¡A avanzar según sus convicciones!
Tenemos que detener el cambio climático
6 de octubre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
De 300.000 a 400.000 personas se tomaron las calles el 21 de septiembre en la Ciudad de Nueva York en la Marcha Climática de los Pueblos, la marcha más grande jamás sobre el cambio climático y la respectiva amenaza a la vida y ecosistemas del planeta. La protesta tal vez represente un verdadero punto de viraje en la lucha para salvar el planeta.
Participaron personas de amplios sectores sociales. Se estima que unos 50.000 estudiantes de cientos de universidades marcharon, además de contingentes de los ámbitos científicos, laborales y religiosos. Participaron gente de la clase media y la gente común. A la cabeza de la marcha iban los pueblos indígenas y contingentes de los países pobres del Sur Global, donde el calentamiento global está causando el aumento del nivel del mar, un clima más severo y la ruina de la agricultura, que podría poner en peligro la vida de muchos millones de personas.
Un movimiento amplio, líneas y programas en contienda
La marcha se conectó con la gran manantial de inquietud entre los millones de personas sobre el destino del planeta. En todo tipo de formas creativas, como pancartas, coros, estandartes, carrozas, bandas de música, arte y camisetas, se expresó esta sensación de creciente peligro. Marcharon por el futuro de la humanidad y los frágiles ecosistemas de la Tierra. No sólo estaban motivados por un sentido de la inminente catástrofe si no se cambiara el curso de las cosas de manera dramática y drásticamente. Un número tan grande de personas también marcharon descontentas por las acciones y programas de los gobiernos, los países y los que estaban sentados en los sedes del poder del mundo.
En el movimiento ecologista hay muchas diferentes fuerzas sociales. Diferentes tendencias y perspectivas están interactuando y contendiendo sobre cómo entender la causa de la crisis del clima y lo que hay que hacer. Todo esto estaba en juego en los días en preparación para la marcha y en la marcha misma.
Algunas fuerzas promueven estrategias legislativas para poner fin a la fracturación hidráulica, un método ambientalmente destructivo de extracción de gas natural. Otros piden medidas locales de base para limitar las emisiones de carbono. Unas filosofías y programas anarquistas ponen el énfasis en la construcción de una resistencia hacia una meta de descentralizar la sociedad y vivir en pequeñas unidades autónomas. Hay quienes sostienen que la gente necesita darle a Obama otra oportunidad para actuar sobre el cambio climático y que la manifestación podría presionarlo para "hacer lo correcto". Los comunistas revolucionarios también participaron, con el argumento de que la protección de los ecosistemas planetarios requiere una revolución.
Este número especial de Revolución se centra en la emergencia ambiental frente a la humanidad y los ecosistemas de la tierra. En este número mostramos:
- las dimensiones de la emergencia…
- la fuente de sus causas en el sistema capitalista, y por qué es imposible que ese sistema solucione esta crisis…
- una salida y un camino adelante para la humanidad — una sociedad revolucionaria en la que podamos realmente vivir como los guardianes de la naturaleza, en lugar de saquearlo.
Léalo en línea…
Hay una oleada creciente de lucha. Muchos estudiantes, indignados por el hecho de que sus universidades tienen inversiones en empresas petroleras, han lanzado protestas para exigir que sus escuelas retiren dichas inversiones.
Las maniobras de las fuerzas de la clase dominante
Unos sectores de la clase dominante de Estados Unidos han estado trabajando para hacer incidir su influencia. Están tratando de mantener este movimiento creciente dentro de los cauces sin salida que no amenazan el status quo. También quieren "tender un brazo alrededor del movimiento" para ayudar a embellecer y hasta darle respaldo a la imagen del imperialismo estadounidense en el mundo: "Oye, todos estamos tratando de trabajar sobre el cambio climático, y Estados Unidos puede y debe dirigir".
Se celebró la marcha un día antes de una importante cumbre mundial de las Naciones Unidas sobre el cambio climático. Los imperialistas estadounidenses no tienen ningún interés en revertir la trayectoria del crecimiento impulsado por las ganancias que ha llevado a esta emergencia climática extrema. Pero en efecto están muy empecinados en usar estas conversaciones para promover sus intereses de gran potencia, en particular, para llevar a cabo la rivalidad con otras grandes potencias capitalistas, especialmente China, y para asegurarse de que todas las medidas adoptadas para ayudar a los países pobres del Sur Global a hacer frente a la crisis del clima se ajusten a las necesidades de mantener la dominación global de Estados Unidos.
Una situación dinámica, plantando el polo de la revolución
En el pensar de las personas sobre las causas y las soluciones a la crisis climática hay mucho dinamismo y estire y afloje. Este es un momento de enorme forcejeo en busca de respuestas y gran potencial de cambios radicales. En esta situación, el Partido Comunista Revolucionario, Estados Unidos trajo un análisis revolucionario de lo que está impulsando esta crisis y qué se necesitará para hacerle frente en serio y actuar en consecuencia, en toda su extensión y enormidad.
El PCR organizó un contingente en la marcha: "El capitalismo está destruyendo el planeta, necesitamos la revolución, y nada menos”, que tuvo un buen impacto con una gran pancarta y llamativos coros voceados por un fuerte sistema de sonido a los miles de manifestantes y al lado de la marcha sobre la fuente y la solución revolucionaria a la emergencia, y vinculaban la batalla por salvar al planeta a otros frentes importantes del conjunto del movimiento para la revolución.
Únicamente el derrocamiento del capitalismo y de ahí, la transformación más radical y profunda del sistema económico y social del capitalismo y sus valores puede capacitar a la humanidad para hacer frente a la crisis climática. Se explica cómo sería esa transformación y cómo funcionaría un poder estatal radicalmente diferente y nuevo en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte (Proyecto de texto), del PCR, Estados Unidos. Se organizarían una economía y sociedad socialistas en torno a la satisfacción de las necesidades sociales, la propagación de la revolución mundial para emancipar a la humanidad y la protección del medio ambiente. Únicamente con una economía socialista sustentable y una sociedad liberadora, sería posible movilizar el conocimiento y el potencial creativo del pueblo y destinar los necesarios recursos a lidiar en concreto y resolver esta crisis climática, al grado y con la urgencia requeridos.
Miles de personas se pusieron las calcomanías adhesivas de color verde brillante distribuidas por los revolucionarios con el lema del contingente. Hubo opiniones encontradas entre las personas que se llevaban la calcomanía sobre lo que el capitalismo es en concreto y qué clase de revolución se necesita: ¿Es un gran levantamiento, un enorme movimiento de masas para la transición lejos del sistema, un cambio en la conciencia, o es lo que es, en efecto: una auténtica revolución para tomar el poder estatal? Es muy importante seguir bregando con estas preguntas, mientras seguimos uniéndonos con la gente en la lucha para salvar el medio ambiente.
Los revolucionarios también hicieron una amplia labor de divulgación en las universidades y en muchas otras conferencias, películas, protestas y grandes diálogos de los que se sostienen en la Ciudad de Nueva York, y se conectaron con muchos miles de personas. En los preparativos para la marcha y en la movilización misma, se distribuyeron miles de tarjetas de mano para el Diálogo del 15 de noviembre entre Cornel West y Bob Avakian.
El día después de la marcha principal, 1.500 personas participaron en una acción importante para "Inundar Wall Street" y paralizaron el bajo Broadway en el centro del distrito financiero durante ocho horas. Al final del día, 102 personas resultaron detenidas mientras estaban sentadas en la calle y rechazaban las órdenes de la policía para dispersarse.
En la estela de la Marcha Climática de los Pueblos, hay mucho debate en el movimiento ambiental sobre su importancia y hacia dónde las cosas tienen que ir ahora. Este es un momento que aprehender, lo que representa un reto para los revolucionarios. Es de gran importancia que el movimiento avance a partir de ahora, y que las personas sigan aplicando sus convicciones y principios a todo lo que se requiera para salvar el planeta. La situación es urgente, crítica. Al unirnos con otras personas y al animarlas a seguir aplicando sus convicciones y principios, es crucial trabajar sistemáticamente con la gente para elevar su vista hacia la revolución, conectar la lucha por defender el planeta con la construcción de un movimiento para la revolución y la construcción de las fuerzas para la revolución.
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