Las autoridades en Chicago aprueban el asesinato policial de Cedrick Chatman
¡No se puede permitirlo! ¡No puede continuar!
20 de enero de 2016 | Periódico Revolución | revcom.us
En medio de la furia por una serie continua de horribles asesinatos policiales y el descubrimiento de que cada institución oficial ha participado en encubrirlos, el gobierno municipal de Chicago se vio obligado a hacer público el vídeo del asesinato a balazos de Cedrick Chatman, de 17 años de edad, en enero de 2013, después de haber batallado por suprimirlo. La familia de Cedrick quería que el público viera el video para contradecir las mentiras y el veredicto oficial de que el asesinato fuera justificado. Brian Coffman, el abogado para la familia, dijo: “Se ve que [Cedric] corre para escaparse de la policía tan rápidamente como le fuera posible; ni siquiera intenta girarse... Fry [el policía] nunca dice nada. Simplemente se bajo del carro, le mira con el arma apuntado mientras [Cedric] corre, y dispara”. Aparte de acribillar a plena luz del día a Cedrick en una esquina concurrida del South Side (lado sur), se ve la imagen asquerosa del otro policía, con la bota puesta encima del adolescente esposado y herido mortalmente, como si Cedrick fuera un animal recién cazado. Ese horror es una gráfica ilustración de la realidad, expresada por muchos, de que se ha abierto la “temporada de caza” de los negros. ¡ESTOS HORRORES TIENEN QUE TERMINAR, PERO YA!
Ha salido que en este caso, todos los “procesos institucionales” correspondientes aprobaron el derecho del perro policía de disparar contra el joven negro que no llevaba arma mientras corría para salvarse la vida. Tanto el fiscal estatal como la Autoridad de Revisión Independiente de la Policía (ARIP) le absolvieron a Fry de mal conducta. Ninguno de los policías recibió disciplina alguna y ambos siguen patrullando las calles hasta la fecha.
La versión oficial era que Cedrick y otros habían robado un carro a mano armado. Los policías dijeron que vieron un carro que correspondía a la descripción del carro robado, lo pararon y vieron que Chatman se agachaba para agarrar algo en el carro, y luego se bajó del carro con un objeto negro en la mano, el cual los policías pensaban que pudiera ser un arma, y se giró un poco hacia los policías que le perseguían, y por eso el policía Fry “temía por su vida” y abrió fuego. Pero la investigación del lugar de los hechos demostró que el objeto negro era una funda de iPhone y no hubo arma. Las secuencias de video sacadas de tres edificios cercanos muestran que Cedrick corría para alejarse de los policías. Coffman, que al principio estaba renuente a representar a la familia, dijo: “Cuanto más veía, más me daba cuenta: ‘Dios mío, es un gran chanchullo’. Era increíble. Luchaban con uñas y dientes por encubrir esto desde un principio”.
Lo único que no correspondía a la rutina porcina normal en este caso fue que el investigador principal de la ARIP, Lorenzo Davis, determinó que los disparos no se justificaron y recomendó despedir a Fry, el agente que asesinó a Cedrick. No se despidió a Fry, pero sí se despidió a Lorenzo Davis por negarse a cambiar de decisión. Davis examinó el video y concluyó: “Cedrick no hacía más que correr cuando se le disparó. Se nos enseña que usar la fuerza mortal es el último recurso y hay que hacer todo lo posible para apresar a la persona antes de usarla. Para mí, no hubo necesidad de usar la fuerza mortal en ese momento”. El jefe (quien es nombrado por el alcalde) de la ARIP, una entidad investigadora que supuestamente es independiente e imparcial, estaba empeñado en proteger a la policía e intervino directamente en el caso, ordenando que Davis cambiara su decisión a “justificado” (en éste y cinco casos más, incluido el asesinato policial de Laquan McDonald y Flint Farmer). Davis, que había sido policía de Chicago por 23 años, se negó a hacerlo y lo despidieron ¡por “sesgo anti-policial!” Después de despedir a Davis, los altos funcionarios de la ARIP cambiaron la decisión a “justificado”. Asimismo, el fiscal estatal no formuló cargos contra los policías. Caso cerrado. Un asesinato aprobado... con todas las de la ley.
HAY MÁS. El policía asesino tiene un largo historial de brutalidad y al menos otro asesinato, pero jamás le han disciplinado en toda su vida profesional. La familia Chatman entabló una demanda por muerte injusta, la quinta demanda por derechos civiles entablada desde 2006 en que Fry figura como acusado. Las otras cuatro demandas lo acusaron de fuerza excesiva, arresto ilegal y registros ilegales. Todas se resolvieran extrajudicialmente. Al menos una se relacionó con el asesinato de otro adolescente negro. Se han presentado 30 quejas contra Fry a lo largo de su carrera y TODOS los archivos sobre las quejas dicen “no corroboradas”. No le han disciplinado nunca.
TODAVÍA HAY MÁS. En lugar de formular cargos contra el policía asesino, ¡se acusó del asesinato de Cedric a dos supuestos cómplices del supuesto robo de automóvil, que estaban a 10 cuadras de distancia cuando los policías mataron a Cedrick! La fiscalía escribió que estos hombres “desencadenaron una cadena de acontecimientos que causó la muerte de Cedrick Chatman”. Qué lógica torcida: la policía mata a un hombre y sale impune, y dos jóvenes que ni siquiera estuvieron en el lugar de los hechos son acusados del asesinato. Las acusaciones de homicidio se usaron como amenaza para hacerles decir eran culpables de un delito menor. Ahora los jóvenes purgan 10 años de prisión, mientras que los policías asesinos están en libertad y patrullan las calles.
¿Qué lección sacamos de eso? La de que el proceso y el engranaje rutinarios de la policía, el sistema judicial, los supuestos “controles e equilibrios” investigativos y judiciales, y el poder ejecutivo (el alcalde y el concejo municipal): todo eso se ha establecido de modo que le de el sello de aprobación al asesinato y el terror policiales y oculte lo que ocurre en realidad con el fin de continuar haciéndolo. ¿A quién castigaron? A los policías no, tampoco al jefe de la ARIP. Despidieron al investigador que no quiso rajarse en cuanto a lo que descubrió. Aquí se trata de algo mayor que un código de silencio; se trata de un sistema establecido para permitir que los policías asesinen a las personas con impunidad, y al mismo tiempo convertir eso en rutina, encubrirlo y darle la apariencia de un proceso justo e igualitario por medio de suprimir evidencias y satanizar a un sector entero de la población a la cual reprime con saña.
Brian Coffman, el abogado de la familia Chatman, dijo: “La simetría entre nuestro caso y el caso McDonald está bastante clara...Ésta es una bomba que está a punto de explotar en la ciudad de Chicago, el momento en que todos de repente se den cuenta de que el sistema está roto”.
Todo esto ilustra en concreto cómo en realidad funciona el sistema, debidamente, en Chicago sí, pero por todo Estados Unidos, como Bob Avakian expone con nitidez en el video “Sí, hay una conspiración... para que siempre salgan impunes los policías”.
Todos que están hartos de lo visto en estos vídeos, todos que no pueden permanecer callados cuando la policía sigue asesinando a más personas como Bettie Jones y Quintonio Legrier, todos los que querían que Tamir Rice, de 12 años de edad, tuviera la oportunidad de crecer, todos que han protestado contra esto y se niegan a silenciarse: ¡Hay que salir a la calles y las escuelas y armar la gorda!
Y hay que asistir a la Conferencia de los Estados Centrales de Estados Unidos que celebra la Red Parar la Encarcelación en Masa (SMIN, por las siglas en inglés) para PARAR EL TERROR POLICIAL, sábado 23 de enero de 12 a 6 pm en la iglesia Trinity Episcopal Church, 125 East 26th Street en Chicago. (Visite este sitio para información sobre las otras conferencias regionales de SMIN.)
Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.