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Cómo esconder un imperio. Una historia del Estados Unidos mayor, de Daniel Immerwahr
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El libro de David Immerwahr, How to Hide an Empire: A History of the Greater United States, es una valiosa historia del imperio territorial de Estados Unidos. Utiliza esa frase para describir las tierras y los pueblos conquistados y colonizados por Estados Unidos y gobernados bajo su jurisdicción. Mucha de esta historia ha sido ocultada y suprimida. Como dice Immerwahr en la primera parte del libro: “En varias ocasiones, a los habitantes del Imperio Estadounidense los han asesinado, bombardeado, dejado pasar hambre, internado, desposeído, torturado y usado como conejillos de indias en experimentos. Lo que no les ha pasado, por lo general, es estar visibles”.
El libro divide esta historia del imperio territorial de Estados Unidos en tres fases. La primera, durante gran parte del siglo XIX, es la expansión hacia el oeste en el territorio continental de Estados Unidos, la que se centró en el exterminio genocida, la expulsión, y la contención por la fuerza de los pueblos indígenas.
La segunda fase tiene lugar principalmente fuera del continente norteamericano: la anexión de islas deshabitadas en el Caribe y el Pacífico; luego Alaska; y, más tarde, desde 1898 hasta 1900, la conquista y absorción de las Filipinas, Puerto Rico, Guam, Hawái, la Isla Wake y otros territorios del Pacífico para formar un imperio de ultramar. Esto es lo que Immerwahr mapea como el “Estados Unidos mayor”.
Immerwahr describe la brutal toma de posesión estadounidense de las Filipinas. Es una historia de la tortura “submarino”, campos de concentración, tácticas militares de “no tomar prisioneros”, y la inanición deliberada, lo que resultó en la muerte de unos 775.000 filipinos entre 1899 y 1903. Cuenta cómo el Puerto Rico colonizado se convirtió en un espantoso laboratorio de investigación para la industria médica estadounidense. Los puertorriqueños sirvieron como sujetos para investigaciones médicas experimentales, desde el gas mostaza hasta las píldoras anticonceptivas y los tratamientos para el cáncer.
El libro revela cómo el racismo y la supremacía blanca, bajo la bandera del “Destino Manifiesto”, están completamente entrelazados con el forjar el imperio de Estados Unidos.
El apogeo del imperio territorial de Estados Unidos llegó al final de la Segunda Guerra Mundial. La población de las colonias de Estados Unidos (como Puerto Rico) y las ocupaciones militares (como de partes de Corea y de todo Japón) era de 135 millones de personas, ¡un número un poco más alto que la población del Estados Unidos continental en ese momento!
Immerwahr sostiene que la tercera y más reciente fase del imperio territorial se basa en el establecimiento de una red de instalaciones militares en el extranjero que se extiende por todo el globo. Estas 800 instalaciones sirven como bases de operaciones para la agresión militar (como las misiones de bombardeo de Estados Unidos), estaciones de antenas GPS para ataques con aviones no tripulados, y centros de detención y lugares de tortura, como Guantánamo en Cuba.
Immerwahr no trata la estrategia estadounidense del neocolonialismo posterior a la Segunda Guerra Mundial, el vasto colonialismo moderno del dominio indirecto sobre los países de África, América Latina y Asia, ejercido principalmente por medio de regímenes clientes que sirven al imperialismo estadounidense y dependen del mismo económica y militarmente. Este es un punto débil del libro, pero Immerwahr se centra en las dimensiones territoriales del imperialismo estadounidense.
El libro tiene una tremenda cantidad de detalles reveladores. Hay tablas y mapas útiles. E Immerwahr desarrolla su narrativa del “Estados Unidos mayor” con una indignación por los crímenes del imperio estadounidense y con una compasión por sus súbditos y víctimas. Se lo recomienda.