De la rama del Área de la Bahía de San Francisco de El Mundo no Puede Esperar:
El Mundo no Puede Esperar inicia protesta que exige parar las guerras de Estados Unidos
16 de diciembre de 2015 | Periódico Revolución | revcom.us
Se publicó este artículo originalmente en el sitio worldcantwait.net
Traducido del inglés por un lector para El Mundo no Puede Esperar el 14 de diciembre de 2015
22 de noviembre 2015. Una semana después del ataque terrorista en París, una protesta crucial se celebró en la escalinata del Ayuntamiento de San Francisco. Más de 40 personas hicieron un mitin de denuncias y una rueda de prensa, demandando: ¡Rompa el Silencio! ¡No más guerra contra Siria ni más allá! ¡Alto AHORA a los ataques aéreos y los asesinatos selectivos!
Que sepamos, ésta fue una de las pocas protestas antibélicas de emergencia realizada en cualquier lugar de Estados Unidos que haya dicho con audacia no solamente NO a los ataques aéreos más recientes, sino también NO al velo imperialista arrojado tras el ataque en París para encauzar el dolor y el miedo de la gente hacia apoyar la intensificación de la guerra y, muy relacionado, apoyar el aumento de represión y xenofobia. Los participantes aplaudieron con emoción cada vez que los diferentes oradores recalcaron que "la vida de los estadounidenses no es más preciosa que la de otra gente", y en general mostraron verdaderas ansias de una oposición en masa a la guerra que nos se basara en lo que fuera mejor para los estadounidenses, pero en un internacionalismo que pusiera en primer lugar los intereses de toda la humanidad.
La protesta fue convocada por El Mundo No Puede Esperar, CODEPINK y Consejo de Acción Occupy SF, y pronto refrendada por Courage to Resist, American Friends Service Committee, School of the Américas Watch (San Francisco y la Bahía del Este), Larry Everest (corresponsal de Revolución y autor ), y la revista POOR.
Un organizador de El Mundo no Puede Esperar explicó: "Nos unimos para convocar esta acción porque se nos hizo muy claro, muy rápidamente, que a los gritos de los de arriba para más guerra y más represión había que darles una respuesta en las calles, había que rechazarlos y refutarlos, y había que rechazar conformarse con ningún aspecto de ello. Pensamos en 2001, cuando los artistas se pusieron de pie justo después del 9/11 y dijeron: "Nuestro dolor no es un grito de guerra”. Y en 2003, cuando millones de personas hicieron protestas y marchas en todo el mundo antes de la guerra de Estados Unidos contra Irak. No importa si sean cien personas o diez millones: ¿quién va a ponerse de pie ahora?"
Estaban presentes líderes de organizaciones antibélicas de larga trayectoria, activistas con raíces en la iglesia, gente que llevaba cartelones que decían "De pie" de la Red Parar la Encarcelación en Masa, comunistas revolucionarios con el periódico Revolución y volantes de la reciente declaración de revcom.us, y veteranos de School of the Americas Watch. Una enorme pancarta era simplemente una lista del saldo de muertos de países devastados por ocupaciones, invasiones y guerras estadounidenses desde el año 2001. Abajo estaban siete ataúdes de cartón, cada uno con el nombre de un país del Oriente Medio. Una austera exposición fotográfica en blanco y negro mostraba los rostros y las historias de niños refugiados sirios.
La pequeña multitud tenía una gran variedad de puntos de vista acerca de qué es el problema y qué es la solución: ¿Presionar al Congreso? Elegir a un nuevo presidente? ¿La revolución? También varían en su análisis de la situación política dentro de Siria. Sin embargo, todos los oradores y el conjunto de manifestantes expresaban una unidad apasionada y sincera al decir NO MÁS a la guerra muy ilegítima, muy inmoral y NO MÁS a todas las justificaciones y mentiras de "nuestro" gobierno. Esa unidad se basaba en dos demandas:
- Un fin inmediato a todos los ataques aéreos de EE.UU. / OTAN en Siria, Irak y Afganistán - y un fin al apoyo de EE.UU. / OTAN a los ataques aéreos saudíes en Yemen.
- Un fin inmediato a todos los “asesinatos selectivos” que Estados Unidos realiza a nivel global, incluyendo el espionaje y los asesinatos con aviones no tripulados, los cuales son componentes críticos de los operativos secretos que Estados Unidos ha llevado a cabo en 147 países este año.
En medio de la unidad demostrada en esta manifestación y estas dos demandas, todos los participantes estaban pensando mucho:
Había mucha camaradería entre el círculo por el simple hecho de salir y ponerse de pie juntos. Como los grupos iniciadores plantearon al movilizar esa acción: no se puede quedarse en casa nada más, murmurando su desacuerdo con la guerra, ni es suficiente expresar su desacuerdo solo en el Internet; lo que se requiere es una resistencia visible y pública. "No hay ningún mensaje o meme de Internet que puede sustituir por miles de personas en las calles", dijo una activista (que hace un buen trabajo político escribiendo artículos y blogs).
Los manifestantes demostraron su fuerte apoyo respecto a la urgente necesidad de "romper el silencio", específicamente, cuando Larry Everest denunció el silencio de Estados Unidos sobre sus propios crímenes, incluyendo el bombardeo del hospital de Kunduz y el bombardeo saudita de una boda en Yemen. Un activista de la iglesia Unitaria denunció que Estados Unidos suministra armas y respalda los crímenes saudíes. El orador de School of the Americas Watch denunció el fomento deliberado del miedo, que es un ingrediente necesario para silenciar a las personas frente a la injusticia. Y se evidenciaba el manantial de amor y apoyo para Chelsea Manning, para los soldados que rechazan obedecer órdenes, y ahora sobre todo para los últimos denunciantes: cuatro ex operadores y técnicos de aviones no tripulados que hace poco denunciaron públicamente el programa de guerra con drones de Estados Unidos, de quienes habló Jeff Paterson de Courage to Resist.
Otro sentimiento que motivaba a todos fue la necesidad de parar no sólo las bombas de la guerra, sino también el peligro de la intolerancia y la violencia anti-musulmán que se está azuzando. Hacia los refugiados - como señaló el orador del Concejo de Acción OccupySF, Trump y sus secuaces recuerdan a la Alemania nazi y ¿quiénes alzaron la voz contra ellos en ese tiempo? Pero también hay que estar listos para responder a las amenazas reaccionarias, las campañas de odio, y cosas peores, que se lanzan contra las comunidades musulmanas y árabes que ya están en Estados Unidos. Ésta es una importante línea divisoria que distingue el internacionalismo en la moral y el principio, la cual tiene una gran importancia en la actualidad y más aún en los tiempos venideros.
En diferentes momentos, cuando se citaba el punto de Bob Avakian acerca de no quedar atrapado entre "los dos sectores anticuados", de Lo BAsico 1:28, muchas personas asintieron con la cabeza. ¿Por qué una persona, sea en el Medio Oriente, Occidente, o cualquier lugar del mundo moderno, tiene que elegir entre apoyar al imperialismo o al fundamentalismo islámico? En nuestros tiempos, éstas son dos fuerzas contrarias que chocan entre sí, y apoyar al uno o al otro no libera a nadie, sólo alimenta una dinámica que refuerza a ambos.
La lectura de la declaración del 16 de noviembre de El Mundo no Puede Esperar fue parte de comenzar la sesión de denuncias, y la acogida más fuerte fue para unos de los mismos puntos que provocaron aplausos para Larry Everest: la vida de los estadounidenses no es más importante, hay que rechazar la aceptación de los dos sectores anticuados como si fueran las únicas opciones, y la necesidad de romper con el silencio; este último recalca la importancia de que las personas estuvieron presentes hoy.
Varias personas dijeron sentir una intensa mezcla de emociones: orgullo por estar en esta primera protesta, y alivio al verla anunciada, pero también miedo y frustración por la ausencia, hasta el momento, de una mayor oposición pública a la guerra. Una mujer mayor dijo, al mirar el cartel que decía "Nuestro dolor no es un grito para una guerra sin fin": "¡Es increíble este silencio tan absoluto, porque no es que no hayamos pasado por esto antes!" Un dedicado activista por la paz gritó por el micrófono: "¿Dónde está el movimiento anti-guerra? ¡Decenas de miles de personas deben estar aquí hoy!"
El Mundo no Puede Esperar, rama de San Francisco, también informó: "La intención compartida y comprometida, de los 40 y tantos amigos que realizamos juntos esta acción, es que nuestra movilización, puede que fuera la primera protesta de esta naturaleza en el país, pero hace falta mucho más y hay que trabajar para lograrlo. Incluso antes de que saliéramos de la plaza, se oía el murmullo de muchas nuevas discusiones en las que la gente compartía ideas y desarrollaba una lluvia de nuevos planes. Es nuestra intención ser contagiosos”.
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