliegues de cartón de 9 pies de alto. También distribuyeron estas citas en la prepa antes y después del discurso de Obama ahí. Se distribuyeron en un evento de Lupe Fiasco y en el lugar de la balacera policial de un joven en el lado oeste, menos de una hora después de que ocurrió.

Capta la situación esta cita, de "La revolución que necesitamos... La dirección que tenemos. Un mensaje, y un llamamiento, del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos":

Para los millones de ellos [jóvenes] en las zonas urbanas, si es que no son asesinados a temprana edad, es probable que tengan un futuro en la cárcel (casi uno de cada ocho hombres negros jóvenes está preso, las cárceles están atestadas de negros y latinos y este país tiene el mayor índice de mujeres presas en el mundo). Este sistema les ha arrebatado a tantos jóvenes la oportunidad de tener una vida digna y ha hecho que muchos de ellos, demasiados, vivan, se mueran y maten para nada —nada bueno— para nada salvo joder a otros y matarse entre sí en las calles de las ciudades de este país... o ingresar a las fuerzas armadas y recibir adiestramiento como asesinos en masa, masacrando a personas en países por todo el planeta. Un sistema que no ofrece a los millones y millones de jóvenes ningún propósito superior, ninguna mejor suerte, salvo el crimen y el castigo, o convertirse en ciegas máquinas asesinas para el sistema mismo — ¡eso en sí es suficiente causa para barrer este sistema de la faz de la tierra!

La otra, una cita publicada en Lo BAsico, trata los factores a los que los jóvenes especialmente están respondiendo actualmente, y el hecho de que estos jóvenes concretamente no tienen nada que perder bajo este sistema. Estas fuerzas que los impulsan a meterse en toda suerte de actividades dañinas son las mismas fuerzas motrices que podrían impelerlos en una dirección contraria si se podría arrancarlos de ese punto de vista "pandillerista" y si se podría canalizar su rabia, enajenación y rebeldía a la fuente del problema, templarlas y transformarlas con la ciencia revolucionaria y la moralidad de la liberación. Eso es el camino para transformar la necesidad que nos urge para forjar un movimiento para la revolución:

La gente dice: "O sea, ¿me están diciendo que esos jóvenes que andan por allí vendiendo droga y matándose unos a otros y que están metidos en muchas otras cosas, pueden ser la columna vertebral de este poder estatal revolucionario del futuro?" Sí — pero no lo podrán ser desde donde están ahora, ni tampoco lo podrán ser sin lucha. No siempre vendían droga y se mataban unos a otros y todas esas cosas — y no tienen que estar metidos en todo eso en el futuro. Pregúntese: ¿cómo es que de niños preciosos pasan a ser supuestos "monstruos irredimibles" en unos pocos años? Se debe al sistema y a lo que éste le hace a la gente — y no a una "naturaleza humana que no cambia y no se puede cambiar".

Lo BAsico 3:17

Al salir los revolucionarios a los barrios y escuelas, promueven activamente la película de un discurso importante de Bob Avakian: Habla BA: REVOLUCIÓN—¡NADA MENOS! Eso es clave para forjar un movimiento para la revolución.

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