Entrevista a un ex preso, segunda parte:

La ciencia, la teoría revolucionaria y entrándole a Bob Avakian

Actualizado 1 de noviembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

NOTA DE LA REDACCIÓN: A continuación posteamos la segunda parte de una entrevista a un ex-preso que mediante el contacto con el periódico Revolución, los escritos de Bob Avakian y la literatura del Partido Comunista Revolucionario, decidió que iba a dedicar su vida a ser emancipador de la humanidad. Se revisó para su publicación. Estamos presentando la entrevista en tres partes. Aquí posteamos la segunda parte. Ya posteamos la Primera parte y la Tercera parte.

 

Revolución: Me has contado de otras rupturas, ambas políticas e ideológicas que tuviste que hacer también. Mencionaste todas las preguntas que tenías. Pero hubieron otras cosas como el nacionalismo, tu punto de vista sobre la opresión de la mujer... hubieron diferentes rupturas en tu trayectoria y preguntas que tenías. ¿Puedes hablar más sobre eso?

X: Continuaba cambiando mi forma de pensar y haciendo más rupturas al ver que las cosas que odiaba surgían de una misma fuente. Yo veía las cosas en una forma nacionalista: están jodiendo a "mi gente", "mi gente" pasó por esto. Pero también dije, carajo, ¿qué fue lo que le pasó a la gente negra? Y ¿qué es lo que le están haciendo? Y a la gente indígena, ¿qué están viviendo y qué le están haciendo? ¿Y a las mujeres? Yo vi muchas cosas en mí que tenía que romper en cuanto a la manera en que trataba a las mujeres y en la manera en que las veía. Cuando empiezas a pensar sobre la opresión y la discriminación, tienes que confrontar, ¿estás contra la opresión o estás BIEN con la opresión en algunos casos? ¿Está BIEN que "mi gente" no sea jodida, pero está BIEN que el mismo sistema joda a otra gente? Y siendo así, ¿qué es lo que quiero? ¿Quiero ser parte de ese sistema? ¿Quiero estar con los de arriba de ese sistema y joder a los demás?

Mi respuesta fue, "NO. Eso no es lo que quiero. Quiero ponerle fin a la opresión". Pero ¿cómo hacerlo? Entre más lo consideraba, tuve que mirarlo en una forma más amplia. No puedo mirarlo en una forma tan estrecha que solamente pienso en mi gente y en lo que me está pasando a mí. Deveramente comencé a odiar la opresión. Antes estaba lleno de odio contra la gente que no debía odiar. Entonces encontré mi humanidad. Recobré mi humanidad al levantar la vista.

Comencé a pasar por ese proceso antes de pensar en la revolución. Pero cuando comencé a entrarle a eso de la revolución, di un salto. Pero no tan grande porque aún había muchas cosas con las cuales no había roto. Y aún hay cosas con las cuales tengo que romper, pero ahora estoy más consciente de ellas. Y sigue siendo una lucha y un proceso. Pero sí ocurrió un verdadero salto cuando le entré a algunas de las cosas que surgieron de Lo BAsico, "No puedes romper todas las cadenas, menos una". El proceso por el cual pasé y las preguntas que me tuve que hacer sobre si yo estaba bien con toda esta mierda.

Por ejemplo, en la cárcel existe mucha homofobia. Es un insulto o un chiste si le llamas gay a alguien. Pensé sobre esto y llegué a la conclusión que esto es algo muy jodido. Y lanzar lucha con los prisioneros allí y es como, "Espérate un momento, ¿qué carajo hace este tipo defendiendo a los gays"? [se ríe] ¿Qué pasa contigo?” Yo le contestaba: "No me gusta la opresión, no me gusta la discriminación, no me gusta joder con la gente solamente porque es diferente".

A veces surgía la cuestión del matrimonio, "Está bien, déjenlos hacer lo que quieran, pero ¿lo de casarse?" Y yo decía, “¿Están tratando de casarse contigo? No tienes que casarte con nadie si no quieres”. [se ríe] A veces cuando yo decía eso, otros prisioneros se reían y decían, "Entiendo el argumento". Yo le decía a la gente, "¿Qué te están haciendo a ti? ¿Por qué te sientes tan ofendido por lo que hace otra gente? ¿Por qué te duele tanto? No debe afectarte tanto".

Revolución: Dijiste que tuviste que luchar para recobrar tu humanidad y cuando le entraste a la revolución, diste un salto. ¿Qué quieres decir con eso?

X: Empecé a sentir por la gente. Empiezas a hacer unas conexiones. Y empiezas a pensar sobre la realidad detrás de las cosas, no solamente de las palabras. Recuerdo cuando niño ver comerciales en la televisión, "contribuyan dinero para darles de comer a los niños". Yo veía eso y decía, eso está jodido. Y empecé a pensar sobre eso porque al crecer me quitaron ese cuestionamiento. Cuando era niño yo pensaba, "Hay tanta gente rica y tanta gente pobre, ¿por qué no le quitan la riqueza a los ricos y les dan de comer a los pobres?” Solamente era un niño. Estaba en la escuela primaria cuando pensaba así. Pero el sistema te quita ese cuestionamiento. Empiezas a pensar que hay una necesidad permanente, de que las cosas son como son. Pero cuando empecé a entrarle más a la revolución y la gente hablaba sobre todo el sufrimiento en el mundo, recordaba a esas imágenes: los niños se morían de hambre, niños con vientres hinchados por la malnutrición y no porque comieron mucho, los niños se morían de diarrea y todas las cosas horribles que le pasan a la gente.

Por lo tanto, comencé a pensar más y a recobrar mi humanidad. Empecé a sentir amor por la gente. Era amor por la gente y odio por el sistema porque comencé a entender de dónde proviene todo este sufrimiento. Solamente porque un cabrón rico no puede hacer dinero, este niño no puede comer, no puede tener medicamento, no puede tener un sistema sanitario. Y el motivo era porque alguien no podía hacer dinero, no podía hacer ganancias de eso. Así que no se hizo. Lo que me tomó fue el pensarlo, en la realidad de todo esto. Traté de pensar sobre esto lo más posible, del sufrimiento que deveramente vivía la gente. Recuerdo que una vez leí sobre niños que inhalaban pintura para quitarse el hambre. Recuerdo yo mismo inhalando pegamento o pintura, no porque tenía hambre, sino para drogarme.

Entre más me concientizaba sobre el sistema, más lo odiaba y más amor sentí por la gente. Estaba cambiando porque pensaba que no tenía sentimientos, pero eso no era cierto. Quería negar los sentimientos lo más posible para no sentir toda esta mierda... no sé ni cómo describirlo. Creo que lo hice tratando de escapar de algo, de no tener corazón, de ser el fuerte, como si decir, "No me importa un carajo". Así fingía que no me importaba o trataba de que no me importara.

Pero entonces aprendí a que me importara. Empecé a aprender a sentir por la gente y a odiar la opresión. Fue ahí donde comencé a hacer conexiones, tenía que hacer rupturas donde quiera que pudiera identificar la opresión. ¿Qué carajo? ¿Qué estoy pensando? No debo odiar a gente porque es gay. No debo odiar a las mujeres por ser femeninas. Comencé a ver a las mujeres como seres humanos, pensaba, oye, ésa es un ser humano.

Entre más me radicalizaba, más odiaba al sistema y trataba de identificar la opresión y discriminación dondequiera que la veía. Comencé a odiarla. Comencé a ver la necesidad de romper con la forma en que pensaba entre más me cuestionaba a mí mismo y a mi forma de pensar. Es difícil mirarse a uno mismo y ver todas las cosas que tienes que cambiar en ti. Porque hay gente con la tendencia a decir que están bien con su forma de ser: "No quiero cuestionar, voy a defender cualquier punto de vista que tengo ahora sin deveramente tratar de entenderlo, y tratar de buscar justificación en las formas en que somos". Es algo difícil reconocer que has estado equivocado sobre algo. No solamente equivocado, sino horriblemente equivocado, y luego tener que cambiar, pero reconociendo la necesidad de cambiar.

Revolución: Eso es lo que te iba preguntar, ¿cuál fue la necesidad? No cambiabas porque querías mejorar tu condición en sí. Por lo que, ¿cuál era la necesidad?

X: La necesidad fue la revolución. Vi la necesidad para la revolución. ¿Qué cambio voy a sostener si todavía me aferro a esta otra mierda? Si yo quería cambiar el mundo en serio, había una necesidad de que yo me cambiara a mí mismo. Yo no podía decir: “Cambiemos esto pero sigamos jodiendo con la gente de allá”. Moralmente no era correcto pensar de esa manera. No era que esto simplemente no iba a funcionar para una revolución, pero que existía un contexto para esto — si quieres una revolución, no puedes ser así, no puedes aferrarte a ese modo de pensar o a estos hábitos viejos, tienes que cambiarlos.

Y mientras más seguro me sintiera sobre la revolución, más estuviera dispuesto a hacer sacrificios y a cambiarme a mí mismo porque tenía que haber algo más que sentirme bien conmigo mismo. Cuando violaba la ley, eso me hacía sentir bien. No te voy a mentir — me sentía bien cuando estaba jodiendo con la ley. Era emocionante violar la jodida ley y hacer todas las cosas estúpidas que estaba haciendo. Pero tuve que romper con todo eso porque eso no iba a ayudar a la revolución. Eso implicaría entregarme al enemigo. Así que tuve que empezar a reconocer todo esto y tuve que empezar a ser menos egoísta, reconociendo y viendo todo lo que tenía que cambiar en mí mismo y preguntarme: ¿cómo es que eso contribuye a la revolución? Quizás me haga sentir bien, pero no ayuda a la revolución, refuerza formas viejas de pensar.

Revolución: De la misma manera, como dijiste anteriormente, al ver el contenido de todo eso, ¿no es cierto que ese “sentirte bien” andaba a la par con el “no sentirte bien”?

X: Sí, era como, ¿qué era lo que yo hacía? ¿Qué rol desempeñaba yo cuando reforzaba y extendía toda esa mierda? Así que era algo que tenía que abandonar. Eso no fue fácil. Porque como dije, durante toda mi vida, el único propósito que tenía era la vida de pandillero. Era lo único que me importaba, que me encantaba hacer. Haciendo cosas locas era la única cosa que me hacía sentir bien y tuve que renunciar a ella. Ya no podía tratarse de eso. Se había convertido en mi razón de ser. Era por lo que estaba dispuesto a luchar y por morir. Y también tenía a tantos amigos que habían muerto por ello. Antes era, “carajo no, no murieron sin motivo, murieron por el vecindario, y no voy a defraudarlos”.

Pero lo jodido es que sí murieron sin motivo. Cuando tomas en cuenta el resto del mundo, murieron por algo muy, pero muy insignificante. La gente no lo considera insignificante porque hay muertes, pero cuando lo miras desde una perspectiva más amplia, murieron por algo muy insignificante. Cuando levantas la vista y ves cómo pudiera ser este mundo, cómo deveramente pudiera cambiar, es como que, “carajo, murieron por nada”.

Entre más reconociera las razones por las cuales la gente actuaba de esa manera y lo que estaba emulando o copiando cuando actuaba así — vi que estas son cosas las que moldea el sistema. Empiezas a ver que es el sistema el que obliga a la gente a actuar de esta forma. Por eso comencé a ver las conexiones y a culpar al sistema por todo esto. Culpé al sistema por la muerte de todos mis amigos. Y pensaba, “lo que hace esto es este jodido sistema”.

Mi sobrino fue asesinado durante el tiempo que estuve encarcelado. Ya tenía un sentido de la causa de eso, pero todavía sentía que quería venganza. Pero al mismo tiempo luchaba por entender que el sistema causa todo eso. Eso fue una de las cosas con las que tuve que luchar — ¿quién tiene la culpa?

Cuando identificaba al sistema mi batalla contra él se convertía en algo más personal porque afectaba a toda esta gente que yo quería, a todos mis amigos. Recuerdo el dolor que estas guerras insignificantes les causó a sus familias. Me hizo odiar al sistema aún más. Entre más pensaba sobre el sistema, más pensaba sobre todo de lo que el sistema era culpable. Y entre más odiaba al sistema, más quería luchar contra él. Como cuando era pandillero y estaba dispuesto a morir, estaba dispuesto a hacer sacrificios. Ahora miro al sistema y quiero hacer sacrificios para ponerle fin y que realmente son sacrificios que significan algo. Comencé a ver la necesidad de sacrificar mis propios deseos por lo que contribuyera a la revolución.

Revolución: Hablaste sobre la seriedad en lo que leías en el periódico Revolución y de BA — podías ver que lo que trabajan para hacer es de hacer una revolución. Pero había otras cosas de las cuales escribiste mientras estabas adentro sobre el trabajo de BA. Estabas bregando con cuestiones grandes sobre la teoría revolucionaria, sobre la nueva síntesis del comunismo. ¿Puedes hablar más de las cosas sobre las cuales bregabas?

X: Eso es algo que se aprende al hacer las cosas científicamente y al reconocer la ciencia. Y eso tuvo que venir a través de la lucha leyendo otras cosas también. Como expliqué, comparando y contrastando y sumergiéndome dentro de lo que era realidad. No quería aceptar algo sin haberlo cuestionado. Había mucho que no comprendía, así que lo cuestionaba — ¿por qué es o no es esto cierto?

Por ejemplo, BA hizo una crítica a un concepto filosófico postulado por Marx llamado “La negación de la negación”. Cuando leí esa crítica, pensé, ¿por qué es que no es cierta la negación de la negación? Fue bastante difícil leer a Marx, pero también emocionante leerlo porque hablaba sobre una forma diferente que el mundo podía ser e identificaba dónde está la fuente para ese cambio e identificaba al comunismo como una ciencia , una forma de entender la sociedad científicamente. Así que me agradaba leer a Marx y pensaba, “¿Quién carajo va a criticar a Marx? Aquí está BA diciendo que la negación de la negación no es verdad. ¿Por qué carajo no?” [se ríe]

Pero comencé a ver que no siempre era así. La Unión Soviética y China demostraron cómo la cosa no es un proceso tan lineal. El socialismo no niega al capitalismo porque aún quedan muchas contradicciones. Todavía hay mucho movimiento. Las cosas no son tan fáciles.

O cuando BA habla sobre la realidad objetiva y la verdad, ¿qué es la verdad? No importa quién hable con la verdad. Si vamos a proseguir científicamente y si estamos dispuestos a lanzarnos hacia la revolución, tenemos que reconocerlo. Esa verdad no va a surgir de solamente un sector de la gente, o de las personas con puntos de vista iguales. Como si fuese a estar de acuerdo contigo porque estás por el comunismo, y voy a estar en desacuerdo con aquél porque está a favor del capitalismo, aunque posiblemente dé con un punto que sea cierto y es algo sobre lo cual tengamos que llevar lucha. Eso fue una de las cosas.

Y pues, BA habló sobre el escenario mundial y lo decisivo que era, y que toda esta mierda que pasa en el mundo ejerce un efecto. La cosa no se limita a un solo país y a lo que puedes hacer en un solo país sin considerar al mundo en su conjunto y lo que vas a confrontar. Estas son cosas que hay que considerar seriamente cuando se piensa sobre la revolución. Las tienes que tomar e incorporar en tu enfoque y en la teoría que estás empuñando.

Leía otras cosas que no me convencían. No estaban basadas en la ciencia, o ignoraban muchas de estas cosas. ¿Cómo carajo vamos a hacer la revolución de esa manera?

No estaba encontrando esto en ningún lugar excepto en BA y en el periódico Revolución. Me sumergí en todo eso. Trataba de entenderlo. Trataba de averiguar, ¿por qué era cierto? ¿Por qué no era cierto? Y entre más lo hacía, más me convencía, “Claro, es un hecho innegable”. Hasta que llegaba al punto donde no podía cuestionarlo más. En ese momento, me decía, Carajo, déjame ver qué otra cosa puedo cuestionar”. [se ríe]

Pero de ahí tuve que reconocer que, “Bien, ¿por qué pensaba de esta manera? ¿Qué estaba mal con mi enfoque? ¿De dónde procedía yo?”

Yo había leído alguna literatura anarquista y dudaba de los líderes. Antes pensaba, “n’ombre, ¿quién es este tipo blanco?” Y “¿Qué carajo lo hace tan especial?” Y eso porque el periódico Revolución hablaba sobre BA y yo estaba juzgándolo antes de conocer el contenido. Al entrarle más, me decía, “Oye, éste es un hombre blanco muy formidable”. [se ríe]

Por lo que me cuestionaba a mí mismo, “¿por qué pensaba de esta forma? ¿De dónde procedía?” Y reconocí esa estrechez de mi pensar, ese nacionalismo, simplemente errores en pensar cómo en realidad íbamos a hacer una revolución.

Sí reconocí la necesidad de tener líderes. Por eso es que la literatura anarquista no me atraía tanto. Anteriormente me gustaban algunos anarquistas. Leía a Emma Goldman y pensaba, “Carajo, ella es genial”. Pero pensaba, “Carajo, de veras necesitamos líderes debido a los diferentes niveles de entendimiento sobre cómo avanzar hacia adelante y alguien tiene que tomar la responsabilidad de dirigir”. Por eso la literatura anarquista no me atraía. Era muy irrealista. Como dijo BA en el discurso "La base material y el método para hacer una revolución", Ten la humildad de dejar que te dirijan, sin un atisbo de servilismo. Eso es un reto.

Revolución: ¿Qué quieres decir con eso?

X: Hay trabajo que tienes que hacer. Tienes que tomar responsabilidad por ti mismo, y si estás equivocado, tienes que reconocerlo. No hay lugar para la arrogancia en esto, ni para el egoísmo o el ego. Pues, ¿para qué carajo estás luchando? Tienes que tirar esa mierda por la ventana. Si te basas en el deseo de hacer la revolución, pues tienes que preguntarte, “¿Para quién y para qué?”

Por lo que no constituye tanto sacrificio abandonar todo eso ni reconocer que esa es una ruptura que necesito hacer. Así que me alegro que alguien me haya señalado eso. Pero aún hay más que tienes que hacer. Tienes que entrarle profundamente al “¿por qué no?” Como, ¿por qué es que estoy equivocado? A entrarle profundamente. Hay trabajo que hacer y no puedes ser servil al respecto”. “Está bien, ¿cuál es la línea? Está bien, ¿cuál es la línea en cuanto a esto? Está bien, le voy a seguir”. No. ¿Por qué? ¿Por qué es correcta? ¿Por qué no?

Revolución: Hablaste anteriormente de que te atraían Marx, Lenin y Mao y la seriedad con la cual bregabas con los escritos de BA. ¿Qué te impulsó a decir, “Sí de veras estamos por hacer cambios fundamentales, tenemos que ir a esta teoría”?

X: Unos pocos de nosotros en una ocasión tratamos de tener un grupo de estudio, pero transfirieron a algunos antes de deveramente iniciarlo. Pero cuando hablamos de formarlo, hablamos de que tenemos que entender las cosas más a fondo para poder empuñarla, para poder utilizarla y para poder explicársela a otros. Se me olvida quién lo dijo, pero hay una famosa cita, “Si no crees en nada, cualquiera puede engañarte". Yo miraba la historia y me decía, “Mira a toda la gente que quiso levantarse contra algo, pero los líderes los llevaron por el camino equivocado. Y es que esa gente no bregaba con la línea. No comprendían hasta dónde llegarían con eso”. Pensaban, “Está bien, esos son los opresores, vámonos, levantémonos contra ellos y con eso basta”.

Pero eso no basta. Pues, si la línea no es correcta, podría conducir derecho a la misma situación y la gente terminará por desmoralizarse. Observas un poco a la historia y ves que vuelve a pasar lo mismo una y otra vez. Por lo que la gente empieza a pensar, “Para nada podemos cambiar las cosas, así es la vida”. Y se vuelve a la desmoralización y las cosas continúan como antes. Pero eso es incorrecto porque las cosas sí pueden cambiar. Lo que pasó fue que hiciste las cosas mal. Trataste algo que no iba a funcionar y que iba a dejar al sistema intacto. No te fijaste la mira en hacer un cambio fundamental. No tratasteis de comprender todo científicamente ni entender por qué es el mundo como es. Pensaste que solo se debía a unos gobernantes malos, pero se debe a que hay un sistema jodido. Y después cuando sacaste del poder a los malos gobernantes, mantuviste el mismo sistema, y te distes cuenta que las cosas continuaban jodidas. Decides, “Ah, de todos modos no puedes cambiar nada”. Así que tienes que bregar más con la teoría. Deveramente tienes que entenderla.

Y, de ahí comencé a ver aún más la importancia, cuando comencé a entrarle a Revolución y comencé a aprender más sobre cómo China fue derrocada. Había esos seguidores del camino capitalista y trabajaban para llevar las cosas hacia atrás y había diferentes líneas en contienda. Algunas de las líneas que promovían esos capitalistas sonaban muy lógicas para muchas personas que no forcejean con esto. “Bien, estas son las industrias más rentables, así que centrémonos en eso”. Por lo que eso crea más desigualdad, pero sonaba bien para muchas personas.

O cuando las personas hablaban sobre el Medio Oriente y reconocían que Estados Unidos quería su petróleo. Algunos decían, “Dejen que esa gente extraiga su petróleo y lo vendan y hagan lo que quieran”. Pero eso sólo mantiene intacto al sistema y para nada vas a crear cambio. Si lo hicieran, continuaría la miseria allí, nada habría cambiado, y luego dirías, “Caramba, no se puede hacer nada”.

Por lo que hay que reconocer que tienes que romper con esas relaciones. Entre más entiendas eso, más entiendes la importancia de la teoría si en serio vas a hacer la revolución.

A veces, no es fácil, “Oye, no me gusta bregar con todo eso, me abruma”. Pero todavía quieres cambiar al mundo y piensas, “Carajo, tengo que hacerlo. Lo tengo que hacer. Tengo que entrarle a esto”. Traté de bregar con la teoría lo más posible. Recuerdo que me había inspirado Mao. Comencé a leer las notas del Tomo 1 de las Obras Escogidas. Puedes ver qué tanto él lucha por mantener la revolución en el camino y asegurarse que siga hasta la revolución, sin aceptar nada menos. Es una lucha constante por mantener una línea revolucionaria al mando de todo. Podría desviarse muy fácilmente de eso.

Por lo que es necesario bregar con la teoría para mantener las cosas sobre el camino revolucionario, no bajar la vista a nada menos que esto, pero puede que no sea fácil hacerlo porque siempre estamos confrontando dificultades y obstáculos y eso puede abrumar a las personas. Pero si reconoces que todo podría ser mucho mejor, pues, “Al carajo, hagamos todo lo que podamos para asegurarnos que triunfemos y sigamos hacia el comunismo”.

 

Publicamos la entrevista en tres partes. Vea también Primera parte: Rompiendo con la vida de pandillero Entrándole en la revolución REAL y Tercera parte: Que no arriesgues la vida por estupideces… Conéctate de veras con la revolución.

 

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