Trump: la vileza es la idea
19 de agosto de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
La misoginia brutal y los ataques difamatorios contra los inmigrantes ... las amenazas de violencia contra el movimiento de La Vida de los Negros Importa cuando se atreven a hablar en uno de los mítines de Trump... la fanfarronería y rebuznar, la intimidación y absoluta falta de sustancia, o incluso razón ... la negativa a admitir que está equivocado, incluso cuando lo sorprenden en una mentira flagrante o una calumnia ultrajante ... la ostentación de sus riquezas y la saña en acumularlas... no son cosas irrelevantes ni secundarias en relación a la candidatura de Donald Trump. SON la idea.
Consta notar que los racistas que se sienten traicionados por los políticos republicanos por no “defender” la bandera de la Confederación se han aliado con Trump. Es posible que ni siquiera sepan sus antecedentes de incitar la histeria racista de linchamiento, lo que hizo en Nueva York durante un juicio de triste fama de jóvenes negros y latinos que se basó en deliberados cargos falsos (para los que esos jóvenes pasaron años y años encarcelados). Trump ni siquiera tiene que decir nada al respecto; estos tipos se sienten de un modo instintivo que los representa. Sueñan con ser él. Le seguirán.
Consta notar que Trump jura que atacaría y derrotaría a todas las percibidas “amenazas a Estados Unidos”. Incluso su burla de los políticos establecidos de la clase dominante como Barack Obama y John McCain, y sus ataques contra los mismos, sirven el propósito de atraer a los que se sienten enajenados de los políticos de hoy NO porque sirven fines reaccionarios, sino porque ¡no lo hacen de manera con bastante agresión y saña!
Y también consta notar que a pesar de que en realidad el populista liberal Bernie Sanders ha atraído a multitudes más grandes, es a Trump quien se le ha dado hora tras hora de tiempo en todos los canales de noticias por cable para vomitar su veneno. A Sanders también le utilizan los imperialistas. Pero Trump, por ahora, les sirve para establecer el tono y términos principales de las cosas, para asegurarse de que se les dé plena voz y se erija como un polo de gran influencia en la sociedad las quejas de los “hombres blancos enojados” a quienes se les ha enseñado a sacar sus resentimientos en contra de aquellos inferiores a ellos en la pirámide social, y a quienes se les ha enseñado a aspirar a dar órdenes y humillar a otros. Para los que toman las decisiones es importante que se refuercen la absoluta supremacía blanca, la supremacía masculina y el salvaje odio hacia los inmigrantes (la xenofobia) —los que constituyen el pegamento cultural de Estados Unidos— en un año en que las víctimas de todo eso se han puesto de pie, cuestionado y resistido.
Trump no es un espectáculo de payasos. Trump no es un truco para mejorar los ratings de televisión. Trump puede lanzar diatribas idiotas, pero son calculadas, y la campaña de Trump es en serio, letalmente en serio. Una vez más, las diatribas y la crueldad e incluso la estupidez SON la idea. No es casualidad que el verano de Trump es el verano en que los hombres blancos han salido a las calles con rifles automáticos: en Stone Mountain, Georgia (y en otros lugares de que no se han informado) para celebrar la guerra de los estados del sur para mantener la esclavitud; en Ferguson, cuando la gente negra se rebeló; en los centros de reclutamiento del ejercito por todo en el país; y quién sabe el próximo lugar. Nota: esta es una escalada muy grave, y ha recibido muy poca atención por parte de los que han dado protagonismo a Trump.
Bob Avakian ha señalado un alineamiento en desarrollo, incluyendo entre los gobernantes, de una posible “guerra civil que se perfila”. Él ha entrado en las raíces de los motivos por los que podría suceder y ha hecho el análisis para mostrar cómo, ante una situación de este tipo, debemos concretamente preparar y acelerar a que se den las condiciones políticas en las que sea posible la revolución, y luego luchar para ganarla. Ha dirigido en la elaboración de una Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte que en realidad podría, entre muchas otras cosas, despejar el suelo que da lugar a un Trump tras otro y sentar términos totalmente diferentes para una sociedad en la que se movilicen los recursos y la voluntad para superar las cicatrices de esta sociedad. Ahora más que nunca, hay que tomar en serio este análisis.
Porque la hora es tarde. No lo dude, ni tenga ilusiones. Ellos se están preparando. Y todos los que no puedan soportar lo que representa Trump, que quieran la justicia, ellos también tienen que prepararse; pero NO adoptando una postura defensiva, y NO acudiendo a refugiarse bajo el ala de algún demócrata (incluso uno que dice ser “socialista”) o un republicano “moderado” con la vana esperanza de pasar inadvertidos; sino más bien organizándose para una verdadera revolución para arrancar de raíz todo en la sociedad que da lugar a un Donald Trump y que le provee un megáfono.
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