Dakota del Norte: El gobernador se suscribe tres leyes extremas contra el aborto
14 de abril de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
El 26 de marzo, el gobernador Jack Dalrymple por el Estado de Dakota del Norte, se suscribió tres leyes que constituyen los ataques más extremos contra el derecho al aborto hasta ahora en Estados Unidos. Una ley prohíbe el aborto una vez que "sea posible detectar" el latido del corazón del feto, lo que puede ocurrir tan temprano como la sexta semana del embarazo, un momento cuando muchas mujeres ni hayan llegado a saber que están encintas. El gobernador puso en claro que esta ley constituye un desafío directo al Roe v Wade, el fallo de 1973 de la Suprema Corte federal que despenalizó el aborto: "Aunque siga en duda la probabilidad de que este proyecto de ley venza una impugnación en los tribunales, no obstante constituye un esfuerzo legítimo de una legislatura estatal para descubrir los límites de Roe v Wade".
Según dicha ley, si un médico practica un aborto "antes de determinar" si el feto "tiene un latido del corazón que se puede detectar", estará sujeto a un delito mayor con una potencial condena a cinco años de cárcel y una multa de cinco mil dólares. La ley no especifica el procedimiento médico a usarse para detectar dicho latido. Es posible detectar dichos latidos por lo general en la sexta semana del embarazo mediante un procedimiento altamente invasivo llamado ultrasonido transvaginal (de 10 a 12 semanas con un ultrasonido abdominal, que aplica una sonda sobre el exterior del abdomen). Según el New York Times, la directora ejecutiva de la única clínica del aborto que queda en Dakota del Norte dice: "Los médicos se verían obligados a practicar un ultrasonido transvaginal a fin de cumplir [con la ley de los latidos del feto]" (26 de marzo de 2013).
La segunda ley requiere que los médicos que practican abortos consigan privilegios de admisión en un hospital local. Esta ley no tiene nada que ver con la protección de la salud y seguridad de las mujeres que necesitan un aborto. De hecho, los defensores de esta ley se proponen explícitamente que esta ley dificulte mucho más que la última clínica del aborto del estado, la Red River Women's Clinic en Fargo, tenga médicos calificados en su personal, lo que muy posiblemente la obligaría a cerrar. Además, se suscribió una ley que prohíbe el aborto por motivos de elección de género o anomalías genéticas en el feto, tal como el síndrome Down, la que es la primera ley de esta clase en Estados Unidos.
Estas leyes son una parte de la ofensiva general contra el derecho fundamental y básico de la mujer de decir cuándo y si tener un hijo. Los fascistas cristianos y poderosas fuerzas de la estructura del poder quienes presentan al aborto como el homicidio están a la cabeza de esta ofensiva, y los demócratas fomentan la noción de que el aborto debería ser "legal pero poco común", lo que supone aceptar y ceder más terreno a los ataques de los fascistas cristianos al aborto.
Que tengamos claridad sobre un hecho científico básico: el feto NO es un ser humano viable pero sí una parte subordinada del cuerpo de la mujer, y el aborto NO es homicidio. El feto tiene el potencial de llegar a ser un bebé, pero hasta que nazca, no tiene ninguna existencia biológica o social independiente. No tiene nada que ver con ese hecho el que "se pueda detectar" el latido del corazón de un feto. Terminar un embarazo no deseado no tiene nada de inmoral, por cualquier razón. Una mujer que no quiere continuar con un embarazo por la razón que sea debe tener el derecho y la posibilidad de terminarlo, de manera segura, fácil y sin ningún estigma. Un aborto no es "trágico"; al contrario, la verdadera tragedia estriba en la vida de la mujer que se trunque y peligre por la obligación de continuar con un embarazo no deseado.
Un hecho diciente acerca de las fuerzas que fomentan el ataque al aborto es que ni una sola organización antiaborto apoya el control de la natalidad. Eso pone al desnudo la verdadera plataforma de los fascistas cristianos: la imposición de una moralidad cien por cien reaccionaria de "la mujer como incubadora". Eso recalca lo que está en juego en la lucha sobre el derecho al aborto: Una mujer que no tiene la opción de decidir por su cuenta cuándo y si tener un hijo no tiene más libertad que un esclavo.
Se espere la impugnación en los tribunales de estas leyes de Dakota del Norte. Pero está peligrosamente desconectada de la realidad toda noción de que apoyarse en los tribunales, y en Obama y los demócratas, sea la forma de hacer retroceder esos ataques y defender el derecho al aborto.
Los años de Obama han presenciado el mayor número jamás de restricciones sobre el aborto en los estados: 92 en 2011 y 43 en 2012. En los primeros tres meses de 2013, se han presentado unos 300 proyectos de ley antiaborto en las legislaturas estatales. El gobernador de Dakota del Norte se suscribió estas tres leyes a unas semanas después de la adopción en Arkansas de una ley "del latido del feto" que prohíbe el aborto en la duodécima semana del embarazo, lo que en ese entonces era la ley antiaborto más severa en Estados Unidos. Se promueven semejantes leyes en las legislaturas de los estados de Kansas, Kentucky, Misisipí, Ohio y Wyoming.
La legislatura de Dakota del Norte acaba a aprobar una ley que pondría a voto en 2014 un referéndum sobre la llamada "persona legal", lo que le daría a cada óvulo humano fecundado los derechos de un ciudadano estadounidense. De ser aprobada, se prohibiría efectivamente todo aborto, sin excepciones en el caso de la violación, el incesto o el riesgo para la salud de la mujer, así como algunos métodos del control de la natalidad.
Las leyes estatales son solamente un frente de un ataque multifacético de parte de las fuerzas antiaborto. Por todo el país, las clínicas han sido objeto de bombas, incendios y vándalos. Los fanáticos que bloquean las clínicas con sus "vigilias" acosan verbalmente y a veces agreden físicamente a las mujeres que acuden. Más de una de cada cuatro mujeres que pide un aborto no tiene los medios para pagarlo y el 97% de los condados rurales no tienen ni un proveedor de abortos.
Mientras que todo eso continúa, Obama no sólo se ha negado a defender el derecho fundamental y básico al aborto sino se ha empecinado en buscar unos "puntos en común" con los fascistas cristianos antiaborto más furibundos.
Como escribió Sunsara Taylor con motivo del 40 aniversario de Roe v Wade en enero de 2013: "Si no hacemos retroceder esta trayectoria pronto, muy pronto, perderemos este derecho y sentenciaremos a las futuras generaciones de mujeres y muchachas a la maternidad OBLIGATORIA, en contra de su voluntad, a una vida de esclavización abierta, terror y vergüenza aplasta-vida….
"Y la única manera de hacer eso es con una enorme resistencia sin tregua, a partir de ahora ya…"
¡La mujer no es incubadora… El feto no es bebé… El aborto no es homicidio… El aborto a solicitud y sin disculpas!
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