Chicago: Donde el racismo fluye 24-7 como el borboteo de la caca de una cloaca tapada
26 de julio de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El departamento de agua potable de Chicago tiene la responsabilidad de hacer llegar agua pura y fresca a los residentes de Chicago y de 125 comunidades de las afueras. La peste que se emite de ese departamento debe darles náusea a los residentes. No es el agua lo que huele a pocilga, sino los funcionarios a cargo del departamento.
Al investigar a un supervisor por llevar a cabo negocios particulares a través del correo electrónico del municipio, encontraron un fango de porquerías racistas que impregnan el departamento.
Uno de los correos electrónicos del funcionario comenzó con la línea de asunto: “Boletos para un Safari en Chicago”.
“Si no reservó con nosotros una aventura de Safari en Chicago el fin de semana del 4 de julio, esto es lo que se perdió”, seguido por una lista de las personas baleadas en el Barrio Sur y el Barrio Oeste de Chicago.
“No se olvide que todo paquete de Safari en Chicago incluye 3 lujosas comidas de ‘Harold’s Chicken’ [pollo frito] cada día. Garantizamos que verá por lo menos un asesinato y cinco escenas de crimen en cada gira de tres días. También verán muchos pero muchos animales en su ambiente natural. Llame y reserve hoy mismo un Safari en Chicago”.
El informe describe un correo electrónico con el asunto “Sabes que estás en el barrio”, con la foto de una “carreta llena de sandías y un rótulo que dice ‘Solicite Tarjeta de Crédito. Sandías Gratis’”.
El fango racista estaba espolvoreado con diatribas sexistas contra el “mafia del kotex”. A las empleadas negras las tildan de putas y perras. A los musulmanes les llaman “come mierdas con sombreros de trapos”. ¡Y estas son las personas a cargo de la distribución del agua para la ciudad! Ya sabemos lo que pasó en Flint, Michigan cuando los funcionarios tomaron decisiones sobre el agua con una desconsideración desalmada y criminal hacia la vida de los negros y de otros.
Esta es la cultura racista del departamento que nadie ni siquiera intentó ocultar. Los correos electrónicos les llegaron a varios funcionarios de alto nivel, pero nadie los denunció. De hecho, el amigo del alcalde Rahm Emanuel que encabezaba el departamento de agua potable fue obligado a renunciar cuando esto empezó a salir. Hace cuatro años se entabló una demanda por la cultura racista en el departamento, así que el alcalde y los funcionarios del municipio no pueden decir que no sabían. Desde ese entonces unos empleados afroamericanos han entablado una segunda demanda porque con rutina les niegan ascensos merecidos y les insultan repetidamente con la palabra “n” y sufren retaliaciones si lo denuncian.
El mero hecho de que este supervisor fuera capaz de enviar esas porquerías groseras y racistas indica que esto es algo que se ha estado pudriendo a plena vista y ahora es algo envalentonado y desencadenado por la asquerosa supremacía blanca del régimen de Trump.
No son los residuos de otros tiempos. Así ES como funciona Chicago — su racismo y carácter brutal de apartheid es comparable al de Sud África.
Y por si acaso usted piensa que esto se limita a este departamento, recapacite. A medida que se revelaban estas cosas estallaba otro escándalo en la oficina del tasador de impuestos del Condado Cook, al que pertenece Chicago. Resulta que una investigación del Chicago Tribune sobre los récords de impuestos indican que por años “el sistema del condado de impuestos a la propiedad ha creado una carga desigual sobre los residentes, ofreciendo enormes ventajas económicas a los dueños de casa adinerados y al mismo tiempo castigando a los que más poco tienen, especialmente a los que viven en las comunidades minoritarias”. En un caso típico, un dueño de casa en un barrio predominantemente negro en el Barrio Oeste de Chicago pagó impuestos por una casa de dos pisos que según el condado fue valorizada a $ 210.000 cuando en realidad valía $ 119.000. En el barrio chicagoense de Lincoln Park un dueño de casa pagaba impuestos por una casa que según el condado fue valorizada en $ 787.000, cuando en realidad el dueño pagó el doble por esa casa. Estos no son “errores” al azar. En realidad, era un robo ilegal sistemático y generalizado a gran escala a los pobres para beneficiar a los ricos. Y claro, para colmo de males, se trata de las mismas comunidades negras saqueadas por los bancos y sus préstamos predadores, responsables de que el colapso de la vivienda en el 2008 resultara en una enorme transferencia de riqueza sacada de la comunidad negra. Y todo eso se levanta sobre los podridos cimientos de una larga historia de segregación brutal y racista innovada en Chicago y en vigor hasta la fecha.
Mientras que el tasador de impuestos del condado comete hurto en grande, robando a los que menos tienen, el gobernador republicano del estado le priva a la ciudad de recursos muy necesarios para servicios de primera necesidad como las escuelas, las facilidades para pacientes mentales, y servicios sociales básicos. La austeridad impacta desproporcionadamente a las comunidades de los oprimidos. Los casi tres años sin presupuesto estatal ha dejado a las agencias sin lucros de fondo en la bancarrota, ya que no podían seguir manteniéndose sin que el estado las reembolse por los servicios sociales que ofrecen a los necesitados.
Todo eso lo impone un sistema de in-justicia CRIMINAL. Mientras que durante el 4 de julio los juegos artificiales maravillaban a la ciudad, y la gente en “la otra parte de la ciudad, la parte de la clase media y más blanca” celebraba y hacía picnics, considere sobriamente el horror infligido a una familia negra del Barrio Sur de Chicago por celebrar el 4 de julio y ser negros. [El 4 de julio, más de 100 cerdos de tres diferentes distritos policiales irrumpieron en una fiesta familiar del 4 de julio, entraron como una redada del ejército, derrumbando puertas a patadas, arrastrando y golpeando a la gente, aterrorizando a los niños que se escondían con miedo en el dormitorio, y detuvieron a 13 personas, algunas que ahora enfrentan graves cargos.]. Y “todos saben” que el Departamento de Policía de Chicago es profundamente racista y brutal, y lo ha sido durante décadas de asesinatos, salvajismo y literalmente tortura en la comunidad negra como lo han demostrado en ultraje tras ultraje sacados a la luz. Ahora Rahm Emanuel se ha retractado de solicitar la supervisión por la corte federal de las por sí débiles reformas de las prácticas policiales impuestas por el Departamento de Justicia. Esto mientras que el procurador general de Trump, “Jeff KKK Sessions”, se ha reunido tanto con el jefe de policía Y el presidente del sindicado policial, la FOP — LA ORDEN FASCISTA DE POLICÍAS. Ahora han mandado al ATF (Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos) para llevar a cabo la represión de alta tecnología.
Hay días que uno literalmente se enferma al leer lo que sale en los periódicos de Chicago… a sabiendas de lo que ha significado para la vida de la gente y de la desalmada destrucción genocida de un pueblo. Uno tiene que hacerse a propósito el ignorante para negarse a reconocer lo que está pasando en Chicago — la cuna del primer presidente negro, presidido por un alcalde demócrata y ahora ofrecido en charola a un presidente homicida y fascista, Trump.
Una pregunta sencilla y muy seria: ¿Por qué se debe tolerar esto un día más sabiendo que existe la posibilidad de acabar con esto a través de la revolución?
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