De un huelguista de hambre:
"Ya no vamos a permanecer en silencio ante esta tortura"
4 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
Una carta de un preso en huelga de hambre en la Prisión Estatal Pelican Bay al Comité de Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Presos:
8 de julio 2013
Hoy yo y miles de otros prisioneros en California y más allá hemos comenzado nuestra protesta pacífica contra las condiciones inhumanas bajo las que hemos estado viviendo durante tantos años. Esta huelga de hambre/paro de trabajo es un acto de desesperación que hemos elegido donde arriesgamos nuestra salud, incluso los presos con condiciones médicas conocidas han decidido que simplemente no hay otra opción para detener esta injusticia que ha sido la norma en tantas cárceles de Estados Unidos por tanto tiempo.
Aquí en la SHU [Unidad de Vivienda de Seguridad] de Pelican Bay [Prisión Estatal Pelican Bay, o PBSP] han estado manteniendo a unos seres humanos en condiciones que lamentablemente no son aptos para un perro. Estamos en régimen de aislamiento, en celdas sin ventanas y sin contacto humano durante años y décadas y para muchos el resto de su vida estará en este estado perpetuo de submarino psicológico. Nos están torturando en masa y sin embargo no hay ninguna mención de esta tortura amerikana, se nos dan la misma atención que a la maleza a la orilla de una carretera. Pero somos unas personas con familias, amigos, ideas y aspiraciones. Algunos han hecho cosas malas y sin embargo muchos no han cometido ningún crimen que merecen el encierro en esta máxima seguridad, el "crimen" es tener ideas que no se ajustan al estado. A muchos los colocan en la Unidad de Vivienda de Seguridad del estado por tener ideas revolucionarias o por aspirar a conocer la historia de los pueblos colonizados en Amérikkka. Por este "crimen", nos tachan de "pandilleros" y nos internan para siempre en la SHU.
Lo que la gente del mundo tiene que saber es que la falsa etiqueta de "pandillero" se utiliza para encubrir la realidad de que Estados Unidos mantienen a presos políticos en sus cárceles. Es precisamente por la realidad de nosotros estamos encerrados en estas cámaras de tortura de aislamiento por crímenes de pensamiento la que nos define como presos políticos. El propósito de la tortura en nuestra contra es obligarnos a delatar y transigir a otros, inventar acusaciones o simplemente terminar nuestra resistencia contra esta bestia y sin embargo seguimos desafiando el látigo y siguiendo en el mismo camino que otros tomaron para oponer resistencia al opresor antes que nosotros. Aquellos prisioneros que fueron capturados bajo un Estado ocupado y que continuaron la lucha por una vida mejor para las generaciones futuras y que sufrieron un alto precio por esto e incluso dieron el último sacrificio, seguimos dicha tradición de negar que nos torturen, no importa lo fuertes que nuestros captores pueden ser hoy o qué fuerza los controla para hacer lo impensable contra nosotros. Utilizamos la única arma que tenemos en nuestras cámaras de aislamiento separadas y esa arma es nuestra voluntad de seguir como seres humanos, aunque eso implique que nuestras respiraciones se acortan, aunque ser un ser humano implique adoptar ese modo de supervivencia inherente que existe en cada persona sobe la Tierra, aunque este modo de supervivencia conduce a nuestro ocaso, pues llevaremos nuestros últimos días, minutos y segundos de nuestra vida como seres humanos hasta el último aliento.
Una huelga de hambre no es algo a la ligera para nosotros, no somos suicidas, al contrario esperamos salvar vidas. Puede que no seamos capaces de salvar nuestras vidas. Pero hemos llegado a identificar nuestra existencia en la SHU como una cinta transportadora que conduce a un horno de infierno. Y es posible que sí estemos amarrados a esta cinta transportadora sin salida tal como que hemos seguido observando durante años a nuestros compañeros caer en el abismo del horno en la psicosis, el suicidio u otras enfermedades crónicas. Y puede que no seamos capaces de impedir que nuestro viaje nos deje caer en el abismo, pero detendremos esta cinta transportadora para las futuras generaciones por venir. ¡Hoy en día este paseo se detiene!
La historia decidirá en qué bando de la batalla nos quedamos, pero ya no podemos quedarnos en silencio ante esta tortura. Hoy a los chicanos los mantienen en la SHU en mayor proporción que cualquier otro pueblo en las SHU de California, es decir, a los chicanos los están torturando más que a cualesquiera otros prisioneros en California. Al igual a los hombres árabes los están torturando en Guantánamo en mayor proporción que cualquier otro pueblo. Este fenómeno no ha pasado desapercibido para los prisioneros chicanos aquí en Pelican Bay, es una parte de muchas conversaciones aquí y muchos han tomado fuerza e inspiración de la huelga de hambre hoy en la Bahía de Guantánamo. Esperamos hacer brillar un poco más la luz sobre la tortura estadounidense para que el mundo vea que la "democracia" estadounidense es en realidad una linchamientocracia estadounidense y nosotros como pueblo colonizado, como prisioneros de Estados Unidos y por lo tanto como sobrevivientes de capitalismo nos solidarizamos con otros sobrevivientes de la tortura en nuestra marcha común hacia la liberación, no importa la forma que asuma esta liberación.
Lo que la SHU ha hecho para los presos es que lo ha hecho posible que nosotros conozcamos de dónde viene nuestra opresión. Esta represión terrible ha creado una razón por la que nos adentremos profundamente y busquemos la razón por la cual nos mantienen en esas condiciones de vida antinaturales. Nuestro descubrimiento ha llevado a la conclusión de que nuestra opresión como en todo el imperio estadounidense y en todo el mundo tiene un carácter de clase, es decir como prisioneros que existimos como una clase, una clase de la prisión. Esta constatación llevó años para que finalmente la comprendiera todos los presos torturados aquí. Esta toma de conciencia se deslizó de una celda a otra, de una cámara de tortura a otra cámara de tortura hasta que después de mucho debate y discusión, por fin los prisioneros lograron entender que nuestra opresión nos une, y que sólo mediante un frente unido podremos avanzar. Sólo cuando actuamos como una clase en una lucha de clases, podremos avanzar como clase.
Es esencial que el público entienda que en el corazón de nuestra protesta pacífica no violenta no estiba en algunos gritos en busca de un pedazo del pastel, no estamos queriendo una tajada con algún parásito corporativo u otra tontería, al contrario, ¡en el centro de nuestras demandas está aquella de detener la tortura! En el centro de nuestros esfuerzos está la demanda de que nos traten como seres humanos. Estamos exigiendo nuestros derechos humanos y no sólo estamos piqueteando para que esto llegue a buen término, estamos arriesgando nuestra vida en busca de nuestras demandas. Se espera que haya más muertes relacionadas con la huelga al igual que había en 2011. También es posible que alguno de nosotros no vea los frutos de nuestra protesta pacífica, pero todos vamos en esta con la plena comprensión de lo que todo esto implica, y estamos en paz sabiendo que nuestros compañeros presos verán y experimentarán los cambios que sabemos que vienen.
Nuestra resistencia no se detendrá, se trata de una cuestión de que nosotros detengamos la tortura o que nos moramos. Si tenemos que seguir oponiendo resistencia a la tortura de nuevo, y muchos más caen por la muerte relacionada con la huelga, pues, eso es el precio, pero ¡nuestra resistencia nunca se detendrá!
Los dolores del hambre se han convertido en mi compañero pero esta hambre y el dolor que siento no son nada en comparación con mis dolores y el hambre por la libertad y la justicia. Y sean cuales fueran los resultados de esta lucha, se sabe que nunca seremos lo mismo a causa de estas huelgas, ni las prisiones de California serán lo mismo a causa de estas huelgas. Estas huelgas, por su propia naturaleza, han contribuido a elevar la conciencia de miles de presos que vieron ayer al prisionero de al lado como el problema, pero hoy ven al Estado como el problema y con mucha razón.
El progreso que surge de estas huelgas en la SHU está propiciando que se dé un salto cualitativo en el movimiento de los derechos de los presos y por lo tanto, los presos están creciendo en lo político.
Hoy nos lanzamos a las barricadas, porque somos los que más sufren y no tenemos nada que perder más que nuestra tortura, en estos momentos somos objetos de ataque al igual que nuestros homólogos en Guantánamo y otros en todo el tercer mundo, pero el futuro está de nuestro lado y un día, los más oprimidos, lideramos en hacer de nuestra liberación una realidad al igual que somos líderes en poner fin a nuestra tortura actual. Nuestras luchas hoy son ensayos prácticos, ejercicios para las futuras luchas por la justicia. Puede que nos mantengan en estos campos de concentración parecidos a los cascos de los viejos barcos de esclavos, pero incluso en estos cascos, engrilletados de los pies sin comida ni agua, sin la luz del sol ni o la libertad, incluso aquí servimos al pueblo y oponemos resistencia al opresor!
¡Atrévete a luchar y atrévete a ganar!
¡Liberar a la gente! ¡Liberar de la Tierra!
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