Los perros aún están en las calles
Ya son más de 600 personas asesinadas por la policía en lo que va del año.
29 de julio de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
Freddie Gray
Hector Morejon
Brendon Glenn
Feras Morad
Kevin Allen
Ryan Keith Bolinger
Alfontish "Nunu" Cockerham
Spencer LeeMcCain
Jonathan Sanders
Anthony Ware
Sandra Bland
En 1978, Gil Scott-Heron publicó una canción que llegó al grano de la naturaleza de Estados Unidos. Se tituló “José Campos Torres”, por el hombre chicano asesinado a manos de seis policías de Houston, Texas, el cinco de mayo de 1977. Los policías lo golpearon con saña. Le pusieron esposas y lo tiraron al canal Buffalo Bayou en el centro de Houston. Uno de los policías asesinos dijo: "A ver si este mojado puede nadar". Joe Torres murió ahogado en el canal. El asesinato y las multas a los policías asesinos, que no eran más de un tirón de orejas, fueron la chispa de la Rebelión de Moody Park, un poderoso levantamiento de los chicanos en Houston en 1978.
La letra de la canción incluye:
Le dije que no iba a escribir más poemas como este
Le dije que no iba a escribir más palabras sobre la gente que nos da patadas cuando estamos abajo
Sobre perros racistas que nos atacan y nos conducen hacia abajo, nos arrastran hacia abajo y nos golpean
Pero los perros están en la calle
Los perros son vivos y apenas ha disminuido el terror en nuestros corazones
Treinta-ocho años después del asesinato de José Campos Torres... Sesenta años después de que los racistas blancos lincharon a Emmett Till... Los perros aún están en las calles.
El editorial del número de Revolución en línea esta semana (el 22 de julio de 2015) expone con contundencia una de las grandes razones urgentes por las que se convocaron masivas protestas para el 22 al 24 de octubre de 2015 contra el asesinato policial:
Porque los policías AUN matan a niños negros y minoritarios por jugar con pistolas de juguete y estrangulan a hombres negros en Staten Island y Misisipí y maldicen su último respiro, porque los policías desparecen a una joven de raza negra en una cárcel de un estado de Texas y “por alguna razón” no sale vive, porque 26 de estos perros rabiosos golpean a un muchacho por manejar en bici camino equivocado en Filadelfia, porque acribillan a latinos con las manos en el aire en Los Ángeles o que quizás aventó una piedra mientras retrocedía en el estado de Washington... todo está grabado y NADA HA CAMBIADO, aún NADA HA CAMBIADO...(De "El 24 de octubre — Una avalancha de protesta contra el asesinato policial: ¿De qué lado estás? Un plan audaz... Y cómo realizarlo")
Así es la realidad de Estados Unidos hoy: para millones y millones de personas, el ser negro o latino o pobre significa que la policía puede pararlo, brutalizarlo y hasta matarlo, por cualquier razón o por ninguna razón.
A continuación, solo unos de los asesinatos cometidos por la policía en los últimos tres meses:
Baltimore, 12 de abril — Freddie Gray, un hombre negro de 25 años de edad que no llevaba arma, estaba caminando cerca de los multifamiliares Gilmore Homes cuando los policías empezaron a darle caza porque “les miró a los ojos”. Los policías le agarraron a Gray; un testigo dijo que lo tenían “doblado como si fuera un cangrejo o una pieza de origami.” Otro testigo dijo que Gray “gritaba para salvarse la vida” mientras lo arrastraron al furgón policial. Los policías lo llevaron por un “viaje duro”, un término muy conocido para cuando la policía da vueltas bruscas y paradas repentinas con el furgón para brutalizar a las personas que tienen en grilletes. Ya cuando los agentes por fin llegaron a la delegación, Gray había perdido el conocimiento y tenía una severa lesión en la columna vertebral y la laringe aplastada. Entró en coma y quedó en ese estado hasta que murió una semana más tarde.
Long Beach, California, 23 de abril — Héctor Morejón, de19 años, murió porque los policías dispararon hacia la ventana de un departamento, pensando supuestamente que alguien ahí “estaba causando destrozos”. La madre de Héctor salió y vio que en la ambulancia Héctor le gritaba: “Mami, mami, vente por favor, vente”. La policía dijo que Morejón tenía un arma de fuego, pero no la tenía.
Los Angeles, 5 de mayo — Brendon Glenn, un hombre negro de 29 años que vivía en la calle, tuvo algún tipo de altercado con la policía cerca de la playa de Venice, y ésta lo mató a balazos. No llevaba ninguna arma. Esto ocurrió solo dos meses después de que el LAPD (Departamento de Policía de Los Ángeles) asesinó a otro hombre negro que vivía en la calle, conocido por el nombre África.
Long Beach, 27 de mayo — Feras Morad, un estudiante universitario de 20 años, sufrió una mala reacción a unos hongos alucinógenos y se tiró de la ventana de un departamento. Estaba herido, sin camisa y sin arma; claramente tenía un problema médica y necesitaba atención. ¿Qué hicieron los policías cuando llegaron ahí? En lugar de ofrecerle a Morad la ayuda que obviamente necesitaba, primero le dispararon con una pistola Táser... y después le dispararon balas a quemarropa en el pecho. Un testigo dijo que Morad tenía las manos arriba cuando los policías lo balearon.
Lyndhurst, Nueva Jersey, 29 de mayo — Kevin Allen, un hombre negro de 36 años, entraba en una biblioteca; varios policías le siguieron y después le abrieron fuego, matándolo a balazos en el tercer piso, donde se encuentra el cuarto de niños y ante la presencia de varios niños. La policía dice que Allen llevaba un “cuchillo tipo multiuso”, pero Allen no era un peligro para nadie ahí.
Des Moines, Iowa, 9 de junio — Según los informes, a Ryan Keith Bolinger, un hombre blanco de 28 años y trabajador de mantenimiento, se lo vio “bailando en la calle o haciendo unos movimientos raros en la calle”. Luego, Bolinger llevó a la policía en una persecución de autos a baja velocidad. Cuando la policía bloqueó su carro, Bolinger se bajó e iba acercándose a uno de los patrulleros; en respuesta una agente le disparó desde adentro del patrullero y lo mató. La agente dijo que disparó porque Bolinger “caminaba con intención”. Bolinger no tenía ningún arma.
Chicago, 20 de junio — Los testigos dicen que Alfontish “Nunu” Cockerham, un hombre negro de 23 años, tenía las manos arriba cuando el agente de policía le dijo: “Muere, maldito cabrón de mierda” y le abrió fuego en un callejón del South Side (lado sur). El lugar estaba a solo unas cuadras de donde la policía había asesinado a otro joven, Jeffrey Kemp, conocido como JJ, en abril. Cockerham murió en el hospital dos días más tarde.
Owning Mills, Maryland, 25 de junio — La policía del Condado de Baltimore, respondiendo a una denuncia sobre una mujer a quien le golpeaba el padre de su hijo, tumbó la puerta del departamento y disparó 19 balas, causando la muerte de Lee McCain, un hombre negro de 41 años. La policía afirma que se pensaba que McCain llevaba un arma porque estaba en una “posición defensiva”. No se encontró ningún arma en el lugar.
Stonewall, Misisipí, 8 de julio — Jonathan Sanders, un hombre negro de 39 años y padre de dos hijos, iba en una carreta de caballo. De acuerdo al abogado de Sanders, los testigos dijeron que cuando Sanders pasó por un policía que había parado a un automovilista, Sanders le dijo: “¿Por qué no deja en paz a ese hombre?” El policía dijo: “Ese nigger me la va a pagar”; después sacó a Sanders de la carreta jalándolo al suelo, y comenzó a estrangularlo. El policía le aplicó una llave de estrangulación durante 20 minutos, mientras Sanders decía repetidamente: “No puedo respirar”. El policía lo estranguló hasta la muerte.
Tuscaloosa, Alabama, 10 de julio — La policía dice que respondía a una llamada 911 y encontró a Anthony Ware, un hombre negro de 35 años, sentado en el porche de una residencia con un arma de fuego. La policía le dio caza a Ware hasta un bosque cercano, lo atrapó y le roció gas pimienta. Poco después, con las manos esposadas, Ware se desplomó... y fue pronunciado muerto en el hospital. No se encontró ninguna arma en el lugar.
Condado de Waller, Texas, 13 de julio — Sandra Bland, una mujer negra de 28 años, iba a comenzar un nuevo trabajo en la universidad Prairie View A&M College. Era una mujer que alzaba la voz contra la brutalidad y el asesinato de los negros a manos de la policía. La policía la paró por cambiar de carril sin poner la luz de giro, lo que llevó primero a que la policía la brutalizaba, y después a su muerte en la cárcel. Un video, grabado por un transeúnte que estaba en el lugar, muestra a Sandra Bland inmovilizada en el suelo y a un policía que tiene su rodilla en la espalda de Sandra, mientras Sandra lleva las manos esposadas por atrás. Las autoridades dicen que ella fue arrestada por “discutir mucho y no cooperar”, como si eso, incluso si fuera la verdad, podría justificar de alguna manera el hecho de que dos policías la brutalizaron y la echaron a la cárcel con cargos totalmente falsos. Tres días después, dicen que encontraron su cuerpo muerto en la celda de la cárcel del condado y ella murió de “asfixia autoinfligida”. En otras palabras, afirman que Bland se ahorcó con una bolsa de plástico para la basura. Su familia y sus amistades no creen la versión policial y demandan respuestas. El sheriff que está al cargo de la cárcel del condado es archiconocido por su larga trayectoria de racismo y brutalidad. Cualesquiera que sean las circunstancias precisas en la muerte de Sandra Bland, la policía tiene las manos cubiertas de sangre.
***
Los que mandan trabajan continuamente para “cambiar de tema”, dejando atrás los asesinatos y la brutalidad cometidos por la policía por todo Estados Unidos para centrarse en “la violencia de los negros contra otros negros” y el pintar a los policías como “héroes.” Pero no pueden borrar la realidad: el asesinato sin motivo a manos de la policía sigue ocurriendo de manera constante y diaria. Para mediados de julio de 2015, ya más de 600 personas fueron asesinadas por la policía este año. (Véase el proyecto en línea del periódico Guardian (en inglés), “The Counted: People killed by police in the U.S.”. [Los contados: Las personas asesinadas por la policía en Estados Unidos]. Esta lista se actualiza a diario.) La policía golpea, les dispara pistolas táser y brutaliza a innumerables personas más cada día.
De acuerdo al Guardian, de las 464 personas asesinadas a manos de la policía durante los primeros cinco meses de 2015, 102 no llevaban arma alguna. Los datos demuestran que el 32 por ciento de los negros asesinados por la policía durante ese período no portaba arma, también el 25 por ciento de los latinos... en comparación con el 15 por ciento de los blancos. Del total de personas asesinadas por la policía, el 29 por ciento era afroamericano. Como observa el Guardian: “Las cifras ilustran la desproporción con que la policía mata a los estadounidenses negros, que representan solo el 13 por ciento de la población total del país según las cifras del censo”.
Es más, los policías asesinos aún salen impunes. Fíjese, por ejemplo, la ultrajante decisión de que el policía de Cleveland Michael Brelo “no era culpable” del asesinato de Timothy Russell y Malissa Williams en 2012. Brelo fue uno de 13 policías que dispararon 137 balas contra Russell y Williams, que no tenían arma alguna, y fue el único agente acusado de cargos serios.
¿Hasta cuándo seguirán ocurriendo estos horrores una y otra y otra vez? Cada persona que considera intolerables los asesinatos y la brutalidad a manos del brazo armado del estado tiene que ponerse de pie en contra de estos crímenes... y al lado de la lucha por PONER FIN al asesinato y el terror policiales.
No existe ninguna maldita razón por la que estos asesinos perros rabiosos estén en las calles que no sea porque son el brazo armado de un sistema de esclavitud y opresión en muchas diferentes formas. Una revolución que arranca este sistema de raíz eliminará esas marranadas desde el primer día. Entonces, y solo entonces, dejaremos de tener que escribir más poemas acerca de estos perros.
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