Cartas sobre la película Detroit
12 de agosto de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
De un miembro del Club Revolución-Chicago:
“Al ver la película Detroit, me sentía como si mi corazón saltara bombeando de mi pecho”
12 de agosto de 2017
Al ver la película Detroit, me sentía como si mi corazón saltara bombeando de mi pecho, y mi ira contra el sistema con sus agentes armados, policías y fuerzas armadas, casi a punto de hervir. La mezcla de la tortura al estilo del Klu Klux Klan y los buenos muchachos racistas, el ávido militarismo de la policía fuertemente desenfundado y cargado, y el ejercicio de la dominación masculina lo hizo difícil no vomitar. Una escena en particular que me llamaba la atención fue cuando los policías le preguntaron a una joven blanca por qué quería estar con hombres negros, y ella respondió, “estamos en 1967” ... En 2017 hay policías como Wayne Welsh de la policía de Estherwood, Luisiana — que hace poco fue obligado a renunciar debido a la indignación generalizada por su tuit de una imagen de una mujer blanca que le empuja la cabeza en una tina de baño a su hija, con la leyenda, “Cuando el primer amorcillo de tu hija es un muchachito negro”— que todavía están metidos en el mismo maldito racismo. Como dijo un abogado de la policía en la película, la policía estaba cumpliendo con su trabajo.
El cine en el Barrio Sur estaba lleno, con pocos lugares no vendidos. Se oyeron gritos sofocados y suspiros de angustia en ciertos momentos intensos de la película, como cuando el amigo cuenta la verdad a pesar de arriesgarse la vida, y más tarde en el tribunal cuando los tribunales de injusticia anuncian el veredicto. Al terminar la película dejando a la gente en un estado de sacudimiento, unos miembros del Club Revolución comenzaron a hacer agitación, las lágrimas de furia aún les escurrían por el rostro. Trump le dice a los policías que se portan demasiado amables; ¿fue eso amable? Eso pasó hace años, y no han parado. “Philando Castile, ¡encubrimiento! Alton Sterling, ¡encubrimiento!... Este sistema ya ha tenido 400 años para corregirse. ¡Ya es hora de dejar de aceptar sus mentiras y de organizarnos para derrocar este sistema a la mayor brevedad posible!”
Durante la agitación, distribuíamos ejemplares de CÓMO PODEMOS GANAR: Cómo en concreto podemos hacer una revolución y nuestra Declaración (“El Club Revolución declara: Este verano en Chicago NO será un baño de sangre en que se matan unos a otros”) a manos ávidas y cabezas que asentían. Una mujer gritaba su conformidad mientras se bajaba por las escaleras. Hablamos con personas que se detenían en medio del cine y en los sanitarios para conversar sobre la solución y lo que tenemos: la dirección en BA y en el PCR, y el trabajo que ya se ha hecho acerca de cómo una fuerza revolucionaria podría poner fin a siglos de dolor por medio de una revolución. Una mujer de mediana edad pidió una cantidad de volantes para repartir en su barrio y otras personas abrieron sus bolsas para meter un volante, preguntando sobre cómo podrían ser parte de esta solución. Media hora más tarde, concluíamos las conversaciones con varias personas más allá de la medianoche, entusiastas por entrarle a BA y visitar el centro de organización del Club Revolución en el Barrio Sur.
El “Hay que ver” de revcom.us dice que Detroit es una película que no se puede perder. Y la gente que sabe algo de la solución, de BA, de la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte y de lo que se necesita para llegar a otra sociedad, tienen que salir en la sociedad y poner en primer plano la única solución por la que vale la pena luchar.
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