9 de enero de 2019 | Periódico Revolución | revcom.us

 

 

Por 250 años, el Congreso de Estados Unidos ha supervisado y llevado a cabo una explotación pulverizadora, guerras de imperio (incluyendo la toma de una gran parte de México, y también de Puerto Rico), asaltos genocidas contra los indígenas y el robo total de sus tierras, la esclavización de varias generaciones de africanos y luego afroamericanos, y después la segregación (impuesta por ley y por chusmas de linchadores) seguida del encarcelamiento en masa de esas mismas personas, la restricción por ley de los derechos de las mujeres y las personas gay (incluyendo la supresión del control de la natalidad y el derecho al aborto durante siglos, todo lo que hoy aún está bajo ataque, y hasta hace muy poco, la legalización de la “violación en el matrimonio”), la superexplotación, la satanización y la persecución de los inmigrantes... crimen tras crimen tras crimen. (Vea en el cuadro acompañante los crímenes más recientes llevados a cabo por los demócratas.)

Pero espere, nos dicen. Ahora hay unas cuantas mujeres y personas de color adicionales que se han metido, así que va a ser otra cosa totalmente diferente. No se preocupe, dice Alexandria Ocasio-Cortez, el “rostro publicitario” para todo esto, “el Partido Demócrata no me va a cambiar, yo lo voy a cambiar”.

No me diga.

Si Ocasio-Cortez le dijera que ella se convertiría en una jefa de pandillas de bajo rango en los carteles para acabar con el narcotráfico, o si uno de estos nuevos reformadores demócratas masculinos de nuevo cuño le dijera que él se convertiría en un cura para acabar con el abuso sexual y misoginia que viene del patriarcado que empapa a la iglesia católica, ¿qué diría?

Escuche: las instituciones tienen un carácter y función básica e independiente de usted y de lo que sea que usted se diga a sí mismo. El Congreso por definición y descripción propia es un vehículo para extender y expandir los “intereses de Estados Unidos”, los que en un sistema capitalista ÚNICAMENTE pueden referirse a los intereses de los capitalistas-imperialistas en la extensión y expansión de su imperio. ¡Eso es lo que realmente significa cuando se dice que algo es un “sistema”! Los crímenes enumerados en el artículo acompañante no son defectos, son características. Es decir, no son anomalías raras que de alguna manera sucedieron, sino muestran cómo esta mierda funciona y cómo se supone que deba funcionar.

Y si alguno de estos “rostros frescos” todavía no lo supiera, pronto se enteraría.

La pregunta de importancia es: ¿cuándo va a enterarse USTED?