¡Otra vez, no!
Policía de Carolina del Norte aseguran que adolescente esposado se suicidó
Carl Dix | 10 de febrero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
Sí, otra vez. Los policías de Durham, Carolina del Norte, aseguran que Jesús Huerta se suicidó el 19 de noviembre de 2013, al dispararse a sí mismo cuando sus manos estaban esposadas detrás de su espalda en el asiento de atrás de un automóvil policial. El tiro fatal le transitó arriba a través de la parte de enfrente de la chaqueta de Huerta, le pegó en la boca y se incrustó en el techo del auto policial. ¡El cuerpo muerto terminó desplomado en el asiento de atrás del vehículo policial con las manos todavía esposadas detrás de su espalda! Hicieron esta afirmación a pesar del hecho de que Huerta estuvo registrado por un policía antes de que le colocaran en el auto policial.
Al explicar cómo esto había sucedido, el jefe de policías José López dijo: "Ya sé que es difícil para personas que no están en organismos del orden público comprender cómo alguien podría pegarse a sí mismo un tiro cuando está esposado con la manos detrás de su espalda…Si bien incidentes como este no son comunes, desafortunadamente han sucedido en otras jurisdicciones en el pasado. López se refería a afirmaciones de los policías de Arkansas de que Chavis Carter, un negro joven, a quien habían registrado dos veces y colocado en un auto policial con las manos esposadas detrás de su espalda, se suicidó al dispararse a sí mismo el 6 de agosto de 2012. López también dijo que el policía quien le había buscado a Huerta era un novato y debió haber pasado por alto la pistola.
Sí, está sumamente difícil comprender cómo esto podría haber sucedido. ¡Y está tan difícil, si no más difícil, creer esta historia! ¿Nos están diciendo que ya que los policías en Arkansas han afirmado que alguien, que había sido registrado por un policía, podía producir una pistola y tirarse a sí mismo en la cabeza con las manos esposadas detrás de su espalda, que debemos creer que Huerta hizo lo mismo? ¿Y a causa de que el policía quien había buscado a Huerta era un novato, debemos creer que Huerta tenía una pistola en su posesión que el policía no pudo encontrar?
Es sumamente improbable que o Huerta o Carter se suicidaron. Pero aunque las autoridades estén diciendo la verdad sobre cómo se murieron, la sangre todavía está en las manos del sistema capitalista. La familia de Jesús Huerta llamó a 911 debido a que tenían preocupaciones sobre su condición mental y estaban considerando la posibilidad de confiarlo al cuidado de una institución. Pero cuando los policías lo confrontaban, lo detuvieron y lo trataban como un criminal, y no como un joven quien estuvo en riesgo. ¿Y qué es lo que eso dice sobre la situación de los jóvenes bajo el sistema este y sobre el futuro que les ofrece si cualquiera de estos jóvenes se había orillado a tal estado de desesperación que se quitara a su propia vida?
Después de la exoneración de George Zimmerman por el asesinato de Trayvon Martin, muchos jóvenes negros gritaron: "¡Nos están matando!" Estos gritos expresan una verdad fría y fea sobre la realidad que enfrenta a los jóvenes negros y latinos hoy en día. Un blanco se ha colocado sobre su espalda.
Esto no es aceptable. ¡Haya que pararlo! Un sistema que exonera a los asesinos de no armadas e inocentes personas negras y latinas vez tras vez es ilegitimo y sencillamente carente de todo valor. Hay que terminar todo esto. Se requiere una revolución, nada menos para parar este y todos los demás horrores que inflige el sistema este sobre la gente, una vez para siempre. Todo aquel quien está hasta acá con el modo en que el sistema está rompiendo los cuerpos y aplastando los espíritus de decenas de millones de personas, todo aquel quien quiere ver un futuro distinto para los jóvenes de los barrios pobres de las ciudades y para toda la humanidad, necesita conectarse con el movimiento para la revolución que estamos construyendo con el Partido Revolucionario Comunista como su núcleo dirigente.
Lo que se requiere ahora mismo es una resistencia en masa muy decidida para oponerse a los ataques que el sistema de "injusticia" criminal del sistema descarga sobre la gente. Todos los que tienen una pizca de justicia en el corazón tienen que unirse para decir BASTA YA de estos horrores. ¡Basta Ya de los asesinatos policiales! ¡Basta Ya de las personas muertas en detención policíaca como Jesús Huerta y Chavis Carter! ¡Basta Ya de la tortura en las cárceles! ¡Basta Ya de la encarcelación a masa y todas sus consecuencias!
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.