Billy Graham muerto: Este fiel sirviente del imperialismo estadounidense NO será echado de menos
1º de marzo de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Billy Graham, quien falleció el 21 de febrero, fue un fiel sirviente de la clase dominante de Estados Unidos por 70 años. Hay que recordarlo como un devoto partidario de presidentes criminales y alguien que predicó el veneno ante millones de personas por muchas, muchas décadas.
Durante su vida, Graham viajó a 185 países y predicó ante 200 millones personas — con un mensaje de someterse a un dios que no existe y de vivir como manda la Biblia. Una Biblia que defiende la esclavitud, la extrema subordinación de la mujer, la pena de muerte para los homosexuales y para los niños que desobedecen, y muchas otras tonterías reaccionarias.
Graham fue un tenaz ideólogo del imperialismo yanqui — promotor del mercado libre del capitalismo y enemigo del “comunismo ateo”. Ya en 1949, Graham llevó su mensaje venenoso a miles de personas. En el centro de Los Ángeles, celebró una “enorme cruzada de carpas” de tres semanas en un “catedral de lona” con 6000 asientos. Su mensaje que combinaba la religión conservadora con el anticomunismo de la Guerra Fría era que “El comunismo ha decidido contra Dios, contra Cristo, contra la Biblia, y contra toda la religión. El comunismo no es solo una interpretación económica de la vida. Es una religión inspirada, dirigida y motivada por el Diablo mismo que le ha declarado la guerra a Dios el Todo Poderoso”.
En 1954, predicó ante enormes multitudes en Alemania — 25.000 en Dusseldorf y 80.000 en Berlín. Un artículo de opinión recién publicado en el New York Times dijo que Graham fue “La máquina de Dios para la Guerra Fría” y que Graham “describió sus viajes como ‘cruzadas’ y consideraba a Alemania Occidental la zona cero en lo que él llamaba el ‘Campo de Batalla, Europa’, una lucha de la Guerra Fría para redimir la ‘tierra de Lutero’ de su pasado nazi asegurar su futuro como un bastión de democracia estilo estadounidense, capitalismo y evangelismo”.
Más que nada, la vida de Graham recalca la manera en que los estados explotadores usan la religión para imponer y justificar la opresión. Piensen en la esclavitud en Estados Unidos — en cómo se usó el cristianismo para fomentar la obediencia ciega ante la autoridad, junto con justificar la supremacía blanca y la supremacía masculina. Una de las principales cosas que citaron los defensores de la esclavitud fue la Biblia — específicamente el cuento de que el hijo de Noa, Ham, se ganó la cólera de Dios y fue destituido a África, una maldición puesta sobre sus descendientes.
En su libro, ¡Fuera con todos los dioses!, Bob Avakian (BA) explica por qué las clases dominantes opresivas necesitan la religión, y especialmente por qué necesitan promoverla entre las masas populares. BA parafrasea a Napoleón Bonaparte: “La sociedad es imposible sin la desigualdad; la desigualdad es intolerable sin un código moral; y un código moral es inaceptable sin la religión”. ¿Qué ha sido, y es, esta moral para el imperialismo estadounidense? Una de guerras por imperio, represión, supremacía blanca, patriarcado y supremacía blanca, y el pensamiento más anti científico”. Esa es la religión y la moral que Graham predicó alrededor del mundo al servicio y de la opresión.
Graham les dio “apoyo espiritual” a una docena de presidentes yanquis, tanto republicanos como demócratas. Fue consejero personal de Richard Nixon (1969-1974), dándole “fuerza espiritual” mientras Estados Unidos bombardeaba y masacraba a cientos de miles en Vietnam y cuando la CIA directamente ayudó al sangriento golpe de estado militar en Chile en 1973 que puso en el poder al dictador Augusto Pinochet. (Ver la serie en revcoms.us Crimen Yanqui para más sobre Vietnam y Chile).
Graham llevaba una íntima relación con Ronald Reagan quien desempeño un papel importante en la difusión del cristianismo fundamentalista y que respaldó al dictador guatemalteco Ríos Montt, responsable de desatar un terror desenfrenado contra el pueblo de Guatemala. (Ver Crimen Yanqui Caso #95). En 1991, el presidente George H.W. Bush le invitó a Graham a pasar la noche en la Casa Blanca la víspera del bombardeo estadounidense de Irak. Graham rezó la oración en la inauguración del presidente Clinton en 1993. Obama viajó a Carolina del Norte en 2010 para rendirle homenaje a Graham.
El sistema capitalista-imperialista de Estados Unidos, al que Billy Graham servía con tanta devoción, ha engendrado un régimen fascista en la Casa Blanca. Es apropiado que, después de la muerte de Graham, Trump haya tuiteado: “El GRAN Billy Graham ha muerto. ¡No había nadie como él! Será echado de menos por cristianos y todas las religiones. Un hombre muy especial”.
Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.