La oportunidad de ver al “Jimi Hendrix de la revolución”. En vivo.

13 de octubre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us

 

De un joven revolucionario:

15 de noviembre de 2014. La Iglesia Riverside. Ciudad de Nueva York. “Revolución y Religión: La lucha por la emancipación y el papel de la religión”. Bob Avakian, el presidente del Partido Comunista Revolucionario y líder de una nueva etapa de la revolución comunista, en diálogo con Cornel West, compañero paladín de los oprimidos y uno de los intelectuales públicos más provocadores de nuestros tiempos.

Por varias razones, este diálogo será, en pocas palabras, un hecho histórico y extraordinario que no se debe perder. A continuación, quiero hablar brevemente acerca de una de esas razones — y es enorme: la oportunidad de ver a Bob Avakian, en vivo y en persona.

Al considerar lo que significa esta oportunidad y cómo recalcarlo de modo convincente, reflexioné sobre mi pasión por la música, y la música en vivo en particular. A veces, para divertirme, pienso en todos los grandes artistas de la música de los últimos 50 años, y me pregunto por quiénes de ellos yo daría cualquier cosa para verlos en vivo. Hablo del tema con mis amigos y seres queridos también. A veces, la discusión se centra en quién es el que más me gustaría ver en concierto, aunque por desgracia nunca tendré la oportunidad. Siempre pongo en el lugar número uno de mi lista a: Jimi Hendrix.

Sin duda, las personas que son expertos en la música o los que saben más que yo sobre los aspectos técnicos de tocar la guitarra, podrían escribir explicaciones perspicaces y convincentes sobre lo que distinguió a Jimi Hendrix como guitarrista única. Lo que sí sé yo es que tocó de manera distinta en comparación con cualquier otro, antes o después. Por supuesto, lo influenciaron aquellos que le precedieron — como por ejemplo Robert Johnson, Chuck Berry y Buddy Guy. Pero Jimi simplemente estaba a una altura completamente distinta. Hizo cosas con la guitarra que nadie más lo había hecho. No era sólo la música que salía de su guitarra: sino la poesía, la belleza y la emoción verdaderamente singulares. Cualquiera que quiera —o al menos merezca— que se le tome en serio como guitarrista conocerá y estudiará a Hendrix y su obra. Además, Jimi se conectó con su público y lo inspiró profundamente de modo que no sólo escuchaban su música sino que la podían sentir.

Dudo mucho que muchas personas que tenían suerte de ver a Jimi en vivo dijeran: “Bueno, lo he visto en vivo. Ya no hay motivo para escuchar sus discos”. Al contrario, me imagino que las personas que lo vieron en concierto salieran enardecidas con el deseo de adentrarse, o adentrarse más profundamente, en sus álbumes. Por otro lado, es difícil creer que alguien que sabía de Hendrix y tuvo la oportunidad de verlo en vivo diría: “No, gracias. Nada más escucharé sus álbumes”.

El 15 de noviembre en la Iglesia Riverside en la Ciudad de Nueva York, usted tendrá la oportunidad de ver al Jimi Hendrix de la revolución: Bob Avakian.

A Bob Avakian (BA) también lo influenciaron fuertemente los que le precedieron, y ha avanzado partir de esas bases. Muy notablemente: Marx, Lenin y Mao. Pero BA, para repetir, no se parece a ningún otro, ni antes ni después. Cuando se trata de la ciencia de la revolución y el comunismo —de cómo la humanidad puede liberarse— BA ha hecho cosas que nadie más haya hecho anteriormente. En concreto, ha hecho el trabajo que nadie más haya hecho y ha realizado importantes adelantos que nadie más haya hecho sobre las cuestiones más importantes de la emancipación humana. Todo aquel que desee que se le tome en serio en cuestiones de cambiar radicalmente el mundo tiene que estudiar y aprender todo lo que puede de la obra de BA. BA ha desarrollado una nueva síntesis del comunismo — la teoría, el método, la estrategia y la visión de cómo, por medio de la revolución, la humanidad podría superar miles de años de explotación brutal y divisiones opresivas entre las personas. Esta nueva síntesis sienta el marco para crear una sociedad y mundo donde se satisfagan las necesidades básicas del pueblo, donde las personas se relacionen entre sí de una manera completamente diferente, donde la sociedad bulla y pulse con una muy amplia exploración intelectual, científica y artística y la alegría revolucionaria y donde toda la humanidad trabaje en conjunto por el bien común y por proteger el planeta. Y BA dirige a un partido y un movimiento para la revolución sobre la base de esta nueva síntesis que ha desarrollado.

BA llevará todo eso al Diálogo con Cornel West en la Iglesia Riverside el 15 de noviembre. Pero hay más. También llevará la experiencia de BA hablando, en vivo y en persona.

Al igual que Jimi Hendrix, BA se conecta con su público y lo inspira profundamente en una manera que la gente no sólo oye sino que se siente de manera visceral. Lo hace de una manera que constantemente pone al desnudo la realidad, desenmascara de manera intrépida a este sistema y sociedad —y todo lo que mantiene este sistema y sociedad en marcha— desentierra y explica con audacia las verdades que se ocultan y sobre las que no se permite que la gente piense y hable. Lo hace de una forma que le arranca la máscara a la legitimidad y la permanencia del orden existente, descuartiza toda noción de que las cosas tienen que seguir como son, eleva el corazón y las aspiraciones de las personas para que vean que podría haber un mundo totalmente diferente. BA lo hace de una manera en todos estas cosas que expresa furia y alegría, con humor y desafío, con pasión y espíritu poético, desprecio absoluto por el sistema y los que lo gobiernan, y profunda compasión por todos los que pueden y deben ser parte de la lucha para eliminar ese sistema, sobre todo los de abajo los que sufren la opresión más cruel. Lo hace en la forma en que desglosa los conceptos de modo que tanto un profesor con un doctorado como alguien sin ninguna formación formal puedan entender y aplicar esos conceptos. Lo hace en el método con el que trata la realidad, siempre busca la verdad, siempre ve las cosas de modo científico. Lo hace en la manera en que ilumina el vínculo entre donde nos encontramos hoy y hacia donde podemos y debemos ir mañana, y analiza los mayores obstáculos y contradicciones que se entreponen en el camino. Lo hace en la manera en que trata una muy amplia gama de temas, en varias esferas de la sociedad y varias épocas de la historia, sin jamás perder de vista el núcleo de la revolución y el comunismo. Lo hace en la manera en que entreteje tantos hilos diferentes. Lo hace en la manera en que puede desglosar la estrategia para la revolución o hablar de la experiencia histórica del comunismo en un momento, y en el siguiente hacer referencia a la letra de las canciones de The Clash o los números de Richard Pryor.

Al igual que en el caso de Jimi Hendrix, hay una sinergia total, y no una oposición, entre la oportunidad de ver a BA en vivo y en persona y la importancia de estudiar su obra con regularidad. No reconocer plenamente la oportunidad increíblemente especial y singular de ver a BA en vivo y en persona por estar familiarizado con la obra de BA carecería de sentido al igual que no reconocer qué tan especial sería ver a Hendrix en vivo y en persona por ya estar familiarizado con sus álbumes. Del mismo modo, que salgan del recinto aún más decididas e inspiradas para explorar la obra de BA las personas que efectivamente lo vean en vivo y en persona.

Un último punto: en el caso de Hendrix, sí era posible explicar lo que lo distinguió, lo que hizo que fueran tan especiales él y su obra y sin duda habría valido la pena e importado explicar todo eso. Pero en cierto punto, las personas simplemente tuvieron que despertarse y darse cuenta —y tomar la decisión— de que tenían que presenciarlo por su cuenta.

Lo mismo es cierto respecto a la oportunidad de ver a BA en vivo y en persona. Hay mucho que se puede, y se debe, decir acerca de lo que distingue a BA y lo que hace que él, su obra y trabajo sean tan especiales. Pero por lo tanto, en cierto momento, uno simplemente tiene que despertarse y darse cuenta de que tiene que ir a presenciarlo por su cuenta.

Todos tendrán la oportunidad en la Iglesia Riverside, en la Ciudad de Nueva York, el 15 de noviembre. ¡No se pierda la oportunidad!

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