Violencia armada: El pan de todos los días en Estados Unidos
Actualizado 17 de febrero de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Nota de la redacción: El 14 de febrero de 2018, un pistolero con un rifle semiautomático mató a 17 personas en la secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida. Las víctimas eran alumnos y un maestro, un entrenador de fútbol y un director de atletismo. Es terrible ver cómo se corta la vida de estos jóvenes y de otros, ¡esto NO debería estar ocurriendo! Hay una gran conmoción e indignación por otro tiroteo en masa en Estados Unidos, con furia contra Trump y otros políticos, en gran parte centrado en la necesidad de controlar las armas. A la luz de esto, reposteamos esta carta de un lector, escrita poco después del tiroteo en masa en San Bernardino, California, en diciembre de 2015. Según el análisis de esta carta, existe un sistema que es la fuente del problema, y no se puede confiar en ese sistema para resolverlo. Lo que se necesita es un mundo radicalmente nuevo y mejor donde las personas no desaten la violencia entre sí, sino que juntas conozcan y cambien el mundo para toda la humanidad. Tal futuro es posible, y el líder revolucionario Bob Avakian ha trazado el camino. Instamos a todos los que están bregando con las grandes interrogantes planteadas por este último tiroteo en masa y otros horrores que asolan al mundo de hoy a explorar la obra y la dirección de Bob Avakian.
De un lector:
Haga una búsqueda en la internet de tiroteos en masa en Estados Unidos y verá foto tras foto de personas de diversas nacionalidades abrasándose y llorando la pérdida de seres queridos, y una dolorosa pérdida de vida. Los estadounidenses se disparan entre ellos mismos más que en cualquier otro país avanzado. Si bien el horroroso tiroteo reciente en San Bernardino —que dejó 14 muertos y 21 heridos— ha arrojado enormes problemas sobre el ascenso hoy en el mundo del fundamentalismo islámico (sea como sea que eso haiga o no haber sido un motivo en este caso), y ha hecho a muchos preguntar: ¿Por qué es que estos tiroteos en masa siguen sucediendo en Estados Unidos y por qué se da semejante grado de violencia armada en Estados Unidos?
Pero para entender esto a fondo hay que ir más allá de las armas y hay que ir al grano y ver el carácter de la sociedad que moldea a la gente que se está baleando.
Masacres estadounidenses fundaron la sociedad estadounidense
La relación peculiar que Estados Unidos tiene con la violencia en su “territorio nacional” tiene todo que ver con la esclavitud, el genocidio y el robo de territorio a México. La idea del “riguroso individuo estadounidense” y del “hombre que ha triunfado por sus propios esfuerzos” se desprende de eso — armados con la ideología de “mí derecho a prosperar por encima de todo” (y haciendo una bonanza de todo lo que estaba en el suelo) y con el armamento para respaldarlo.
La mitología estadounidense del granjero individual pionero se hizo posible debido a la riqueza creada por la esclavitud de los negros y el asalto genocidio y robo de las tierras de los pueblos indígenas1. Eso no hubiera sido posible si hombres blancos no hubieran poseído y usado en gran escala, armas de fuego, al mismo tiempo que usaban armas de fuego para resolver desacuerdos entre ellos mismos. Todo eso ha sido conservado religiosamente en la cultura y el “ideal estadounidense de la libertad individual”. (La típica película vaquera es la celebración del estadounidense, mejor dicho, del individualismo del hombre blanco).
Al mismo tiempo, desde su fundación hasta hoy, las autoridades se han apoyado en y han fomentado la supremacía blanca para conquistar la tierra y controlar sectores oprimidos de la población: ya sea con las milicias de los esclavistas, los cazas cimarrones que usaban para aplastar rebeliones de esclavos y atrapar a los que se fugaban; el gobierno dio terrenos, después de la guerra civil, a granjeros que estaban dispuestos a matar a indígenas como parte del plan genocida para apoderarse de la tierra; linchamientos en masa y violencia contra los mexicanos en el sudoeste; violencia racista y ataques contra mineros y trabajadores del ferrocarril chinos que desempeñaron un papel indispensable en la construcción de la infraestructura de Estados Unidos después de la abolición de la esclavitud; chusmas linchadoras cuyo propósito era aterrorizar a las comunidades negras, conteniendo y oprimiéndolas en la segregación desde fines de los años 1880 hasta los 1960… Esta violencia —y el derecho a cometer esa violencia— es algo inherente a la supremacía blanca machista, y sirve de pegamento ideológico de este sistema, y fervor, y ligado a eso está la ferviente cultura fanática de la posesión de armas de fuego.
La sociedad estadounidense está saturada en la violencia salvaje y desenfrenada
Hoy mismo: Estados Unidos es una sociedad que está saturada en una cultura de violencia salvaje y desenfrenada que afecta e infecta todo. Empezando con la brutalidad y tortura que este sistema usa en sus guerras contra el mundo; la cultura de violar que es endémica a la vida cotidiana incluyendo en las fuerzas militares y policiales del sistema; las celebraciones de linchamientos en la historia de este país y el respaldo de sus fuerzas policiales que maltratan y asesinan a jóvenes negros y cafés. De Afganistán a Baltimore, de Ferguson a Palestina, de los barcos esclavistas a las reservas, esta violencia —que apunta a aterrorizar a los inocentes, aquí y por todo el mundo, que solo andan en su rutina— ES Estados Unidos.
Un aspecto grande de esta violencia es la supremacía machista y el intento de controlar y someter a la mujer a través de la violencia. Eso se ve de manera concentrada en el reciente ataque contra una clínica de Planificación Familiar en Colorado, que dejó 3 muertos y 9 heridos. El asesino fue, en parte, inspirado por la demonización de Planificación Familiar por los cristianos fascistas que tiene un solo propósito: la esclavitud de la mujer al privarle de los medios para decidir cuándo y si quiere o no tener hijos. Tenemos la mentalidad de vengarse con la mujer si ella no se deja dominar por su pareja o ex pareja, y se ha visto a hombres matar a los niños y su mamá con el pretexto de que “si no vas a ser mía, no serás de nadie”. O la furia contra la mujer que se manifestó en el tiroteo perpetrado por Elliot Rodger en la Universidad de California en Santa Bárbara, que en gran medida fue instigado por querer castigar a las mujeres porque no querían estar con él, como si por el hecho de ser hombre se le debe una mujer — a quien en ningún momento se la ve como un pleno ser humano sino como una posesión que se tiene que dominar. Eso también se ve en la cultura machista de la pornografía o en los muchos juegos de video que celebran y premian la violencia reaccionaria, la venganza y la degradación.
Todo eso es encima de la más salvaje consagración de las desenfrenadas relaciones capitalistas y el individualismo tipo solitario que eso promueve —repito, entre todos, ya sea que estés a la cabeza de este sistema capitalista, dueño de los medios de producción o no— y otra vez coincide con la fortificación constante así como las afirmaciones que toma diferentes formas del privilegio (derecho de macho, supremacía blanca, nativismo, etc.). Esa es la cultura que se promueve, se celebra y que recibe apoyo en Estados Unidos — ya sea el programa en la tele que se llama Shark Tank sobre brutales empresarios, o mucho del hip hop que las autoridades promueven, con una canción que celebra la degradación de la mujer y otra sobre la persecución del dinero, matando al que se pone en medio y con armas masivas (lo cual es imitación de las reglas y el dinámicas de este sistema en general).
Luego tenemos el desgaste del tejido social… el funcionamiento mismo del sistema está descuartizando las “relaciones tradicionales” y las normas sociales, al mismo tiempo que las hace cumplir. En el mundo se están dando enormes cambios, hay una creciente disparidad en Estados Unidos, una gran ansiedad sobre el futuro que está causando mucho tumulto, derecho de macho blanco frustrado y una enorme cantidad de enajenamiento. (Basta con pensar en la gran cantidad de gente que se amortigua a diario con drogas solo para sobrevivir el día). Esto está contribuyendo a la locura, imprevisibilidad y volatilidad de nuestra sociedad.
Por doloroso y horripilante que son, estas balaceras masivas —aunque cada incidente tiene su particularidad— brotan de todo esto.
Lucha interna entre los gobernantes
Además de los muchos conflictos sobre el papel de Estados Unidos en el mundo y en particular sobre cómo lidiar con el ascenso del fundamentalismo islámico (que no abordaré en esta carta), las luchas al interior de la clase dominante sobre las armas de fuego y el control de éstas ha aumentado — en particular a raíz de la balacera en San Bernardino. El New York Daily News (un periódico imperialista de la corriente común) publicó varios comentarios sobre el control de armas en primera plana, e incluso le llamó terrorista al presidente de la NRA (Asociación del Rifle Nacional). El New York Times, uno de los principales periódicos del ala imperialista liberal de la burguesía, publicó un editorial a favor del control de las armas de fuego en su primera plana. ¡Es la primera vez desde los años 1920 que publican un editorial en la primera plana! Hay mucho en juego para las fuerzas que gobiernan — no sobre si el sistema debe permanecer en su lugar, sino sobre cuáles deben ser las normas coherentes de este sistema a medida que avanza su sistema imperialista de supremacía machista, y de supremacía blanca que se apresura por mantenerse como mandamás del mundo. Mucho se está desmoronando y están en rebatiña por ver cómo mantenerlo unido.
Sería importante pensar en porque los imperialistas de la corriente común ven la necesidad y la libertad de tomar la ofensiva hoy día… se ve que la gente siente la ilegitimidad de un sistema que “no puede protegernos” porque los estadounidenses lo esperan de maneras que no lo hacen otros pueblos del mundo. Luego ven la necesidad, desde la perspectiva de los imperialistas de la corriente, de refrenar a las fuerzas fascistas. Los demócratas no tienen una base social que quieran armar de la misma manera que lo quieren hacer los fascistas… así que, desde su perspectiva, ¿cómo mantienen todo eso unido? Estoy pensando en voz alta, pero me parece que vale la pena barajar esas ideas para entender más a fondo la intensidad y la volatilidad del terreno.
¿Cuál es la salida?
Habiendo dicho eso: el control de armas de fuego no es la respuesta. No podemos y no debemos apoyarnos en la fuente del problema para resolverlo. Este es un sistema que usa sus armas de fuego en manos de la policía para matar indiscriminadamente en las calles, en particular a negros y cafés. Es un sistema que usa sus armas de fuego y bombas al otro lado del mundo para masacrar en hospitales y en bodas, como doctrina de combate2. Y cuando hablan de “control de armas” — ¡no están hablando de parar todo eso!
Lo que se necesita —y lo que es posible— es una lucha a fondo para edificar una sociedad que elimine los antagonismos entre la gente y que se caracteriza por un etos de cooperación, reconocimiento mutuo de la humanidad de cada uno, receptividad y curiosidad que parten desde el mundo hacia afuera; pero la ÚNICA manera de llegar a una sociedad así es arrancando las raíces de la sociedad de las relaciones cotidianas de sálvese quien pueda y el sistema de opresión y privilegio que requiere las tergiversadas y fracturadas psiques que engendran el individualismo cerrado y miope y la consecuente locura y desbarate que ruge. Eso requiere revolución y comunismo, así como un movimiento que, en la medida posible hoy mismo, promueve, vive y lucha por relaciones emancipadoras, al mismo tiempo que lucha con urgencia por el futuro.
1. El comunismo y la democracia jeffersonniana de Bob Avakian es una poderosa indagación a fondo de la mentalidad “yeoman”, la mentalidad del granjero individual, que para Thomas Jefferson era el ideal estadounidense, un ideal que se nutría de la esclavitud y el genocidio. [regresa]
2. Eso solo ha contribuido al crecimiento geométrico del fundamentalismo islámico. Para más, lea: “A raíz de la atrocidad en San Bernardino: ¡NO más guerra injusta! ¡NO a los pogromos, paranoia y persecución!” [regresa]
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