Poner las cosas en claro: El verdadero papel del Partido Comunista Revolucionario en la lucha contra la represión policial
13 de octubre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
En los últimos meses, se ha producido un ataque concertado contra el Partido y su papel en la lucha contra la brutalidad policial. Algunas fuerzas políticas no sólo han hecho correr rumores, sino que han acusado al Partido o a personas relacionadas con el Partido de actos delictivos o de ser agentes provocadores de la policía, o han hecho las dos acusaciones a la vez. ESTAS CALUMNIAS SON MENTIRAS. AQUELLOS QUE LAS DIFUNDEN MIENTEN.
Además, y aún más serio, algunas personas y fuerzas han amenazado con ataques físicos, han intentado organizar ataques físicos y los han llevado a cabo en concreto. A veces hasta han delatado otros a la policía y han trabajado activamente para ayudarle. DICHOS ATAQUES SON UNA BARBARIDAD Y ES PRECISO OPONÉRSELOS. PRESTAN AYUDA CONCRETA A LA POLICÍA Y A LOS DE ARRIBA. DICHA COOPERACIÓN CON LA POLICÍA DEBE SER TOTALMENTE INADMISIBLE EN TODO MOVIMIENTO QUE REALMENTE SE OPONGA AL ASESINATO, MALTRATO Y BRUTALIDAD POLICIALES.
Aún más: estas calumnias, amenazas y ataques tienen el fin de facilitar, o en todo caso objetivamente podrían facilitar, que el estado intensifique a dimensiones aún más serias y peligrosas los ataques contra el Partido y aquellos que lo apoyan y trabajan con el Partido. Durante los años 1960 y 1970, esta clase de calumnias y de ambiente jugaron un papel importante en crear una situación en la que el FBI y otros órganos del estado fomentaron conflictos venenosos, y líderes importantes e invalorables fueron asesinados mientras las autoridades podían ocultar su mano y echarle la culpa a “los conflictos internos”. Estas calumnias y ataques también tienen el objetivo de crear una situación en la que la gente honesta la que debería entenderlo y actuar mejor —gente que defendería a otros ante los abiertos ataques del estado— dé pasos atrás y se confunda.
El terrible daño que ha resultado de tales calumnias y ataques incluye el asesinato de Malcolm X, en el que las calumnias y amenazas escandalosas contra Malcolm procedentes de miembros de la Nación del Islam y su periódico facilitaron el que el FBI y la policía ocultaran su papel en el asesinato de Malcolm. También incluye muchos incidentes con el Partido Pantera Negra, incluyendo el asesinato de los líderes Bunchy Carter y John Huggins por parte de personas relacionadas con el grupo nacionalista cultural, US. Y miles de incidentes de este tipo, no tan conocidos, se orquestaron en la misma forma. Estos son los PROCEDIMIENTOS ESTÁNDARES DE OPERACIÓN de la gente que domina este sistema —“la estructura de poder”— los imperialistas capitalistas.
Tales calumnias y amenazas eran parte de la “caja de herramientas” del FBI, un hecho que sólo salió a la luz en 1971 cuando se sacó a la luz el programa “COINTELPRO” del FBI. Hoy, demasiadas personas que conocen esta historia pasan por alto estas lecciones amargas y costosas, pagadas con la sangre de los grandes líderes y la desesperación y sufrimiento que surgió en la estela de todo esto, y demasiadas personas que necesitan conocer esta historia no la conocen. Aquellos que se dedican a estas calumnias están haciendo algo muy criminal, contrarrevolucionario y peligroso y deben DETENERSE.
En este momento estos ataques se centran en particular en Joey Johnson, así como en algunos simpatizantes que están en Ferguson. Estos ataques, para repetir, son una barbaridad. Y para repetir: tienen que parar, y la gente honesta, el que esté o no de acuerdo con todo lo relacionado con el PCR, deben oponérseles.
Existe una segunda categoría de mentiras de una índole un poco distinta, aunque también hace gran daño y funciona de la mano con la primera: la noción de que el Partido es un grupo de personas sin ninguna conexión con las masas, un grupo a que sólo le interesa darse mucho autobombo. ESTAS TAMBIÉN SON MENTIRAS Y DISTORSIONES ESCANDALOSAS. Cualquiera que tenga un enfoque serio —quien realmente estudiara nuestra historia y práctica durante los últimos 40 años y más, quien leyera nuestra prensa o examinara nuestras posiciones— lo vería de inmediato. Pero sobre todo en la cultura actual de bajeza y mezquindad y la actitud de “lo-leí-en-el-Internet-y-lo-he-escuchado-en-varias-partes-así-que-debe-ser-cierto”, esta mentira ha confundido a algunas personas. Por lo tanto, hemos incluido aquí como referencia un breve resumen de la historia del Partido en esta lucha. Sin refutación, esta mentira socava y destruye la necesaria unidad para oponernos en serio a un enemigo común y PARAR el horror de la encarcelación en masa y el asesinato policial. Y fomenta la actitud en que la gente se mantiene de brazos cruzados cuando el estado persiga a los revolucionarios y radicales que se oponen resistencia a ese enemigo común y ese horror.
Lo que efectivamente sucedió en Ferguson
Gran parte de la actual racha de ataques se ha centrado en Ferguson y en sus alrededores. El 9 de agosto, el policía Darren Wilson asesinó a Michael Brown, y dejaron su cadáver tendido en la calle en Ferguson durante horas como si fuera basura. Al enterarse, los partidarios del Partido inmediatamente viajaron a Ferguson, tal como hicieron otros, para unirse a la gente que estaba oponiendo resistencia — justamente. Todo ese tiempo, el Partido tomó partido con los que se aseguraban, por medio de la fiereza e la inextinguible determinación de su lucha, que este asesinato no fuera encubierto, ni amortiguado por otra ronda de los callejones sin salida de las campañas para empadronar votantes, demandas legales, investigaciones y toda suerte de cosas EXCEPTO la justicia por otro despiadado asesinato policial a una persona negra.
Esta postura provocó la ira en particular de dos grupos de personas, y ha sido la causa inmediata de las amenazas, ataques, calumnias y mentiras que hicieron que fuera necesario publicar este artículo. El primer grupo son aquellos que trabajan directamente en el sistema o para el sistema (Ron Johnson, quien es después de todo nada más que un CERDO POLICÍA; Antonio French, el político famoso por el hecho de que cuando la policía en su distrito asesina a alguien, él les da un pretexto; Anderson Cooper y Chris Cuomo, voceros de los medios de comunicación de la clase dominante; etc.). El segundo grupo son los que no son ellos mismos parte de la estructura de poder pero que todavía desean desviar a las masas populares del desafío y rebelión y hacia los callejones sin salida bien gastados y trillados, ilusorios y sin sentido del voto, “las conversaciones”, “confiar en el Departamento de Justicia”, etc.
La policía, los políticos y los principales comentaristas de noticias son guardianes del sistema, punto. No existen puntos en común con ellos. Aquellos que tratan de servir de policías sobre las masas y atacar a los revolucionarios por haber tomado partido con esas masas temen mucho más el fantasma de la gente en pie de lucha que odia lo que la policía hace todos los días; es por eso que hacen el trabajo de la policía, diciéndole al pueblo que vuelva a casa, delatando en beneficio de la policía a los que dicen que son agitadores, etc. No pueden imaginar nada que vaya más allá de reformar este sistema, y más que nada desean “una tajada” en el sistema, por lo que también temen y odian a aquellos que hablan de la revolución — especialmente cuando la gente comienza a prestarles atención. Es preciso luchar fuertemente con esas personas para que vean las consecuencias e implicaciones de sus acciones y las detengan, y es preciso ganarlas al menos a la neutralidad amistosa. Por último, todo esto ha llevado a la confusión para aquellos que al parecer están dispuestos a creer todo lo que ven en el Internet, los que no tienen ganas de descubrir la verdad por sí mismos y simplemente van “con la corriente” de a la multitud. Esto también le causa mucho daño a la lucha crucial que hay que librar con urgencia.
Los que están en las calles, los desafiantes, no ven ningún lugar para sí mismos en este sistema — entienden en un sentido básico que no hay ningún futuro para sí mismos, y cuando los ultrajes se sobrepasen y surja la oportunidad para hacerle frente a estos ultrajes, lo hacen sin temor. Representan la esperanza del cambio real cuando se les dé dirección y apoyo, cuando se haga el trabajo con ellos para que vean el origen del problema y su solución, y cuando se organice a la gente de manera muy amplia para respaldar a los desafiantes en su justa lucha. En respuesta a la acusación de que hemos trabajado con estas fuerzas, que les hemos apoyado y proporcionado dirección, nos declaramos “inocentes porque sí lo hemos hecho”.
Las metas y objetivos del Partido
El PCR trabaja y se une con las masas para oponer resistencia al terror policial y la encarcelación en masa en todo Estados Unidos, en muchas formas diferentes. Y ADEMÁS trabajamos para poner al descubierto la verdadera fuente del problema —el capitalismo— y la verdadera solución — la revolución. Estos dos objetivos surgen de una única cosa: nuestra implacable oposición a los horrores que se descargan sobre las masas populares, cuya oposición se basa en nuestra profunda convicción de que los horrores no sólo son totalmente injustos e ilegítimos sino que no tienen que ser así. Podríamos llegar a una situación completamente nueva donde se pueda poner fin al terror policial sobre las masas — mediante LA REVOLUCIÓN. Este entendimiento no sólo nos lleva a estar al menos tan indignados como cualquiera ante estos horrores y al menos tan impulsados como cualquiera para ponerles fin... además nos lleva a entender que A MENOS QUE las personas se inspiren y se organicen para levantarse en contra de estos horrores, que saldrá ahogadas y quebradas, sin posibilidad de librar la mayor lucha por la emancipación. Y entendemos —porque hemos examinado concretamente POR QUÉ el terror policial y la encarcelación en masa se han extendido como un cáncer en estas últimas cuatro décadas y cómo está relacionada con el sistema capitalista— que a menos que esta se detenga, lo que hoy es un “lento” genocidio estructural podría intensificarse en cierto punto transformarse en una rápida, horrenda “solución final”.
Nuestras metas y objetivos al entrar en estas luchas son los siguientes:
1) construir la resistencia más fuerte, más decidida y más amplia posible contra el terror policial y la encarcelación en masa...
2) profundizar la conciencia del pueblo y fortalecer su capacidad para luchar contra el enemigo (el estado — es decir, las estructuras gubernamentales de la represión violenta y la toma de decisiones), con especial énfasis en organizar y tomar partido con aquellos que están directamente bajo ataque...
3) al mismo tiempo, trabajar con muchísimos otros de amplios sectores sociales para que se opongan a la satanización y aislamiento de los de abajo, quienes están en la mira del terror y encarcelación...
4) imbuirles a millones de personas un sentido del carácter sistemático de todo esto y la ilegitimidad total de un sistema que lo requiere... y
5) mediante todo esto, cambiar el marco en la sociedad de modo que los gobernantes se pongan a la defensiva y se vena obligados a retroceder en este programa; ASÍ COMO preparar a millones de personas para hacer la revolución en concreto y TERMINAR con esta locura tan pronto como sea posible.
Todo esto surge de nuestra estrategia para hacer la revolución en Estados Unidos, a la mayor brevedad posible, y es parte de esa estrategia. Sería importante examinar nuestra declaración sobre esta estrategia: “Sobre la estrategia para la revolución”. En otro sentido, esta estrategia se concentra en el lema “Luchar contra el poder, y transformar al pueblo, para la revolución”.
¿Constituye esta estrategia un plan oculto? No. Constituye un plan mayor. ¿Y qué? ¡“Tener un plan” está lejos de ser algo exclusivo del Partido! Como dijo un pastor que trabajaba en una coalición, “Mire, todos aquí tienen planes — soy un pastor metodista y tengo ese punto de vista”.
Métodos y principios
Como parte de emprender la lucha para PARAR en serio este ultraje ahora mismo, trabajamos con muchas personas y fuerzas políticas diferentes. Nos reunimos y hacemos planes sobre la manera de unirnos en una lucha común contra un enemigo común. Y en eso, debería haber un espíritu de animado forcejeo sobre nuestras diferencias. Si se hace correctamente, con magnanimidad intelectual y generosidad de espíritu, esta clase de forcejeo en efecto profundiza la unidad de cualquier grupo de personas que trabajan colectivamente.
Al mismo tiempo, debería y debe haber algunos principios sencillos acerca de lo que NO se admite en este movimiento. Uno de esos principios, acerca del cual todos deberían poder estar de acuerdo, es el siguiente:
La lucha sobre las diferencias entre los grupos debería llevarse a cabo de una manera basada en los principios. No debe haber amenazas físicas ni hablar de ataques físicos, contra cualquier persona en el movimiento que se proponga poner fin a estos ultrajes. Tampoco puede haber acusaciones de trabajar con la policía —de ser un provocador o informante— sin evidencia concreta. Y en cuanto a “trabajar con la policía”, a menudo hay casos cuando es necesario negociar permisos, etc.; pero en ningún caso es admisible que alguien en la lucha delate o entregue a otros a la policía o riegue especulaciones conjeturas a la prensa —la que a menudo trabaja de cerca con las autoridades— acerca de otra persona en la coalición. De hecho, dicha actividad debería ser motivo de expulsar a personas e individuos de los movimientos populares, hasta que renuncien y cambien estas prácticas.
Dónde nos encontramos ahora
Seamos francos: cualquier repaso honesto de la historia del Partido durante décadas y hasta ahora tendría que concluir que, como dijo un pastor, sin el PCR esta lucha sería mucho más débil de lo que es. Sin embargo, en vista de que la mayoría de la gente no conoce la historia del Partido en esta lucha, hemos incluido un apéndice que cuenta esa historia.
En abril de 2014, el PCR se unió con la iniciativa de Carl Dix y Cornel West para el Mes de Resistencia, el que está en curso ahora. Noventa personas, en representación de individuos y grupos, se reunieron en abril para forjar un llamamiento para el Mes. Al domingo 5 de octubre, 327 personas han firmado el llamamiento y centenares de personas están trabajando activamente de muchas formas en el Mes. Algunos artistas, entre ellos Alice Walker y Chuck D, han hecho importantes contribuciones. Unos clérigos han comenzado a dar sermones como parte de un esfuerzo concertado para hacer que las comunidades religiosas participen o participen más en esta lucha. Algunos estudiantes han formulado varios planes en muchas universidades, incluidas la construcción de simuladas celdas de prisión, la celebración de simposios, fotos en grupo con “las manos arriba” y otras actividades. Se han convocado y se están organizando manifestaciones de masas para el 22 de octubre. Una coalición de otros grupos ha convocado a un fin de semana en Ferguson, y las fuerzas organizadoras del Mes (la Red Parar la Encarcelación en Masa) las que incluyen al Partido, se le han unido con entusiasmo. Para hacer de este mes un verdadero golpe contra todo el programa genocida, un enorme ALTO en las narices de la sociedad estadounidense, hay mucho en juego.
En este momento, como ya hemos dicho, trabajamos duro, con muchas otras personas y grupos, para hacer de octubre un Mes de Resistencia contra la Encarcelación en Masa, el Terror Policial, la Represión y la Criminalización de una Generación. Trabajar activamente para echar por tierra esos esfuerzos, como algunas personas hacen, es inadmisible y sólo muestra que tales personas odian la revolución y la resistencia más que odian el sistema y sus horrores; quedarse de brazos cruzados debido a los rumores e información de oídas, dejarse influenciar por las prácticas de distanciamiento que otras personas llevan a cabo, algunas de las cuales actúan en connivencia con los mismos autores y perpetradores de estos horrores, sin examinar por su cuenta los hechos, en última instancia es igualmente nocivo.
La coyuntura es evidente: tenemos la oportunidad durante las próximas tres semanas y media de cambiar el marco en la sociedad, tomar la iniciativa política para crear un cambio radical en cómo la gente ve este ultraje — dar un gran paso para PONERLE FIN en concreto. No digo mitigarlo, atenuarlo ni crear un espacio alternativo para unas pocas personas — más bien digo PONERLE FIN. En este momento ocurren muchas cosas que son distintas y muy positivas —muchas cosas las ha prendido o influenciado el llamamiento para el Mes de Resistencia, y muchas otras cosas son ajenos al Mes y tienen muchos orígenes distintos. Hay tremendo potencial.
Pero para realizar ese potencial —para dar en serio este paso gigantesco hacia el cambio de marco en el que millones de personas ven lo que es justo, lo que es legítimo y lo que hay que hacer—, todos tenemos que ir mucho más allá. Se requerirán que muchísimas personas y fuerzas políticas de una muy amplia diversidad de puntos de vista trabajen en conjunto, en muchas actividades diferentes. HAGÁMOSLO. Que luchemos honestamente sobre las diferencias, aprendiéndonos los unos de los otros y desarrollando nuestro conocimiento individual y colectivo del problema... pero sobre todo avancemos en serio con la más amplia y más unida lucha posible contra un enemigo común que mata a las personas y destruye espíritus, ahora mismo mientras usted lee esto.
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