Ayer y hoy
23 de febrero de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
De 1877 a 1950: 4.000 linchamientos
“Desde la guerra de Secesión hasta la Segunda Guerra Mundial, miles de afroamericanos fueron linchados en Estados Unidos. Los linchamientos fueron actos de tortura, violentos y públicos, que traumatizaron a los negros por todo Estados Unidos, y en gran medida fueron tolerados por los funcionarios estatales y federales. Esos linchamientos constituían terrorismo.”
De Lynchings in America: Confronting the Legacy of Racial Terror
Un informe recién publicado arroja más luz sobre la historia horrorosa de los linchamientos de negros en Estados Unidos. El informe, Lynchings in America: Confronting the Legacy of Racial Terror (Los linchamientos en Estados Unidos: Confrontando el legado del terror racial) de la Equal Justice Initiative (EJI, o Iniciativa de Justicia Igualitaria), es el resultado de cinco años de extensas investigaciones y documenta el linchamiento de 3.959 negros en doce estados del Sur, del fin de la Reconstrucción en 1877 a 1950. Esa cifra supera en por al menos 700 linchamientos el total documentado en cualquier informe previo. En otras palabras, el linchamiento se utilizó contra los negros de una forma aún más generalizada de lo que se pensaba anteriormente.
Los investigadores confirman que muchas víctimas de linchamientos fueron asesinadas sin ser acusadas de ningún delito, como Emmett Till, de 14 años de edad, que fue asesinado por silbarle a una mujer blanca. Como el estudio de la EJI observa: "El linchamiento racial fue una herramienta usada para aplicar y reforzar las leyes Jim Crow y la segregación racial; fue una táctica para mantener el control racial victimando a la comunidad afroamericana entera, y no simplemente para castigar al presunto autor de un delito".
Muchos linchamientos se convirtieron en espectáculos públicos e incluyeron la tortura brutal de las víctimas, el horripilante trato de sus cuerpos y la venta de postales sobre el suceso mortífero. Del informe de la EJI: "Grandes multitudes de personas, que a menudo ascendían a miles e incluían a funcionarios elegidos y ciudadanos prominentes, se reunían para presenciar los atroces asesinatos planeados con antelación, en los que figuraban la tortura prolongada, la mutilación, el desmembramiento y/o la quema de la víctima. La prensa blanca justificaba y promovía esos acontecimientos carnavalescos, en los que había vendedores que ofrecían comida, imprentas que producían postales con fotos del linchamiento y del cadáver, y la recogida de las partes del cuerpo como recuerdos. Se trataba de descarados actos públicos que implicaban a la comunidad entera y daban el mensaje de que los afroamericanos eran seres infrahumanos, que había que conseguir su subyugación por cualquier medio que fuera necesario y que los blancos que llevaban a cabo los linchamientos no iban a estar sujetos a ninguna consecuencia judicial".
Como señalan los autores del estudio de la EJI, hoy impera una "sorprendente ausencia de trabajo para reconocer, discutir o tratar los linchamientos", aunque muchos de los lugares donde los linchamientos ocurrieron "no han escatimado esfuerzos para erigir placas y monumentos que conmemoran la guerra de Secesión, la Confederación y los sucesos históricos durante los cuales los sureños blancos recuperaron con violencia el poder local".
2013: La policía mató a 461 personas
Mientras los manifestantes llenaban las calles de Nueva York a Ferguson, Seattle, Atlanta, etc., en un estallido nacional de protestas contra los asesinatos a manos de la policía, los de arriba lanzaron un contraataque. Aprovecharon la muerte a balazos de dos policías de Nueva York el 20 de diciembre de 2014 para caber que pareciera que el gran problema es que las personas matan a los policías. Eso no es lo que ocurre.
De acuerdo a las cifras recopiladas por el grupo pro-policía National Law Enforcement Memorial Fund (Fondo Conmemorativo Nacional a los Organismos del Orden Público), 27 policías murieron como resultado de “la comisión de delitos graves" en 2013. Ese mismo informe descubrió que “las muertes [de policías] relacionadas a armas de fuego alcanzaron su punto más bajo en 126 años”.
Asimismo, de acuerdo del FBI, el número de crímenes violentos en Estados Unidos, incluido el homicidio, bajó en un 4.4 por ciento en 2013, para alcanzar su punto más bajo desde los años 1970 (Chicago Tribune).
Pero mientras los índices de delitos denunciados y homicidios a policías están en mínimos históricos, un nuevo informe del FBI indica que durante 2013, el total (461) de sospechosos de cometer delitos graves que murieron a balazos a manos de la policía es el máximo en dos décadas. Es más, es sabido que esas cifras son muy, muy bajas, pues dependen de que los departamentos de policía de las localidades envíen los respectivos datos al FBI.
Lo que esas cifras oficiales no describen es la violencia y la brutalidad que la policía usa, con enorme desproporción, contra los negros y latinos. Pero aun según las cifras oficiales, solo hay que computarlo: El problema es que la policía mata a las personas, y no al contrario.
Encarcelación en masa
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