La huelga de hambre de los prisioneros de California:
La humanidad de los prisioneros contra la inhumanidad del sistema
Larry Everest | 22 de agosto de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
El domingo 18 de agosto se cumple el Día 42 de la huelga de hambre intensa de vida o muerte que los prisioneros de California están haciendo por su humanidad y derechos básicos, sobre todo un fin al aislamiento indefinido de largo plazo el que es una forma de tortura y la que muchos grupos internacionales de derechos humanos y legales consideran así.
Ahora mismo, la vida de cientos de prisioneros huelguistas de hambre pende de un hilo debido a la cruel respuesta de las autoridades carcelarias a esta lucha: negándose a satisfacer las justas demandas de los prisioneros y al contrario tomando represalias en su contra. Los partidarios de los prisioneros dicen que se trata de una "etapa muy peligrosa de su protesta" y "es posible que su salud resulte perjudicada de manera permanente por su negativa de tomar alimentos sólidos; incluso es posible que mueran".
La última ronda de esta batalla se inició el 8 de julio, cuando 30 mil prisioneros de 22 de las 33 prisiones de California empezaron una huelga de hambre, la mayor acción política de parte de los prisioneros en la historia del estado*. Casi 200 prisioneros (según el conteo oficial) sigue en huelga de hambre (y con buena probabilidad muchísimos más presos continúen en la huelga de hambre o apoyen la lucha de otras formas), lo que incluye ¡a casi 100 prisioneros que no han probado alimento por 40 días seguidos!
Según el Los Angeles Times (14 de agosto de 2013), "La huelga de hambre en las prisiones de California entra a su sexta semana y el número de huelguistas internos que requieren cuidados médicos ha aumentado considerablemente. Según los lineamientos médicos elaborados por los gobiernos de otros países para monitorear las huelgas de hambre, después de un mes sin probar alimento, los huelguistas pueden sufrir daños a los nervios que les dificulten tragarse y vomitar. Después de 40 días, entre los efectos previstos figuran la progresiva confusión, incoherencia, pérdida de la vista y del oído y el sangrado". El Los Angeles Times también dice que solamente durante la última semana, fue necesario darles cuidados médicos a 93 prisioneros que sufrían "deshidratación y dolores abdominales", y las autoridades carcelarias están "desocupando camas en preparación para recibir a los prisioneros que han estado en una huelga de hambre".
"Los defensores legales siguen recibiendo informes de malos tratos e indiferencia de parte de los guardias y del personal médico de las prisiones", escribió Solidaridad con la Huelga de Hambre de los Prisioneros el 16 de agosto de 2013.
La valerosa acción de estos prisioneros cuenta con el apoyo de miles y miles de personas en todo el país: un núcleo muy activo de familiares cuyos seres queridos arriesgan la vida en la huelga de hambre, activistas y partidarios de los prisioneros que han organizado decenas de manifestaciones, vigilias y otras protestas casi a diario, así como unas voces prominentes de los activistas y artistas Mavis y Jay Leno, Susan Bay y Leonard Nimoy, la cantante Bonnie Raitt, Cornel West, Noam Chomsky, el actor y autor Peter Coyote, Gloria Steinem, el Rdo. Jesse Jackson, el cinematógrafo y director de cine Haskell Wexler, y los actores y activistas Mike Farrell, Ed Asner y Jamie Cromwell.
El 14 de agosto, la Red Parar la Encarcelación en Masa, el senador estatal Tom Ammiano, Familias De California Contra el Aislamiento y la Campaña Religiosa Nacional Contra la Tortura se unieron para organizar una instalación muy impactante de un celda de tamaño natural de una SHU [Unidad de Vivienda de Seguridad] y una protesta en las mismas escalinatas del capitolio estatal en Sacramento, acto que atrajo la participación de cien personas y cientos de visitantes durante el día.
Respuesta cruel
Ante la fuerza y resolución de los prisioneros y las valientes protestas, el estado ha contra-atacado, tratando de quebrantar el ánimo y la vida misma de los prisioneros, sus familias y sectores enteros de la población y además endurecer el corazón e insensibilizar la humanidad de la sociedad en general.
El Estado de California y las autoridades carcelarias han tomado represalias en contra de los huelguistas de hambre: tomando medidas para aislar más a algunos prisioneros en la Segregación Administrativa, bombeando aire helado en las celdas, privándoles de líquidos y medicamentos en algunos casos y levantándoles infracciones disciplinarias. Se han negado a siquiera negociar con los prisioneros, afirmando que al negarse a probar alimento, ¡los prisioneros están amenazando e intimidando a sus carceleros y torturadores! "Nosotros no vamos a tomar decisiones sobre la política bajo amenazas e intimidación", dijo el 13 de agosto Terry Thornton, la vocera del Departamento de Correcciones y Rehabilitación de California (CDCR). (Cabe señalar que ningún representante de peso del sistema imperialista —sea el presidente, jueces prominentes, miembros del Congreso ni otros voceros del sistema— haya denunciado las acciones de las autoridades de California contra la huelga de hambre; en su mayoría han permanecido en un silencio casi total, por lo tanto apoyando las acciones del CDCR.)
Un sistema criminal
Las autoridades carcelarias, entre ellas el jefe del CDCR Jeffrey Beard, y los medios de comunicación del sistema están tachando a los prisioneros de predadores y animales los que merece la violencia y abuso que el sistema les ofrezca. Como escribió el Partido Comunista Revolucionario, Rama de Los Ángeles, en respuesta a la columna de opinión de Jeffrey Beard en el Los Angeles Times (vea Revolución #313, 18 de agosto de 2013):
"El artículo de Beard rinde pleitesía a la cuidadosamente creada opinión pública acerca de 'criminales irredimibles', sobre los cuales debemos de sentir agradecimiento de que están tras las rejas. Pero la realidad más profunda es lo criminal y sin legitimidad que es este sistema. Es este sistema el que comete crímenes de lesa humanidad al torturar a decenas de miles de personas dentro de sus propias fronteras y al convertir en sospechosos a generaciones y generaciones de jóvenes negros y latinos antes de que siquiera alcancen su estatura de adulto. Los atrapa en condiciones sociales que azuzan unos a otros, les culpa por reaccionar de maneras que este sistema les enseñó y luego los condena una vez más cuando se juegan la vida tratando de alzarse por encima de todo eso y reivindicar su humanidad" ("¿Qué revela en realidad la huelga de hambre de los presos de California? Respuesta al artículo de opinión de Jeffrey Beard en el Los Angeles Times", del Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos, Rama de Los Ángeles).
Veamos la realidad: la lógica del sistema en juego aquí es la lógica del genocidio, la lógica de los campos de exterminio. Como dijo Steven Czifra, ex preso de la SHU y actual estudiante de la Universidad de California-Berkeley, en una protesta del 14 de agosto fuera del capitolio estatal de California, las autoridades carcelarias preferirían matar a todos los prisioneros en las SHU y luego reemplazarlos con otros.
Un sistema como éste, que no les ofrece ningún futuro en absoluto a millones de personas, es un sistema criminal.
Una coyuntura crítica
La huelga de hambre de los prisioneros se encuentra en una coyuntura crítica. Aparte de ser una batalla por aquellos que están en esta huelga de hambre o por los 133 mil prisioneros de California, esta batalla es por los millones de personas que los Estados Unidos de América ha criminalizado, satanizado y desechado desde que nacieron, y por la clase de sociedad y mundo en los cuales viviremos.
Como señala la declaración de la Rama de Los Ángeles del PCR: "Si usted quiere vivir en un mundo en el que podrán florecer la energía y la creatividad de los millones de personas encerradas en jaulas de acero… en el que ya no existan las antagónicas relaciones sociales que tergiversan todas las relaciones humanas hoy… en el que las personas trabajen y luchen colectivamente por el bien común… en el que todos contribuyan lo que puedan a la sociedad y reciban lo que necesitan para llevar una vida digna del ser humano… sea parte del movimiento para la revolución para plasmar todo eso".
Exijan un fin a la tortura en las prisiones de Estados Unidos. ¡Defiendan a los prisioneros!
* Las cinco demandas esenciales de los prisioneros son: (1) 1. Terminar el castigo colectivo y abuso administrativo; (2) Abolir la política de rendir información y modificar los criterios de estatus activo/inactivo en pandillas; (3) Cumplir con las recomendaciones de la comisión del gobierno federal de 2006 sobre el fin al aislamiento de largo plazo; (4) Dar comida adecuada y nutritiva; (5) Expandir y ofrecer programas y privilegios constructivos a los presos encerrados indefinidamente en las SHU. [regresa]
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.