Carta sobre “La ciencia, la humanidad y ver lo ‘no veíble’”:
“…el tipo de energía científica que PODRÍA y DEBERÍA y TIENE que liberarse de los límites de las naciones y las fronteras…”
| revcom.us
De la redacción: Recibimos esta respuesta de un lector y nos pareció penetrante y cabe compartir unas partes de ella. El lector señala este ejemplo de colaboración global que permitió captar la imagen de un agujero negro como “…un vislumbre de la clase de energía científica que PODRÍA y DEBERÍA y TIENE que liberarse de los límites de naciones y fronteras…”.
Gracias a revcom por publicar la carta de un lector que introdujeron con el título de “La ciencia, la humanidad y ver lo ‘no veíble’” sobre la asombrosa y hermosa hazaña de crear una imagen del horizonte de un agujero negro el 10 de abril. Como cuenta el autor de la carta, más de 200 científicos en 40 países recabaron y combinaron masivas cantidades de datos provenientes de ocho observatorios por todo el mundo, creando en esencia un radiotelescopio del tamaño de la Tierra (el proyecto se llama Telescopio del Horizonte de Sucesos o THS). La masiva cantidad de datos fue procesada para revelar la imagen que todos vimos. Conferencias de prensa “de revelación” del 10 de abril fueron celebradas simultáneamente, en varios idiomas, en Washington, Bruselas, Santiago, Shanghái, Taipéi y Tokio.
La carta que publicó revcom es, con mucho, el mejor reportaje que he leído para entender este profundamente inspirador y alucinante avance y sus implicaciones para la capacidad de la humanidad de conocer el universo.
Cabe mencionar y apreciar un hilo que recorrió algunas de las preguntas, respuestas y comentarios durante la conferencia de prensa que yo vi (unas partes de la conferencia auspiciada por la Fundación Nacional de las Ciencias en Washington, D.C., y la conferencia auspiciada por la Unión Europea en Bruselas).
Ana Humphrey, una alumna de la secundaria pública T.C. Williams, de Alexandria, Virginia (y la ganadora en marzo de la beca Regeneron Science Talent Search de $250.000 por su trabajo de investigación sobre exoplanetas, o sea, los planetas que se encuentran fuera de nuestro sistema solar), hizo la siguiente pregunta en la conferencia de prensa en Washington, D.C.:
[E]sta es obviamente una increíble hazaña de colaboración global en la comunidad científica, y ¿ustedes lo consideran como un modelo para la ciencia a partir de ahora? De ser así, ¿cuáles son los retos y cuáles son las cosas que esperamos lograr?
Shep Doeleman, el director del Telescopio del Horizonte de Sucesos contestó:
Magnífica pregunta. La [“Interferometría de muy larga base”, la tecnología que hace posible que los observatorios por todo el mundo recaben y combinen los datos para producir imágenes de alta calidad], por su propia naturaleza, cuenta con un diseño que permite realizar actividades transfronterizas; no prestamos atención a dónde se encuentran los telescopios, sino simplemente que se encuentran en lugares suficientemente elevados bajo el mando de científicos que comparten una visión común. En ese sentido, formamos este equipo que es un equipo de más de 200 integrantes, seleccionando a expertos de todas partes. Me parece un modelo muy bueno para la manera en que podemos hacer ciencia distributiva. Hemos publicado documentos con unas personas que nunca hemos conocido, pero las consideramos como nuestros verdaderos colegas de confianza. Eso es posible porque tenemos la capacidad de comunicarse y formar una red distribuida de científicos. Me parece que sí que es un buen modelo.
Me llama la atención que la creación de este extraordinario avance científico por medio de la ciencia fue, literal y geográficamente, internacional, con la participación de científicos de todo el mundo; también da un vislumbre del tipo de energía científica que PODRÍA y DEBERÍA y TIENE que liberarse de los límites de las naciones y las fronteras… para resolver los problemas muy difíciles de salvar a la propia Tierra del acelerado desastre ambiental causado por la catastrófica competencia global por ganancias, y para aumentar enormemente el conocimiento colectivo del universo por los seres humanos y la interacción científica con el universo. La humanidad, y la Tierra, necesitan con urgencia una revolución que de hecho trascienda las fronteras como nada más que arcaicas y bárbaras divisiones entre las personas y barreras completamente innecesarias para la ciencia.