Estados Unidos en la Cumbre del Clima de Copenhague de 2009: Espionaje y mentiras mientras que arde el planeta
Larry Everest | 17 de febrero de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
Cuando Barack Obama ganó la nominación del Partido Demócrata en 2008, se comprometió a "construir nuevas sociedades para derrotar las amenazas del siglo 21", incluyendo el cambio climático global. Quince meses más tarde, después de ser elegido presidente, tuvo su oportunidad en la Cumbre de la ONU de diciembre de 2009 sobre el Cambio Climático en Copenhague, Dinamarca, con 195 naciones presentes. Bajo la presidencia de George W. Bush, los Estados Unidos se negó a firmar los acuerdos de Kioto de 2004 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, el impulsor principal del calentamiento global. Muchos esperaban que Obama fuera a cambiar de rumbo y luchar por un acuerdo climático global que tomara medidas significativas para reducir el calentamiento global.
Vaya que se equivocaron. Ahora nos enteramos de que los Estados Unidos desató su aparato de espionaje para asegurarse de que tuviera la sartén por el mango en las conversaciones sobre el clima a fin de que no se aprobara ningún acuerdo que inhibiera el capital global de Estados Unidos ni que le concediera a ninguna otra potencia una ventaja económica o política competitiva.
El 29 de enero, huffingtonpost.com informó que de acuerdo con el material filtrado por el denunciante Edward Snowden, la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) interceptaba y realizaba el seguimiento la "inteligencia de señales" (llamadas telefónicas, textos, correos electrónicos y otras comunicaciones electrónicas) antes y durante la cumbre de Copenhague. Los documentos de "máximo secreto" de la NSA dicen:
- "Los lideres y equipos negociadores de todo el mundo, sin duda, participarán en una intensa formulación de la política de último momento y, al mismo tiempo, sostendrán discusiones secundarias con sus homólogos, los detalles de las cuales son de gran interés para nuestros responsables de formular política".
- En este sentido, la "inteligencia de señales de la NSA sin duda jugará un papel importante en mantener a nuestros negociadores lo mejor informados posible durante todo el evento de dos semanas", incluyendo los "preparativos y metas" de otros países.
- Los memos "proporcionaron con antelación los detalles de la propuesta danesa y sus esfuerzos para poner en marcha un 'plan de rescate' para salvar a la COP-15", así como "esfuerzos detallados de China para coordinar su posición con la India y asegurar que los dos líderes del mundo en desarrollo estén trabajando hacia el mismo resultado".
¿Espió Estados Unidos en una conferencia sobre el clima para poder anticiparse a las acciones de otros países y evitar los esfuerzos para sabotear las conversaciones? ¿Para que pudieran poner mayor presión sobre otros gobiernos a fin de fortalecer un acuerdo para reducir el calentamiento global y proteger el planeta? ¡No!
Los científicos del clima habían afirmado que eran necesarios recortes drásticos en las emisiones de gases de efecto invernadero para frenar el calentamiento global, por ejemplo, recortes de 25 a 40 por ciento por los países industrializados en comparación a los niveles de 1990. Sin embargo, en Copenhague, el gobierno de Obama propuso sólo propuso reducciones de 4 a 6 por ciento de las emisiones del CO2 (un importante gas de efecto invernadero) e insistió en que no iba a firmar ningún acuerdo vinculante al estilo de Kioto. Ello, a pesar del hecho de que en las últimas décadas, los Estados Unidos ha sido responsable de más emisiones de carbono que ningún otro país. (China ha superado a los Estados Unidos como el mayor contaminante del mundo al año.)
Los filtrados documentos de la NSA indican dos principales preocupaciones de Estados Unidos. En primer lugar, una propuesta de Dinamarca (deliberadamente mantenida en secreto por el gobierno danés) era más ambiciosa que cualquier cosa que Estados Unidos estaba dispuesto a firmar. Tal vez Obama estaba preocupado de que esta propuesta pudiera poner a Estados Unidos en una posición económica desventajosa y política vergonzosa. Así que esto se convirtió en un eje del espionaje de Estados Unidos. Un funcionario de Dinamarca dijo que el espionaje puede haberle dado a Estados Unidos una "gran ventaja" al entrar en la conferencia y en las negociaciones allí.
Los documentos de la NSA también muestran que a Estados Unidos le preocupaba que China se uniera a la India (y tal vez a otros países) para exigir que Estados Unidos y otras potencias occidentales se responsabilizaran de una mayor carga ambiental, dada su riqueza y mucho mayor contribución histórica al calentamiento global. El periódico danés Information (30 de enero) llegó a la conclusión de que el documento de la NSA filtrado "sugiere que el... enfoque de la NSA en relación con el cambio climático era el de espiar a otros países para reunir información de inteligencia que apoyara a los intereses estadounidenses, en lugar de la prevención de futuras catástrofes climáticas".
Para Estados Unidos, Copenhague nunca se trataba de la protección del clima y del futuro de la humanidad; se trataba de ganar terreno en la despiadada batalla competitiva de expandirse o morirse del capital mundial de Estados Unidos con sus rivales y competidores, a la vez que mantener una hoja de parra de "preocupación" por el medio ambiente, algo fundamental para la legitimidad mundial y nacional de Estados Unidos.
Como Raymond Lotta señala, no es posible entender las cumbres mundiales sobre el clima como la de Copenhague "fuera del marco de la coacción de conseguir ganancias y la intensa competencia y la rivalidad al nivel de las empresas, sectores y estados-nación en la economía mundial y en el sistema interestatal imperialista". Agrega: "El aspecto más sobresaliente de las negociaciones climáticas recientes es el hecho de que se ha dado ahí una intensa rivalidad entre las 'grandes potencias' — por un lado, que no quieren y no pueden alejarse de manera sustantiva de la dependencia de los combustibles fósiles y, por otro lado, que confinan la adaptación al cambio climático en el marco de los instrumentos del posicionamiento competitivo (los europeos y los chinos, por ejemplo, tienen ventajas en ciertas tecnologías de energía renovable)" ("Las negociaciones sobre el clima y la rivalidad entre las 'grandes potencias'", Revolución #323, 26 de noviembre de 2013).
Lo único que resultó de Copenhague fue un acuerdo de última hora negociado por Obama de que no hizo nada para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras que se presentaba como un gran avance. Era peor que nada el que esto saliera de Copenhague, porque engañó a las personas de modo que creyeran que se estaban haciendo avances y todavía había esperanzas en confiar en Estados Unidos. (Véase "Acuerdo sobre el clima en la cumbre de Copenhague: Un crimen contra el planeta", Revolución #188, 10 de enero de 2010 en revcom.us.)
El planeta corre cada vez más peligro. Un nuevo proyecto del informe del panel de científicos del clima, el Panel Intergubernamental de la ONU sobre el Cambio Climático, encuentra que "las naciones han arrastrado los pies tanto en la lucha contra el cambio climático que la situación se ha vuelto crítica y crece el riesgo de un severo trastorno económico", que "otros 15 años de fracasos en las actividades de limitar las emisiones de carbono podrían hacer que el problema sea prácticamente imposible de resolver con las tecnologías actuales" y que "no está claro si jamás existirán tecnologías de este tipo en la escala necesaria" ("U.N. Says Lag in Confronting Climate Woes Will Be Costly", New York Times, 16 de enero de 2014).
De Obama para abajo, los gobernantes de Estados Unidos dicen que la masiva operación de espionaje y recolección de información del gobierno se trata de la "seguridad nacional" de Estados Unidos. ¿Por qué esta "seguridad nacional" dicta un espionaje masivo en una cumbre ambiental (y las demás infamias que Estados Unidos comete en todo el mundo y contra el planeta)? Están hablando de la "seguridad nacional" de la nación imperialista dominante en el mundo y nos dicen que están obligados a mentir y espiar para proteger esos intereses. ¿Qué dice esto acerca de la naturaleza y la legitimidad de un sistema de este tipo, si la humanidad puede seguir tolerando un sistema de este tipo, y lo que en realidad se necesitará para librar al planeta del mismo?
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