Sandra Bland: ¡No hay necesidad de disculparse por hacer frente a los opresores!
5 de agosto de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
De un/a lector/a:
Después de la publicación del video del dash cam del arresto de Sandra Bland, mucha, mucha gente ha quedado agitada por lo sucedido, y un buen número ha dado un paso adelante para expresar su afrenta ante la provocación, intimidación y brutalidad del policía que la arrestó. Esto es algo muy bueno.
Pero también a menudo he escuchado a comentaristas expresar su justa afrenta contra la policía, seguida de “explicaciones” defensivas acerca de cómo Sandra Bland manejó la situación. Específicamente que Sandra no se mostró respetuosa del policía, y que más bien primero expresó irritación al ser injustamente detenida, y luego su creciente enojo al ser injustamente arrestada y tratada brutalmente.
He escuchado a alguna gente decir que “tal vez ella estaba pasando por un mal día…”, o “tal vez no fue la mejor táctica…”, o “ser bocón no es un crimen”. Incluso escuché a un joven cómico negro decir que la lección para él es que “si un policía me detiene, yo simplemente voy y me siento en el carro patrullero a esperar a que me pongan las esposas”.
¡NO!
Mantener nuestras cabezas bajas y “permanecer seguros” es someterse a la lógica de los opresores: que ellos tienen todo el poder y que lo que la gente debe hacer es someterse. Otra vez, ¡NO!
Cualquier amante de la justicia debería sentirse ORGULLOSO e INSPIRADO por la manera como Sandra Bland se comportó. Encarando una ilegítima detención por no señalizar en una calle en la que no había tráfico, y con pleno conocimiento de que la policía puede matar a los negros, y que de hecho lo hace, por cosas como éstas o por nada en absoluto, y evadir su responsabilidad, Sandra Bland rehusó mostrarse sumisa y ofrecer disculpas.
Ella no se acobardó ni se humilló; ella no dijo “Ay, discúlpeme, señor policía, me olvidé...”, o sonrió ni en manera alguna trató de ocultar su sentido de injusticia. Ella le dijo al policía, tranquila, pero claramente, porqué ella pensaba que él estaba cometiendo una injusticia, si bien ella reconocía que él tenía la autoridad para hacerlo. Cuando él le ordenó apagar su cigarrillo dentro de su propio carro, ella legítimamente puso en duda su derecho a hacerlo. Cuando él le ordenó que saliera de su carro, ella insistió en saber por qué e intentó llamar a su abogado.
Aun cuando él la amenazó directamente con un Taser (una fuerza potencialmente mortal), ella siguió protestando en voz alta, suficientemente alta como para atraer la atención de los espectadores, incluso mientras los policías la sujetaban y esposaban. En realidad, es por eso cómo la historia de lo que le sucedió llegó a nuestro conocimiento, a través del video de un espectador que estaba a cierta distancia del arresto.
En otras palabras, aun en la alarmante y difícil situación en la que ella se encontraba, Sandra Bland actuó como una consciente luchadora contra la brutalidad de la policía, tratando de resistir y exponer la injusticia, y alertando a otras personas acerca de lo que estaba sucediendo.
¿Hay algo MALO en todo esto? ¿No deberíamos todos esforzarnos por tener ese espíritu y esa valentía cuando nos confrontamos con la injusticia?
Habiendo dicho todo esto, tengo que aclarar que no es mi intención ser insensible, ni pasar por alto el hecho de que ultimadamente la vida le fue arrebatada a Sandra. Entiendo la lógica del que dice que la mejor manera de mantenerse a salvo en un encuentro con la policía es total sumisión. (Aunque ésta NO es definitivamente una “garantía”. Por ejemplo, ¿a cuántos hombres negros les dispararon mientras buscaban ellos sus documentos para mostrarlos a la policía?)
Pero mientras que comenzar con “cómo me mantengo a salvo” pudiera parecer “una buena táctica”, en realidad esto contribuye y lleva a la gente a continuar esclavizada. La barra continúa bajando y bajando... y se demanda más y más sumisión y conformismo, hasta que la gente queda reducida al estado de un desalentado infeliz. El propósito de la manera cómo la policía se porta con la gente negra y la marrón, y en muchas maneras con la gente en general, es producir una población sumisa, telegrafiar a la gente, especialmente a los más oprimidos, día a día, que no importando cuán jodido uno esté, cuán indignantes las autoridades sean, cuán injusta la sociedad sea, no importando cuán injustificado o innecesario el dolor y el sufrimiento que uno y sus seres queridos estén pasando, uno hará condenadamente bien en aceptarlo todo en silencio... o las cosas empeorarán! Y es verdad, cualquier forma de resistencia formal, aún a bajo nivel, se encontrará con la violenta supresión de los agentes de este sistema.
En realidad, no hay manera de no abordar el tema, o de tratarlo con “delicadeza”. Debemos apreciar y apoyar la valentía de Sandra Bland, pero la cuestión no es que si todos hacemos lo mismo, eso será suficiente, en sí mismo, para acabar con el terror policial. La cuestión es que necesitamos aprender de la actitud de ella e incrementar la capacidad y la competencia de la gente para organizarse y poner fin a estos horrores. Si la gente como un todo va a liberarse de esta sociedad horrible y opresiva y de estos gobernantes brutales e inhumanos, entonces, los individuos, los millones de nosotros, vamos a tener que en realidad aumentar el riesgo personal que confrontamos, porque sabemos a ciencia cierta (es un hecho histórico y un hecho que vemos representado cada maldito día), que este sistema tiene una gran capacidad para hacer uso de la violencia, y que la usará en un instante cuando vea que sus intereses, o aun su “autoridad”, están siendo atacados de alguna manera.
Ahora necesitamos MUCHO, MUCHO MAS que simplemente individuos portándose valientemente en encuentros con la policía, tal como lo hizo Sandra Bland. Y aún MUCHO, MUCHO MAS que masas de jóvenes atrevidos portándose con valentía en las calles, como lo hicieron los desafiantes jóvenes en Ferguson y luego en Baltimore.
Necesitamos una REVOLUCIÓN, y para ello necesitamos un PUEBLO REVOLUCIONARIO, lo que significa millones de personas listas y dispuestas a levantarse contra la totalidad de la atrocidad y violencia de este sistema, millones de personas dispuestas aun a arriesgar sus vidas como parte de crear un nuevo mundo digno para todos los seres humanos. Esto es INDISPENSABLE para la liberación.
Pero nunca LLEGAREMOS ALLI, nunca conseguiremos convertirnos en millones puestos de pie de manera plenamente consciente y revolucionaria, si nuestro punto de partida es “mantenernos seguros”, y si no respetamos, apreciamos y defendemos el valor que Sandra Bland demostró al poner a la justicia por encima de su seguridad, aun estando sola y en la guarida de la bestia.
Necesitamos apreciar lo que ella hizo, necesitamos aprender de ello, necesitamos construir sobre ello, y necesitamos difundirlo como parte de forjar un pueblo revolucionario, alistándonos para el momento en que toda esta valentía y desafío puedan ser enfocados como un láser en este sistema que nos oprime a todos, y podamos convertirnos en una fuerza poderosa para derrotarlo, y entonces con esa misma valentía forjar un nuevo mundo.
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