La muerte de Akai Gurley a manos del DPNY no es ningún accidente — ES ASESINATO
28 de noviembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
24 de noviembre de 2014. El 20 de noviembre, pocos después de las 11 de la tarde, Akai Gurley y su amiga salieron del apartamento de otro amigo en el multifamiliar Louis H. Pink Houses en la comunidad del Nueva York Este. En cuanto entraron en la escalera oscura al interior del edificio para bajar las gradas, Akai fue baleado en el pecho por un policía neoyorquino y murió poco después. Así de sencillo, robaron la vida a un muchacho negro más. El alcalde De Blasio caracterizó lo ocurrido de un “accidente trágico”.
¡PARA NADA, SR. ALCADE, NO FUE UN ACCIDENTE TRÁGICO! ¡ESO ES LO QUE PASA AL PRACTICAR LA POLICÍA UN PROGRAMA DE DESPRECIO GRATUITO POR LA VIDA DEL NEGRO!
Akai apenas tenía 28 años, había pasado la tarde en que le hicieran las trenzas y ya se iba a casa. Tiene una hijita de dos años. Y así de fácil, lo mataron a balazos, le arrebataron la vida.
La policía mata a balazos a otro joven negro DESARMADO — y esta vez aun el DPNY se ve obligado a reconocer que el víctima era totalmente inocente; ni siquiera podía inventar algún cuento peludo para justificar su acto criminal. El alcalde pidió a la comunidad no relacionar este asesinato con lo de otros negros recientemente asesinados por la policía, al decir que cada caso tiene una situación muy diferente y específica.
De hecho, ¿quién no relacionaría el asesinato de Akai Gurley con los asesinatos de tantos otros que han caído por la policía? ¿Quién no relacionaría este asesinato ahora con el asesinato reciente de Eric Garner, al cual el DPNY lo estranguló por supuestamente vender cigarrillos al detal, y el asesinato de Mike Brown en Ferguson, Misuri, acribillado siendo desarmado y con las manos en alto? ¿Quién no relacionaría el coraje que siente la gente por el asesinato de Akai Gurley y la tensión de que todo el país está en espera ahorita para ver si los grandes jurados decidirán por acusar a los policías que mataron a Eric Garner y Mike Brown?
¡NO! El asesinato de Akai Gurley no fue un “accidente desafortunado”. Fue el resultado directo del Procedimiento Operativo Estándar, de la política consciente de la policía. El resultado directo de la política del DPNY del “patrullaje vertical” en los proyectos de vivienda pública. La policía entra en la escalera interior desde el piso más alto y van bajando por las escaleras. Bratton dice que los policías deciden si desenfundar las armas. El New York Times comenta que “las escaleras tenuemente iluminadas y las condiciones de deterioro crean terreno fértil para el crimen violento, mientras la presencia constante de armas ilegales crea un ambiente peligroso y volátil tanto para oficiales policiales como residentes”. ¡Pura paja! Pone las cosas patas arriba. Toda esa situación de “escaleras tenuemente iluminadas” no sólo crea inseguridad para los residentes de los multifamiliares — se ha vuelto una excusa, una racionalización policial para justificar “echar balazos a las personas que aparecen en la oscuridad” — ¡aunque sean completamente inocentes!
La policía y los medios de comunicación hablan de lo peligroso que es dicho patrullaje—¡para la policía! Y ¿qué del peligro de este patrullaje para los residentes de los proyectos de vivienda? NO es la primera vez que la policía balacea a alguien en el pozo de escalera de un proyecto de vivienda. En 1994 Nicholas Heyward Jr. recibió un balazo mortal en la escalera de la vivienda pública donde vivía por un policía que hacía un “patrullaje vertical”. En 2004 un chota neoyorquino mató a Timothy Stansbury Jr. de 19 años en el techo de Louis Armstrong Houses en Brooklyn; un gran jurado negó a acusar al policía cuando éste dio “testimonio emocional” de que había tirado sin querer — dijo que se sobresaltó cuando Stansbury abrió una puerta hacia el techo en un lugar donde la policía dijo que había mucha venta de drogas.
¿Se imaginan si eso pasara en cualquier otro lugar, a cualquier otro sector? ¡Imagínense que el DPNY hiciera “patrullaje vertical” en una torre de condominios en Manhattan, con las armas desenfundadas!
¡Ya basta! El pueblo tiene que resistir!
Dos días después del asesinato de Akai Gurley, 200 personas se lanzaron a la calle en una marcha decidida y desafiante movilizada por la Black Autonomy Federation (Federación para la Autonomía del Negro). La protesta arrancó de las puertas del edificio donde mataron a Akai, fue a la delegación del DPNY del Distrito 75, y terminó en el Área 2 de Servicio Público (cuartel de los policías que patrullan los proyectos donde Akai fue matado).
Los manifestantes tenían coraje y coreaban por portavoces, “De Ferguson a Nueva York, que se joda la policía”, “¡Que acusen, condenen y apresen a los asesinos policías, todo el maldito sistema es culpable, carajo!” y muchas otras consignas. Los residentes salían de las puertas y gritaban, “¡Que se joda la policía!” Muchos relacionaron este asesinato con el de Michael Brown. Los manifestantes incluían el Movimiento 12 de Diciembre; familias de personas matadas por la policía, entre ellas Nicholas Heyward Sr, padre de Nicholas Heyward Jr.; activistas contra la brutalidad policial; comunistas revolucionarios; legislador estatal Charles Barron; la Red Parar la Encarcelación en Masa; y otros. Los comunistas revolucionarios cargaron una pancarta que decía, “SI EL PERRO POLICÍA ASESINO SALE IMPUNE, ¡HAY QUE PARAR EN SECO A AMÉRIKKKA!”, a la cual la firmaron muchas personas en Harlem. Llamó mucha atención y muchos se acercaron para sacar fotos. La declaración de Carl Dix, SI EL PERRO POLICÍA ASESINO SALE IMPUNE, ¡HAY QUE PARAR EN SECO A AMÉRIKKKA!, se distribuyó a los manifestantes y a los transeúntes y pasajeros en el camino.
Carl Dix, en su declaración reciente, dijo, “El gran jurado que investiga el asesinato policial de Michael Brown en Ferguson pronunciará su decisión en cualquier momento. Todo apunta a que dejará que el policía asesino, Darren Wilson, salga impune, lo que sería lo mismo que un sello de aprobación del sistema, una vez más, al asesinato policial sin motivo a los jóvenes negros, y lo que sería una barbaridad, una que no toleraremos aceptar”.
El alcalde De Blasio no quiere que las personas establezcan estas relaciones — y no quiere que actúe en consecuencia. Pero las personas que lo viven día tras día, en los Pink Houses en Nueva York Oriental, en los proyectos de vivienda pública en Harlem, y en las zonas urbanas marginadas por todo Estados Unidos, así como toda persona con conciencia, deben ponerse de pie y oponer resistencia, ¡ahorita mismo! Este sistema, con sus policías capataces, ¡no tiene ningún derecho de robarles la vida a nuestros jóvenes ni pisotear a los derechos del pueblo! ¡Ya basta!
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