David Gunn, Jr.: "Yo uso la verdad como principio y estrategia que me guía..."
15 de septiembre de 2013 | Periódico Revolución | revcom.us
Revcom.us quisiera compartir con las y los lectores una variedad de voces que están haciendo contribuciones importantes en la lucha por el derecho al aborto. Los autores le han dado permiso a revcom.us para hacer uso de sus declaraciones.
David Gunn, Jr. es el hijo de David Gunn, Sr., el primer doctor practicante de abortos que fuera asesinado por un pistolero anti-aborto. Él bloguea para Abortion.ws y es uno de los firmantes de la declaración Aborto a Solicitud y Sin Disculpas y un organizador del Viaje por la Libertad Pro Derecho al Aborto.
Hace poco me hizo la siguiente pregunta un amigo y compañero activista. Compartí mi respuesta a la pregunta con Sunsara Taylor, quien pidió que la pongamos a la disposición de un público más amplio...
- David: ¿Qué estrategia utilizará para desarrollar mensajes efectivos? Y ¿qué considera que es un mensaje efectivo, dependiendo de la estrategia?
Mi respuesta:
En los términos más simples, yo uso la verdad como principio y estrategia que me guía. Si nuestro objetivo, y yo creo que lo es, es proteger y prestar servicios de aborto seguro para las mujeres en todo el país cuando sus causas y condiciones particulares requieren del servicio, no creo que hablar abierta y honestamente acerca de un procedimiento médico perfectamente legal que se ha practicado durante años con poco riesgo para la paciente, de una manera clara y concisa, tiene nada de radical o fanático tal como algunas personas quisieran alegar.
"El aborto a solicitud y sin disculpas" da poder, establece claramente qué es lo que uno apoya y no da a entender ninguna vergüenza en ninguna forma.
Algunas personas consideran que el lema es radical. Algunas personas dicen que es demasiado confrontacional. Me pregunto, ¿cómo es radical declarar lo que uno cree y, además, por qué es polémico y de confrontación apoyar una decisión médica perfectamente legal que una mujer toma después de consultar primero consigo misma, su poder más elevado —si es que ella cree en uno— su médico y su pareja? Puede haber otra consigna que cumple la misma verdad, pero me parece que demasiadas personas de nuestro lado temen mencionar el aborto como si se tratara del Lord Voldemort o Sauron, y Satanás, o alguna otra maldita divinidad metafísica mitológica.
Por otro lado, yo no apoyo, y nunca he apoyado, el lema "seguro, legal y poco común", ya que eso implica, de alguna manera, que los abortos no son seguros, son algo de lo que avergonzarse de haberse hecho y son dudosamente legales de alguna manera indiferente. La pregunta es: según los términos de quién decidimos que el aborto será poco común en ese contexto — de los anti-abortistas, de la paciente, del gobierno; hay demasiadas variables. Yo también aborrezco el que la NARAL haya cambiado de nombre de la Liga Nacional de Acción del Derecho al Aborto a simplemente "NARAL Pro Decidir", como si eso quisiera decir que está por decidir, pero no por el aborto. Cuando alguien dice que está a favor del derecho a decidir, eso implica que apoya el aborto y punto, ¿correcto?
Aunque uno se oponga personalmente al aborto o no elegiría esa opción, si alguien está a favor del derecho a decidir, eso quiere decir que apoya el derecho de la mujer a decidir hacerse un aborto, lo que significa que apoya el aborto. Esto no significa que uno salga en la sociedad para reclutar a mujeres para hacerse abortos, esto no significa que uno es una especie de monstruo, simplemente significa que uno apoya el derecho constitucionalmente protegido de la mujer de hacerse un aborto, independientemente de hacerse uno o no.
Lo importante es, nosotros apoyamos el aborto como un procedimiento médico. ¿Por qué ocultarlo en alguna voltereta de gimnasia semántica que equipara el Derecho a Decidir al Aborto pero que utiliza el primero para camuflar el segundo? Nos hemos equivocado, en mi opinión, jugando a algún juego semántico de caracolas en el cual hablamos con rodeos para no mencionar lo que es que apoyamos, pero estamos demasiado avergonzados, apenados o temerosos de declarar abiertamente: "Yo apoyo el derecho al aborto sin restricciones". Yo no comprendo por qué seguimos debatiendo esta cuestión de acuerdo a los términos de los Antis, y además hacerlo es ofensivo. A los antis les permitimos poseer la "vida", mientras nosotros hacemos nuestra la vergüenza que ellos tratan de inculcar sobre un procedimiento médico legal que todos apoyamos. Si nos da vergüenza usar la palabra aborto, ¿cómo se sienten las pacientes, los proveedores y el personal de la clínica? ¿Se sienten capaces y orgullosos del valioso trabajo que realizan? ¿O están profundamente avergonzados por tener que dar vueltas alrededor de lo que hacen? Si hablamos abierta, honesta y coherentemente, y eso es importante, acerca de nuestro apoyo inequívoco para el aborto, ¿cambiaría dicha actitud? ¿Se traduciría en menos culpa? Si nos da vergüenza expresar honestamente lo que creemos, ¿cómo siquiera esperamos construir un verdadero movimiento nacional para contrarrestarle al suyo?
Sé que cada localidad tiene sus propias peculiaridades y matices. Sin embargo, tenemos que empezar a ver esto por el prisma de la lucha contra un ataque coordinado nacional a la mujer de parte de un grupúsculo de malditos terroristas —discúlpenme, pero me pongo muy apasionado al respecto— quienes sí matan a las personas y derraman sangre de verdad.
Como he escrito en otra entrada, me pregunto a mí mismo constantemente QHP (¿qué haría papá?). Su ejemplo es mi respuesta: él se enfrentó a los antis en una de las clínicas donde trabajaba el 22/1/93 —o sea, unos dos meses antes de ser asesinado— y cantó "Feliz Cumpleaños a Ti, Roe v Wade". De ahí les tocó la canción de Tom Petty "Yo no daré marcha atrás". Él no pidió disculpas por lo que hizo, estaba orgulloso del servicio que ofrecía y tuvo valor por sus acciones en la cara de los carteles "Se Busca" que llevaban su nombre y horarios colgados por todo el Sureste, el acoso constante y las protestas diarias en sus lugares de trabajo (mi papá trabajaba en seis clínicas en tres estados y fue a cada una cada semana mientras traía su vida en una maleta). Él era honrado sobre el trabajo que hacía, no se avergonzaba del servicio que ofrecía y estuvo completamente dedicado a practicar abortos para las mujeres que los necesitaban cuando los necesitaban y en las circunstancias en las que los necesitaban. Creo que el Dr. Tiller compartía esa pasión y convicción, y es por eso que él continuó después de que Shelley Shannon intentó matarlo en el año 1994 (si no recuerdo mal).
¿No se lo debemos a los caídos en esta guerra ponernos honestos acerca del motivo por el que estamos llevando esta lucha? No era mi intención hablarle tanto tiempo, pero espero que yo haya respondido a su pregunta. Siento que lo logré y lo hice de manera honesta. ¡Yo apoyo a los Servicios del Aborto! Tal vez más valga esa consigna que "Aborto a solicitud y sin disculpas"; sin embargo, si alguien elige hacerse el procedimiento debido a sus causas y condiciones individuales y su médico considera que eso es correcto, ¿qué hay de que avergonzarse, salvo la moralidad retorcida de alguien que nosotros interiorizamos? ¿No son ellos (los antis), pues, los que han de avergonzarse por humillar y abusar verbalmente de las mujeres? En realidad, causan más sentimientos de culpa que el procedimiento, especialmente si la paciente es religiosa. Al final, ellos son los únicos que tienen sangre inocente en las manos, el odio en el corazón y la misoginia en la mente.
Los últimos 20 años muestran una necesidad de denunciar honestamente y a gritos su agenda degradante, y debemos afirmar con orgullo nuestro apoyo al aborto en masa y con frecuencia. Eso no tiene nada de fanático... de nuevo, pido disculpas por haber hablado tanto. Pero ya es hora de luchar y que gran número de personas lo hagan en público debido a que los superamos de 3 a 1. Amor, a ti mi amigo. Espero que mis 3:30 minutos de divagaciones sean razonables y coherentes.
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