Los deslaves en Sierra Leona: Las muertes innecesarias en una tierra ensañada por la esclavitud y el imperialismo

2 de septiembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us

 

Cientos, hasta un millar, de personas murieron en un deslave masivo de tierra la semana pasada en el país de África Occidental, Sierra Leona. El deslave se produjo en la madrugada del 14 de agosto. Un torrente de lodo fluyó desde el Monte Sugar Loaf, a unos ocho kilómetros de la capital de Freetown. Barrió y enterró todo en su camino, los seres humanos, sus casas frágiles, volviéndose cada vez más mortal mientras recogía los desechos.

Las casas fueron completamente sumergidas en barro, causando la muerte a los residentes atrapados adentro, muchos de los que todavía dormían. El distrito de Regent, un barrio pobre en las afueras de Freetown, se aniquiló. Miles de personas están sin hogar, ahora mismo, sus casas bajo el lodo y las inundaciones. La gente se reúne para buscar noticias de seres queridos desaparecidos.

La (falta de) respuesta criminal de la “Comunidad Internacional”

Las noticias sobre los eventos desencadenantes y las secuelas del deslave pintan un cuadro de una nación de ocho millones de personas casi indefensa frente al deslave, las consecuencias y la amenaza de más deslizamientos de tierra. El barrio más afectado de Regent se compone de viviendas “ilegales” construidas por personas expulsadas del campo hacia la ciudad, pero incapaces de encontrar trabajo e ingresos legítimos. Más de un millón de personas están abarrotadas en la ciudad, la mayoría de ellas en barrios marginales. No existen la planificación urbana racional, los códigos de construcción y las regulaciones ambientales. Los suministros de socorro están casi ausentes. La gente está excavando los cuerpos con las manos. Las morgues son incapaces de mantenerse al día con los cadáveres, y las autoridades dependen de bolsas para cadáveres suministradas por Médecins Sans Frontières (Médicos Sin Fronteras).

Los recursos médicos del país quedaron abrumados tras el brote de Ebola de 2014 a 2016 que causó la muerte de al menos 4.000 personas. Ese brote exacerbó la pobreza, la falta de vivienda y el hambre. Ahora los expertos médicos temen un brote de cólera, diarrea y fiebre tifoidea debido al agua contaminada. Y las condiciones que dieron lugar al deslave todavía existen, y la amenaza de una nueva devastación preocupa a la gente en la capital y otras partes del país.

Una mujer le dijo a The Guardian: “Todo se ha ido. Lo hemos perdido todo: nuestra casa, todo. El barro se vino abajo con el agua tan rápido y mi hijo no se escapó. Lo encontramos tirado en el barro. Era sólo un muchacho. Se llevaron su cadáver con los demás a no sé dónde. Que dios ayude a Sierra Leona. ¿Por qué estamos malditos? ¿Qué se supone que hagamos ahora, sin nada?”

Mientras tanto, la respuesta de la “comunidad internacional”, en particular las naciones ricas, ha sido criminalmente negligente. La humanidad ha creado la tecnología, los recursos y la ciencia que se podría haber utilizado para anticiparse y responder a los deslaves, si no evitarlos. Pero esos recursos están en manos de un sistema global de explotación y opresión, y las necesidades de ese sistema son totalmente incompatibles con las necesidades del pueblo de Sierra Leona en esta crisis.

La Unión Europea prometió una miserable ayuda de 350.000 dólares. La pequeña nación africana de Togo prometió más. Sólo China y Gran Bretaña prometieron un millón de dólares o más de ayuda. Y, en un verdadero indicio de lo que el régimen de Trump y Pence significa con “hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza”, Estados Unidos no prometió ninguna ayuda para la crisis del deslave, ¡en absoluto!

Las cicatrices de la esclavitud y el colonialismo

Pero es aún peor. Las condiciones que se han sacado a la luz con tanta claridad debido al deslave son un producto directo de la trata de esclavos, el colonialismo y el capitalismo-imperialismo.

Sierra Leona y su capital estaban en el centro de la trata de esclavos. A los supervivientes del viaje infernal a las Américas les azotaban, torturaban y trabajaban bajo las condiciones más brutales para sentar gran parte de las bases para el surgimiento del capitalismo en todo el mundo y para la riqueza y poder del Estados Unidos de hoy en día. Todo esto dejó una huella traumática en todos los aspectos de la vida en Sierra Leona.

Las cicatrices de la trata de esclavos, y el colonialismo, siguen siendo crudas y profundas en Sierra Leona. En 1895, Gran Bretaña trazó las fronteras de Sierra Leona, declaró al país su “protectorado” y emprendió una sangrienta guerra de represión contra los luchadores por la independencia. La minería de oro, la manufactura y la agricultura sirvieron al surgimiento y la riqueza de las potencias coloniales e imperialistas, las que truncaron el desarrollo capitalista indígena. El oro saqueado para fabricar monedas era un componente clave del emergente sistema monetario capitalista, y los colonialistas calificaron a Sierra Leona y áreas adyacentes como “la Costa de Oro”. Como resultado de este desarrollo desequilibrado y distorsionado, la infraestructura —carreteras, servicios sociales, comunicación, educación, asistencia sanitaria… los que existían— se construyeron para servir a la esclavitud y al saqueo colonial.

In el libro De cómo Europa subdesarrollo a África, Walter Rodney escribió: “Para tomar sólo un ejemplo de la colonia británica de Sierra Leona, se encuentra que el ferrocarril que comenzó a finales del siglo XIX requirió los trabajos forzados de miles de campesinos expulsados de las aldeas. El trabajo duro y las condiciones terribles condujeron a la muerte de un gran número de personas que trabajaban en el ferrocarril”. Estos ferrocarriles, como todo lo demás construido bajo el colonialismo (y después de eso, nuevas formas de dominación imperialista) no conectaron a las personas y los productos dentro de Sierra Leona, sino que sirvieron para la exportación del algodón, minerales y otros productos. La agricultura local fue arruinada por las importaciones baratas inyectadas en el país mediante los circuitos globales de explotación imperialista. Y Rodney observa que esta “división internacional del trabajo permitió que la tecnología y las habilidades crecieran en [los países capitalistas emergentes]”. (Traducción de revcom.us).

Sierra Leona sólo logró la independencia en 1961. En el siglo XXI, Sierra Leona ha sufrido guerras civiles y ha sido gobernada por tiranos brutales. Las necesidades del capitalismo-imperialismo occidental siguen dominando y encadenando la vida de las masas populares. El legado y el impacto actual de la esclavitud, el colonialismo y el imperialismo se concentran en el hecho de que la esperanza de vida en Sierra Leona es la más baja del mundo, 51 años — décadas más baja de la del Occidente.

Los factores ambientales y del cambio climático

Pero es peor aún. La degradación ambiental debida al cambio climático y al “desarrollo” económico no regulado dejó a las personas en las afueras de Freetown en una situación precaria. Los deslaves son básicamente un producto de dos factores: precipitaciones que abruman los canales existentes, y la deforestación y otros factores que impiden que el suelo absorba el agua.

Los expertos han identificado que el calentamiento global provocado por el hombre está conduciendo a fenómenos meteorológicos extremos mucho más graves, y los últimos dos años han visto un aumento dramático de las precipitaciones en Sierra Leona.

La deforestación también ha aumentado dramáticamente en los últimos años. Según el grupo de vigilancia Global Forest Watch, Sierra Leona ha perdido casi 800.000 hectáreas de cobertura forestal en la última década, y la pérdida aceleró en 2015. La tala no reglamentada de los árboles es el resultado de la guerra y las condiciones desesperadas que la gente enfrenta.

El producto de un sistema criminal

El sistema global del capitalismo-imperialismo sentó las bases y fomentó los acontecimientos que causaron el horrible deslave en Sierra Leona, y dejó a la gente de ese país en las condiciones de pesadilla que soportan en este momento. Karl Marx, el fundador del comunismo, escribió, con amarga ironía:

El descubrimiento de los yacimientos de oro y plata de América, la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros: son todos hechos que señalan los albores de la era de producción capitalista.

Este son los cimientos de la riqueza y el poder del capitalismo-imperialismo occidental, incluido de Estados Unidos. Cuando morbosos como Donald Trump, y para el caso todos los promotores y defensores intelectuales del imperialismo, señalan la riqueza y el poder de Estados Unidos, están hablando del producto de un sistema que creó las condiciones infernales que hoy padece la gente de Sierra Leona.

¡Todo esto, y la absoluta falta de una respuesta adecuada de parte los países ricos del mundo, es obsceno e inaceptable! Las potencias mundiales tienen que responder con la ayuda necesaria ahora. Y la gente del mundo tiene que intensificar los esfuerzos para derrocar este sistema lo antes posible.

 

 

 

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