Los Ángeles: Casi 200 arrestados de un día para otro
1° de diciembre de 2014 | Periódico Revolución | revcom.us
De un lector:
A partir de la noche del martes 25 de noviembre, la policía de Los Ángeles comenzó las detenciones en masa a manifestantes a fin de sacar a la gente de la calle y apagar las protestas. El miércoles por la mañana, había arrestado a cerca de 200 personas, en su mayoría la noche anterior. Las personas que salieron a protestar el miércoles se tomaron las calles para exigir la libertad de todos los detenidos y que retiren todos los cargos. Se detuvieron en frente del centro federal de detención, donde están encerrados los inmigrantes y los presos federales, y de ahí marcharon hacia la Cárcel Central de Hombres coreando "¡Libertad para los manifestantes, policías asesinos a la cárcel!" La policía impidió el paso a los manifestantes por lo que la marcha no pudo proceder hasta el la cárcel, que está llena de gente de color que de costumbre resultan detenidos en las redadas y internados en esta cárcel, que tiene triste fama por la brutalidad y saña de parte de los alguaciles. (De hecho, los manifestantes detenidos no estaban en la cárcel central: los repartieron entre tres comisarías diferentes por toda la región de Los Ángeles: La Metropolitana en el centro, la 77 en el Sur Centro y la Van Nuys).
De ahí, la marcha se enrumbó hacia el Centro Staples, donde un partido de baloncesto de los Laguneros estaba a punto de comenzar. A medida que se acercaba, un ejército de policías bloqueó la calle Figueroa y "encapsuló" a los manifestantes: los cercaron por ambos lados para que nadie pudiera salir. La policía encapsuló a cerca de 200 personas de esta manera, y con el tiempo abrió el cerco por un lado y dejó salir a la gente. Cuando los manifestantes intentaban reagruparse, la policía trabajó para separar a los manifestantes entre sí al adelantarse a donde marchaban y al bloquear el camino, al encapsularlos una y otra vez cuando de manera constante buscaban maneras de escapar de sus trampas y mantenerse en las calles. Después de que los manifestantes por fin se habían zafado del encierro de la policía cerca de la biblioteca pública, a aquellos que intentaban irse de repente los bloqueó un cordón de policías. Otros manifestantes que habían logrado salir se reagruparon y volvieron para tomar partido con los manifestantes encapsulados y exigir que los dejaran pasar. Otras personas que nada más caminaban por ahí también comenzaron a reunirse al otro lado de la calle. Coreaban "déjenlos pasar" en las cuatro esquinas. La policía se negó a retroceder y al contrario, rodeó a todo el que estaba en la misma esquina que aquellos que había encapsulado y luego declaró bajo arresto a toda la multitud por desobedecer la orden de dispersarse. Algo así como 140 a 165 personas fueron arrestadas.
Fue una detención muy descaradamente ilegal, y estaban indignados los detenidos, así como los abogados que monitoreaban la manifestación, y los espectadores. El viernes 28, después de una conferencia de prensa para denunciar las detenciones ilegales, otra marcha fue encapsulada y luego la policía apuntó los datos personales de cada persona, pasó sus nombres por la computadora en busca de órdenes de detención pendientes y uno a uno los dejaba en libertad a menos que tuvieran una orden de detención pendiente. Todo eso claramente constituía la represión política pura y simple con el propósito de poner fin a las protestas justas y desafiantes que han sacudido a todo Estados Unidos a raíz de la resolución dictada en Ferguson el lunes por la noche que puso el sello oficial de aprobación en el asesinato de los jóvenes negros. Es ilegítima, ilegal y es preciso combatirla a la vez que las personas siguen tomándose las calles para parar la brutalidad y asesinato policial.
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