La encarcelación en masa, los demócratas y Ángela Davis

No dejes que te engañen; y no dejes que otros sean parte de engañarte

19 de mayo de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

A continuación un pasaje del importante discurso del Partido Comunista Revolucionario, "Dónde nos encontramos en la revolución", que se ha presentado en varias ciudades en el mes de mayo.

 

En torno a la encarcelación y criminalización en masa, se vislumbra un estado de ánimo diferente, más combativo. Se ha venido creciendo por un tiempo y nuestro partido, y otros, han sido parte de construirlo. Y ahora, de repente, los demócratas —después de al menos 25 años de superar a los republicanos en la encarcelación de las masas de jóvenes negros y latinos y de eliminar el derecho a las apelaciones, de superar a los republicanos en sus sermones a estos jóvenes sobre lo de que “no hagas excusas” y de promover la tristemente célebre expresión racista: “la mano dura con el delito”—, se están haciendo pasar por personas “muy preocupadas por la encarcelación en masa”. Te prometerán todo con el fin de apaciguar tus luchas y conducirte por un callejón sin salida. No dejes que te engañen; y no dejes que otros sean parte de engañarte. Esta es una coyuntura crítica.

Un botón de muestra de cómo NO entender lo que hacen estos gobernantes y los peligros concretos implicados: Ángela Davis, quien hace poco salió en el programa de Amy Goodman sobre la encarcelación en masa. Dijo, en referencia al súbito “interés” de Obama en la encarcelación en masa:

Es una lástima que él haya esperado hasta ahora para pronunciarse, pero es bueno que se haya pronunciado…. Pienso que después de estas elecciones histórico-mundiales, fuimos a casa y decidimos que este hombre en Washington por sí solo iba a encargarse de las cosas para nosotros, y no reconocimos que en realidad era presidente de los Estados Unidos imperialistas y militaristas. Y pienso que podríamos haber tenido más victorias durante la era de la administración de Obama si nos hubiéramos movilizado, si le hubiéramos presionado constantemente y además si hubiéramos creado las posibilidades para que él adoptara posiciones más progresistas.

Esto es precisamente el modo de pensar que ha facilitado el camino al horror de los últimos 40 años. Se trata de un falso camino — es un camino peligroso, pero no necesariamente tiene esa apariencia. Así que desglosémoslo.

Primero, Obama están “pronunciándose” al respecto solamente porque con mayor frecuencia otros países están usando el ultraje de la encarcelación en masa para neutralizar las afirmaciones de Estados Unidos de que se es el paladín de los derechos humanos Y ADEMÁS porque crece la frustración del pueblo negro así como de muchas otras personas que habían cifrado sus esperanzas en Obama. Si él no “se pronunciara”, correría el riesgo de perder el control de “la base demócrata” — es decir, las masas oprimidas que los demócratas tiene la responsabilidad de engañar y controlar. Segundo, ¿de qué se trata este “pronunciamiento”? ¿Él está llamando a las personas a mover cielo y tierra para eliminar este ultraje o al menos a protestar? No. En su esencia este “pronunciamiento” ha tomado la forma, en su discurso del 27 de febrero en la Casa Blanca, de echarles la culpa a los negros por ser supuestos malos padres — y aquí digo que se requiere mucho descaro para encerrar por años y años a millones de hombres y miles de mujeres por cargos de posesión de drogas, a cientos de kilómetros de sus hijos empobrecidos, los que no tienen dinero para ir de visita ni siquiera llamarles… o poner a las mujeres negras en situaciones en las que tienen que trabajar cuando no tienen dinero para una guardería infantil, gracias a Clinton quien puso fin a “la ayuda pública tal como la conocemos” y a menudo estas mujeres batallan contra el desahucio si es que no están sin techo a la vez… y luego les echa la culpa a éstas por ser supuestas malas madres. Por tanto, para nada es “bueno” que Obama “se esté pronunciando”..

Tercero, el principal “significado histórico mundial” de la elección de Obama fue la manera en que tantas personas progresistas conscientemente se engañaron a sí mismas y a otros acerca de una “narrativa que hace que se sienta bien” sobre lo que esas elecciones iban a significar y por qué los que seleccionan a los candidatos (y aquí no se refiere a ustedes y a mí) decidieron elegir a Obama — precisamente para servir como “mejor carta” con el fin de convencer de nuevo a los millones de personas que habían empezado a dejar de “creer en Estados Unidos” durante los años de Bush.

Y, a propósito, no es cierto que todos “desconocieron” que Obama era imperialista y militarista — por nuestra parte, lo reconocimos pero también insistimos en arruinar la fantasía de los demás —la “narrativa” de los demás— al no cejar en decir esa verdad “incómoda”. Si por fin va a admitir la verdad ahora, pues como mínimo que diga la verdad tal como es: que él es un criminal de guerra. Las palabras “imperialista” y “militarista” no son palabras de moda sin contenido cuyo propósito es demostrar que uno entiende; más bien contienen significados específicos — se refieren a alguien que es jefe de un sistema que se caracteriza por actividades de dominar la mayor parte del mundo que sea posible y de hacerlo por medio de la violencia militar o la amenaza de la misma. El imperialismo y el militarismo no son un conjunto de políticas o actitudes que se pueden encender o apagar o de alguna forma mitigar según quien esté al mando: describen a un SISTEMA. Si alguien es el jefe de ese sistema, pues eso implica que cada cálculo que él —o ella— hace se basa en la promoción de los intereses de ese sistema. Lo que Obama decide hacer o no hacer sobre la encarcelación en masa se basa en eso, por ejemplo, al tomar unas pocas medidas dilatorias o hasta simplemente decir algunas cosas, con el fin de impedir que las personas se levanten o, cuando sí comiencen a agitarse en concreto, con el fin de desviarlas hacia cauces que no perjudicaran al sistema y que, en los hechos, ni siquiera empezaran a afectar a la encarcelación en masa y por ello, terminaran por desalentar y desmovilizar a la gente. Nosotros no lo “olvidamos” ni tampoco lo olvidaron otras personas, y no “fuimos a casa” — nos unimos para LUCHAR contra estos ultrajes, para ser arrestados en torno al parar y registrar, para apoyar a la heroica huelga de hambre de los presos en California y otras prisiones; trabajamos con las patrullas barriales del pueblo para detener el abuso ilegítimo e ilegal al amparo de la autoridad, y otras cosas.

Si termináramos por encauzar nuestra lucha a fin de “crear la posibilidad para que Obama haga algo mejor”, no haríamos nada mejor que unos becerros que balan para entrar en el corral de engorda porque ahí hay más comida, con la esperanza de que el ganadero no los lleve al matadero. La Red Parar la Encarcelación en Masa ha convocado a un mes de resistencia en octubre — y durante los meses preparatorios, si bien esta lucha tiene muchas formas en que pueden participar muchísimas personas con muchos puntos de vista distintos, tiene que romper las ataduras de la respetabilidad, encontrar los medios de sacar a las personas en Estados Unidos de su espacio de seguridad y comodidad y confrontarlas con la realidad de lo que están dejando ocurrir y poner en claro que hay gente con una creciente determinación de ¡ya NO aguantar esto! Y no se puede hacer eso en concreto al pensar acerca de “abrir espacios para Obama”. ¿Sabes qué? Él no quiere esos espacios. Además, él lo dirá, tal como llamó comparecer en la Casa Blanca esta primavera a los activistas de derechos del inmigrante y exigió que aflojaran sus protestas. Si uno entiende bien que Obama representa a un sistema — un sistema que dice que está en el camino de encarcelar a la tercera parte de los bebés varones negros que nacen en cualquier año dado… un sistema que en realidad NO tiene ningún derecho de gobernar ni ninguna legitimidad en absoluto por ese único hecho…… pues, que actúe según esa creencia y llévela a otros. Sea parte de debilitar ese muro, y no les siga a las personas que pretenden parchar las grietas del muro y poner pintura sobre el óxido.

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