La Corte Suprema da luz verde a la exigencia de Trump y Pence de que las adolescentes inmigrantes no tengan al derecho a hacerse un aborto
11 de julio de 2018 | Periódico Revolución | revcom.us
El 4 de junio, la Corte Suprema dictaminó, en efecto, que las mujeres son incubadoras, que no son plenos seres humanos. Dijo que SÍ a la solicitud del régimen de Trump y Pence de revocar la decisión de un tribunal inferior que permitió que una adolescente indocumentada se hiciera un aborto.
La joven de 17 años, conocida como Jane Doe, estaba en un campo de detención de ICE el año pasado cuando descubrió que estaba embarazada, y deseó sin vacilación un aborto. Los fetos no son bebés, y no había razón alguna para evitar que se hiciera un aborto. Pero la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR) citó su política de no “facilitar” abortos para menores en detención migratoria, y se negó a liberar y transportar a Doe para hacerse el aborto. La ORR está encabezada por Scott Lloyd, un cristiano fascista fanático nombrado por Trump, que dice que cree que las adolescentes inmigrantes bajo custodia no tienen el derecho constitucional al aborto.
Esta decisión de mal agüero por parte de la Corte Suprema tendrá implicaciones concretas para todo un grupo de mujeres refugiadas e inmigrantes. En 2017, al menos 420 menores embarazadas no acompañadas estaban detenidas, incluidas 18 que solicitaron abortos.
La ACLU (Unión Estadounidense por las Libertades Civiles) demandó a la administración de Trump en una corte federal, impugnando la política del gobierno, y la jueza Tanya Chutkan emitió una orden de restricción temporal en octubre pasado para permitirle a Doe hacerse el aborto. Chutkan también aprobó el litigio de la ACLU como una demanda colectiva, lo que significaba que su decisión se aplicaría a cada menor indocumentada en custodia federal que buscara un aborto. Antes de que el régimen de Trump y Pence pudiera presentar una apelación, Doe se hizo el aborto.
Ahora, la Corte Suprema ha anulado la decisión de Chutkan, diciendo que el asunto es jurídicamente irrelevante porque Doe ya se ha hecho un aborto. Algunos dicen que esta decisión en base a un tecnicismo tan estrecho no tendrá un impacto real. Pero el hecho es que la Corte Suprema no respaldó la decisión de Chutkan de permitir que Doe se hiciera un aborto. Eso es lo que quería el régimen de Trump y Pence, y la política antiaborto de la ORR sigue vigente.
Aún más importante, esta decisión contribuye al esfuerzo general para prohibir el aborto. Es parte de esfuerzos (exitosos) durante décadas para obligar a las clínicas de aborto a cerrar sus puertas debido a restricciones duras e irrazonables y un aluvión de leyes estatales antiaborto. Todo esto se está impulsando con aún más fuerza bajo el régimen de Trump y Pence, que ha designado a funcionarios antiaborto para puestos altos en el Departamento de Justicia, el Departamento de Salud y Servicios Humanos, y otros departamentos.
La demanda de la ACLU está avanzando, pero el régimen de Trump y Pence está luchando en su contra y podría utilizar la decisión de la Corte Suprema para argumentar que la demanda nunca se debía aprobar. El caso podría terminar ante la Corte Suprema, que tiene una mayoría antiaborto. Un fallo de la Corte Suprema contra la demanda establecería un precedente aún más peligroso, que afectaría la vida de todas las mujeres y niñas.
Estos esfuerzos para proscribir el aborto subrayan el hecho de que la subyugación de la mujer ha sido y sigue siendo una parte integral del sistema de capitalismo-imperialismo. Y ahora este sistema ha generado un régimen fascista que incluye, como componente clave, representantes de un poderoso movimiento fascista cristiano que han trabajado durante décadas para lograr su visión de cohesionar la sociedad bajo normas y moral draconianos de fundamentalismo religioso, la que incluye imponer aún más enérgicamente la opresión de las mujeres.
Se necesitan: Voluntarios para revcom.us y Revolución
Si le gusta este artículo, suscríbase, done y contribuya regularmente al periódico Revolución.