Agresiones, amenazas de muerte, nazis envalentonados:
El feo impacto de un idiota fascista
30 de agosto de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
El 19 de agosto, dos hombres despertaron y le orinaron la cara a un hombre sin hogar que dormía cerca de una parada de tren en Boston. Entonces, los dos hermanos le dieron patadas, puñetazos y lo golpearon con un poste de metal. Uno de ellos les dijo a los policías que arrestaron a los dos que lo hicieron porque “Donald Trump tenía razón, hay que deportar a todos estos ilegales”. Cuando se le informó a Trump de este asalto criminal racista que él inspiró, dijo, “Sería una vergüenza” y luego añadió, “Yo diría que la gente que me sigue es muy apasionada. Ama a este país y quiere que este país vuelva a ser grande. Son apasionados”. Este incidente no constituye una anomalía. Se trata de una concentración de la clase de mierda que Trump está desatando conscientemente por todo Estado Unidos: la violencia fascista y sanguinaria que lleva el potencial de llegar a ser mucho mayor.
Sólo en esta semana, un hombre de Alabama escuchó una charla de Trump y luego le dijo a un reportero que Estados Unidos debería “hacer de la frontera un lugar de vacaciones, va a costarte $25 para una licencia [de caza], y entonces recibes $50 por cada muerte confirmada”. Trump mismo dijo la mentira estupenda de que “bandas de inmigrantes criminales” fueron los responsables de las protestas en Ferguson y Baltimore. Se explayó sobre su programa de extrema represión sin precedentes contra los inmigrantes, y pidió deportaciones masivas de mexicanos (y personas de habla hispana en general): “Ellos [los inmigrantes] van a desaparecer tan rápido, si gano, que tu cabeza girará”. El sitio web supremacista blanco y nazi, el Daily Stormer, respaldó a Trump diciendo que él “está dispuesto a decir lo que la mayoría de los estadounidenses piensan: que ya es hora de deportar a esta gente”. Trump no hizo nada para repudiar este respaldo, y no ha desacelerado el buldócer de Trump de ningún modo.
Lejos de condenar al ostracismo a Trump y marginarlo de la política oficial, todas estas amenazas y el odio racista han ayudado a consolidar su posición en la cima de las encuestas para el candidato republicano a la presidencia. Literalmente nadie en la clase dominante de Estados Unidos lo denuncia como el demagogo fascista peligroso que es. Ningún otro republicano critica, ni mucho menos repudia, su programa para atacar a los inmigrantes y las personas de habla hispana en general, y la represión frontera extrema. De hecho, es la norma con la que mide sus propias posiciones esa jauría de fundamentalistas religiosos, magnates mezquinos, fanáticos antiabortistas odiamujeres, y belicistas que rechazan la ciencia.
Más allá de eso, Trump recibe constante cobertura en todas las cadenas de noticias y artículos casi diarios en los periódicos como el New York Times y el Washington Post. Más de un año antes de las elecciones, una fuerza anti-inmigrante fanática y violenta se está fusionando alrededor Trump; es una fuerza aceptada y promovida como parte legítima del “proceso político”.
¡ALTO A LA SATANIZACIÓN, CRIMINALIZACIÓN Y DEPORTACIÓN DE INMIGRANTES Y LA MILITARIZACIÓN DE LA FRONTERA!
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