Cuatro puntos sobre la última semana: Maniobras fascistas, cháchara de “traición” y los verdaderos intereses de la humanidad
| Periódico Revolución | revcom.us
La cumbre de Trump con Putin, especialmente debido a que se celebró justo después de la nominación de un fascista cristiano a la Corte Suprema y su intimidación durante la conferencia de la OTAN, le ha administrado un choque al orden político vigente. ¿Cómo deben entender esto los que se oponen a las salvajadas del sistema actual, todo lo que se ha intensificado bajo Trump? ¿Y qué deben hacer los revolucionarios, en esta situación, para hacer avanzar las cosas?
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Trump representa y lucha por un sector fascista de la clase dominante que se propone reconfigurar de manera radical las instituciones y las políticas de Estados Unidos. Este grupo cree que el “orden mundial” que Estados Unidos ha encabezado por 70 años ya no le sirve a la dominación imperialista estadounidense. Pero seamos claros: este viejo orden fue de guerras, de destrucción del medio ambiente, de la opresión de pueblos enteros, así como la opresión de género, y de guerras y ocupaciones. Ningún país del mundo siquiera ha alcanzado a cometer el derrame total de sangre que el imperio de Estados Unidos ha causado en los últimos 70 años. Pero los fascistas que están en el poder ahora, encabezados por Trump y Pence, quieren que Estados Unidos redoble sus esfuerzos con aún más dureza, contra las naciones oprimidas como a los aliados, haciendo que sea una situación que se trate de contiendas directas de uno a uno entre los países, en que el más fuerte consiga aún más. Esto requiere que ellos rompan los acuerdos previos o que al menos restablezcan radicalmente los términos de estos acuerdos. El anteriormente dominante sector de la clase dominante cree que esto conducirá a un desastre para los intereses del imperialismo estadounidense y ha venido tratando de al menos contener a los fascistas. Si bien son agudas las divergencias que tienen sobre lo que mejor protegerá e impulsará los intereses de la clase dominante estadounidense en su conjunto dentro del sistema conflictivo global del imperialismo, lo que es más fundamental para todos ellos es la unidad que tienen en defensa de los intereses del imperialismo estadounidense.
Estos fascistas también creen que ciertas tradiciones democráticas básicas del sistema político y del estado de derecho en Estados Unidos, por ineficaces, violadas, limitadas, hipócritas y ferozmente disputadas que estén en la práctica concreta, constituyen barreras a la extrema, abierta y desenfrenada supremacía blanca, chovinismo nacional y patriarcado que los fascistas requieren para reconfigurar la sociedad. Lo que Trump ha hecho en los últimos 10 días no es “inexplicable” sino que contribuye a turbo-acelerar más todas esas políticas y rumbos. El que Putin “tenga algo” o no con que chantajear a Trump no es el meollo del problema; la manera en que Trump aborda a Rusia tiene que ver con una política más amplia de desbaratar la manera anterior en que los imperialistas impulsaban sus intereses y de reemplazarla con algo radicalmente diferente. Las denuncias de “traición” (más sobre esto en adelante) por el ex director de la CIA bajo Obama y denuncias similares de los cabezas parlantes tradicionales y los políticos demócratas indican lo profundo que es el conflicto.
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En realidad, estas acciones de Trump son extremadamente peligrosas para las masas de personas, en Estados Unidos y en el resto del mundo. La lógica de la política exterior de Trump incrementa la posibilidad de una guerra, incluso de una catastrófica guerra nuclear. La nominación de Brett Kavanaugh a la Suprema Corte augura el inicio de ataques aún más feroces contra el pueblo y la destrucción del estado de derecho, lo que incluye la manera en que quizá se aplique a Trump y sus secuaces, y por medio de toda esta ha continuado la sádica limpieza étnica contra los inmigrantes, concentrada en la separación entre los padres de familia y sus hijos en la frontera. Sin embargo, los términos de la mayoría de la oposición a Trump se centra en la supuesta traición de Trump a los intereses y tradiciones estadounidenses, y por supuestamente manchar “los principios sagrados estadounidenses” al alabar “a ese tirano Putin”. Así, se está entrenando a la gente a pensar de una manera peligrosamente tergiversada y enrevesada, y se está dirigiendo a la gente para que vaya en contra de sus mejores aspiraciones y mejor entendimiento.
Esa indignación selectiva desconoce la manera en que Estados Unidos no solo “se mete” en las elecciones (como las elecciones de Rusia en los años 1990 cuando respaldó a Boris Yeltsin) sino la manera en que ha llevado a cabo o respaldado golpes de estado violentos en lugares como Irán, Guatemala, Chile, Indonesia, Honduras y otras partes que han dejado un saldo de millones de muertos, y han cometido asesinatos (Lumumba en El Congo, Allende en Chile, etc.) cuando perdió el candidato que favorecía. Rusia quizá estuviera detrás de los recientes intentos de matar a dos ciudadanos rusos y dos ciudadanos ingleses en Inglaterra, aunque no se ha comprobado esto… pero al mismo tiempo, Estados Unidos admite que mata a cientos de personas al año con aviones no tripulados, ¡y ninguna de ellas contó con un debido proceso legal! ¿Y el que Putin mata a disidentes en Rusia? Claro que eso es repugnante, ¿pero acaso la gente no recuerda el papel comprobado del FBI (una institución hoy adorada por algunas personas que anteriormente se consideraban liberales o progresistas) en el asesinato del líder del Partido Pantera Negra Fred Hampton mientras dormía, y el papel al menos indirecto y tal vez directo que jugaron el FBI y la CIA en el asesinato de Malcolm X, Martin Luther King, George Jackson, etc.? Y en estos ejemplos está floreciendo en toda su extensión la Gran Falsedad Tautológica que Bob Avakian señala en este corto, la que tergiversa fortísimamente la manera en que la gente entiende las cosas y le traba su capacidad de luchar con eficacia.
La pregunta que hay que hacer NO es si Trump le ha “traicionado” al imperio, sino qué necesita la humanidad y lo que el fascismo amenaza con hacer.
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Bob Avakian también ha dicho lo siguiente:
Los intereses, objetivos y grandes planes de los imperialistas no corresponden a nuestros intereses — no corresponden a los intereses de la gran mayoría de la población en Estados Unidos ni de la abrumadora mayoría de la humanidad. Hay que entender las dificultades en que se han metido los imperialistas en aras de sus intereses, y hay que responder a ellas, pero no desde su punto de vista y sus intereses sino desde el punto de vista de la gran mayoría de la humanidad y de la necesidad básica y urgente de un mundo diferente y mejor, de otro camino.
Lo BAsico 3:8
Sin importar quiénes hayan gobernado este sistema, ha sido un desastre total para la humanidad. Los “intereses” de Estados Unidos siempre ha requerido guerras y ocupaciones; la supremacía blanca más horripilante (sin salvajismo comparable en el mundo, como dijo Frederick Douglas, el cual todavía arde); la subyugación de las mujeres tanto en formas modernas como en formas medievales, junto con la gente LGBTQ; la persecución de los inmigrantes; y el saqueo y destrucción del medio ambiente, a tal extremo que pronto la vida podría dejar de ser sustentable. Ni los fascistas ni sus oponentes tienen respuestas fundamentales a estas salvajadas escandalosas. Como decimos en cada número de revcom, nos hace falta una revolución: “se requiere una revolución real,... la que no quiere decir hacer algunos cambios menores dentro de este sistema sino el verdadero derrocamiento, sí, el derrocamiento, de este sistema, al realmente derrotar a sus fuerzas armadas de opresión y represión, cuando se hayan creado las condiciones necesarias (una situación revolucionaria y un pueblo revolucionario que cuente con millones de personas) (como se establece en CÓMO PODEMOS GANAR), al desmantelar las instituciones de este sistema y al construir una sociedad completamente nueva sobre una base económica y política radicalmente diferente; que esto es algo hacia lo que debemos estar trabajando activamente (continuamente debemos incorporar a las personas nuevas en avances geométricos), de ahora en adelante; que se podría reemplazar a este sistema de capitalismo-imperialismo con un sistema mucho mejor —un sistema que es verdaderamente emancipador— tal como se plasma en la Constitución para la Nueva República Socialista en América del Norte; y que existe la base, en el nuevo comunismo y en la dirección de BA, para hacer todo esto una realidad.
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En estos momentos, tanto porque se trata de una batalla crucial para defender los intereses de la humanidad, como porque se trata de parte del trabajo para una revolución real, los revolucionarios tienen que apoyar, participar y esforzarse por darle dirección a un movimiento que realmente se propone expulsar al régimen de Trump y Pence. Los términos de esta lucha deben ser los intereses de la humanidad, y NO los intereses de “América”, los cuales siempre han traído un desastre para las masas de personas por todo el mundo y en Estados Unidos también. Esto quiere decir zambullirse en medio de lo que la gente está haciendo en este momento, explicando los verdaderos intereses de la gente tales como ya se mencionaron, y apoyar el trabajo de Rechazar el Fascismo en esto, sin dejar de impulsar lo que se necesita.
Corto: “Libérese de la Gran Falsedad Tautológica” (en inglés)
(Para leer el texto en español, haga clic aquí.)
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