Disculpen nuestro análisis*
13 de junio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
Atribuirle el “mérito” a Trump de indultar a Alice Johnson, de 63 años, encarcelada injustamente (un indulto solicitado por Kim Kardashian) —mientras crece la maquinaria de encarcelación en masa, mientras simultáneamente sigue atacando a los atletas negros por atreverse a protestar, mientras la migra está arrebatando hijos a sus madres y padres y mientras 100 cosas adicionales nos llevan a todo vapor por el camino al fascismo total— no es sino atribuirle el mérito al amo por haber eximido de un azote a un solo esclavo de modo que “demuestre” su imparcialidad y benevolencia. No es sino atribuirle el mérito a Hitler por “aflojar” los ataques contra los judíos antes de los Juegos Olímpicos de Berlín (con el propósito de cambiar la “óptica” de ese evento con el fin de normalizar a la Alemania nazi) mientras se montaba, lubricaba y encendía la maquinaria de muerte. Todo lo que hace Trump está al servicio de imponer el fascismo a porrazos, punto. Más allá de su clara intención —y de su aparente éxito— de crear confusión y desviar la atención de lo que realmente está pasando, esta maniobra en particular es parte de su campaña para normalizar la idea de que Trump esté indultando a la gente a su capricho imperial, algo que él está haciendo para allanar el camino para indultar a sus secuaces y a sí mismo, si se tratara de eso.
Pero en lugar de denunciar al cinismo, la manipulación burda y el peligro que motiva esta maniobra detrás de Trump, en lugar de hacer sonar la alarma, personas como Van Jones, Linda Sarsour y otros han utilizado su plataforma y su “credibilidad” para llamar a la gente a atribuirle el mérito (¡!) a Trump por “hacer algo bueno”. Esta posición es el colmo de las idioteces; es una traición. Despista a la gente, hace que la gente baje la guardia, confunde a la gente — en resumen, hace daño, un daño incalculable, a lo que se necesita urgentemente, lo que es el reconocimiento de qué tan peligroso lo es este régimen. Y es un cálculo político burdo: reduce a Trump a un “político normal”, tanto mejor para justificar la canalización de la indignación de la gente hacia los cauces y límites “normales” y completamente ineficaces (y letales) del sistema que engendró a Trump y Pence (y que ahora está controlado por ellos), y Jones, Sarsour y los demás o ya han sacado su tajada o quieren sacar su tajada.
Finalmente: el hecho de que Trump ahora esté llamando a los jugadores de la Liga Nacional de Fútbol Americano y a otros atletas profesionales a remitir los nombres de “amigos” que deberían recibir indultos demuestra aún más el cinismo del trato ofrecido: detengan sus manifestaciones durante el himno nacional (en otras palabras, que se cierren la maldita boca y traicionen sus principios y a las masas de personas) ¡y yo ayudaré a sus amigos! Y esto también refuerza la noción de que el poder de indulto de Trump es y debe ser ilimitado y el mismo Trump de plano está por encima del estado de derecho.
¡Infamia!
* Nuestro aprecio al difunto gran Gil Scott-Heron, por su canción “We Beg Your Pardon (Pardon Our Analysis) [Rogamos que nos disculpen (Disculpen nuestro análisis)]”.
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