Sobre la horrorosa masacre de los devotos sufíes en Egipto
6 de diciembre de 2017 | Periódico Revolución | revcom.us
El viernes 24 de noviembre, fundamentalistas islámicos fuertemente armados, afiliados al Estado Islámico, rodearon una mezquita islámica sufí llena de fieles en la península del Sinaí de Egipto. Explotaron una bomba en el interior, luego dispararon a los que intentaban escapar y atacaron a las ambulancias que corrieron a la escena. Más de 300 personas, incluidos al menos 27 niños, fueron masacradas y otras 109 resultaron heridas.
Este fue un crimen horrible, llevado a cabo por jihadistas islámicos fundamentalistas completamente reaccionarios. Entonces Trump le sacó provechó para promover crímenes aún más reaccionarios. Pidió intensificar los bombardeos y las guerras estadounidenses en el Medio Oriente, prohibir a todos los musulmanes de Estados Unidos, y cumplir con construir el muro entre Estados Unidos y México.
¿Cómo comprendemos y actuamos en relación con la batalla de los Estados Unidos y sus aliados, por un lado, y el fundamentalismo islámico y el jihadismo, por el otro? Bob Avakian lo explica en Lo BAsico 1:28:
Lo que vemos en contienda, con la jihad por un lado y McMundo/McCruzada [el imperialismo occidental en creciente globalización] por el otro, son sectores históricamente anticuados de la humanidad colonizada y oprimida contra sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista. Estos dos polos reaccionarios se oponen, pero al mismo tiempo se refuerzan mutuamente. Apoyar a uno u otro de esos polos anticuados, acabará fortaleciendo a los dos.
Esta es una formulación muy importante y crucial para entender muchas dinámicas que impulsan el mundo en este período, pero tenemos que tener en claro cuál de “los dos sectores históricamente anticuados” ha causado más daño y representa la mayor amenaza a la humanidad: los sectores dominantes históricamente anticuados del sistema imperialista, y en particular los imperialistas estadounidenses.
Piénselo: Estados Unidos ha estado librando guerras, cometiendo crímenes enormes, matando a cientos de miles de personas y destruyendo la vida de millones de personas en el Medio Oriente durante los últimos 16 años. Recientemente se ha revelado [en inglés] que Estados Unidos ha matado a 31 veces más civiles en Irak y Siria en los últimos dos años de lo que ha admitido.
Los aliados de Estados Unidos, como los carniceros militares que gobiernan Egipto, tienen mala fama de acorralar y torturar a sus oponentes. En el Sinaí, el ejército de Egipto ha llevado a cabo ejecuciones sumarias y ha destruido aldeas enteras.
Estos crímenes han alimentado el fundamentalismo islámico reaccionario. Una de las horrendas consecuencias de esta dinámica es la difusión del sectarismo religioso violento. El Estado Islámico y otros jihadistas han masacrado a los que consideran “herejes” o “apóstatas”: musulmanes sufíes y cristianos coptos en Egipto; musulmanes chiitas en Pakistán y Afganistán; y minorías religiosas como los yazidíes en Irak — todo impulsado por su programa reaccionario de imponer el fundamentalismo medieval como la ideología dominante y la ley de la sociedad.
¡El mundo no tiene por qué ser así! No tenemos que elegir entre el horror del imperialismo global y el horror del fundamentalismo islámico y el jihadismo. ¡Un camino completamente distinto y un mundo radicalmente diferente y mucho mejor son posible por medio de la revolución comunista, una revolución real que tiene el objetivo de acabar con todas las formas de opresión!
¡ALTO a las guerras del imperio, los ejércitos de ocupación y los crímenes de lesa humanidad!
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