¡NO acataremos las órdenes del régimen fascista de Trump!
¿De qué lado estas? ¿Con el imperialismo estadounidense que domina y desangra a los pueblos de Centroamérica, México y gran parte del mundo? ¿O con los migrantes que luchan por vivir y no sucumbir?
| revcom.us
El siguiente volante de la Organización Comunista Revolucionaria, México, fue tomado de aurora-roja.blogspot.com
El imperialismo estadounidense viene librando una despiadada guerra racista en contra de los inmigrantes. Al firmar el “acuerdo” con Estados Unidos el 7 de junio, ante la amenaza de Trump de aplicar aranceles, el “gobierno de la 4T”1 acepta reforzar su papel de verdugo de los migrantes y cómplice criminal del régimen fascista de Trump y Pence. El mismo Estados Unidos que impuso su frontera sur a sangre y fuego por medio de la guerra en 1848, al robar más de la mitad del territorio del país2, manda al Estado mexicano a “proteger” esa misma frontera “común” por medio de cazar, encerrar, torturar, deportar y hasta asesinar a migrantes de Centroamérica y de otros países dominados y devastados por el sistema capitalista-imperialista mundial. ¡Es completamente inaceptable! ¡No a la capitulación y a la colusión con el régimen fascista de Trump/Pence!
Una despiadada guerra racista para hacer Estados Unidos un país blanco
Estados Unidos tiene a más de 80 mil inmigrantes en centros de detención en condiciones inhumanas — encerrados en jaulas y en “hieleras” (cuartos helados), durmiendo en pisos de cemento y sufriendo abuso físico, insultos racistas y castigos crueles. En los dos años y medio del régimen de Trump, por lo menos 24 migrantes detenidos por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) han muerto. Miles de niños han sido arrebatados de sus padres, y no se sabe cuántos no han sido devueltos. Activistas denuncian que esto sigue, pese a una orden judicial que lo prohíbe. En junio la Oficina de Reubicación de Refugiados de Estados Unidos anunció que 1400 menores de edad que viajaron solos serán prisioneros en Fort Sill, una base militar utilizada como campo de concentración para familias japonesas durante la Segunda Guerra Mundial, y anteriormente para los apaches y otros pueblos indígenas. El gobierno de Obama también encerró a niños no acompañados ahí en 2014. Ahora el gobierno de Estados Unidos dice que va a lanzar una nueva ola de redadas masivas como el comienzo, según Trump, de deportar a “millones” de inmigrantes.
Esto no obedece simplemente a la estrategia electoral de Trump, como repiten como loros los medios principales. Más bien obedece al programa de este régimen fascista de recuperar la “grandeza” (es decir, riqueza y dominación) de Estados Unidos por medio de reafirmar con creces la supremacía blanca, la supremacía masculina y la supremacía estadounidense. Incita el racismo y el chovinismo de “Estados Unidos Primero” en aras de expulsar, encerrar o eliminar a los inmigrantes “de color”, y el gobierno de México colaborar con esta persecución genocida, ante la amenaza de perder la inversión imperialista y el “libre comercio” de que depende la economía mexicana subordinada al imperialismo.
El mismo funcionamiento del sistema capitalista-imperialista ha creado el infierno de pobreza, destrucción y violencia desenfrenada del que huyen los migrantes — muchos de los cuales corren el riesgo de ser asesinados por el crimen organizado coludido con los gobiernos corruptos al ser deportados a sus países de origen, como también sucede en varias partes de México. Como insistieron los hondureños de una caravana detenida por la migra mexicana, “nos matan si no queremos vender droga”. Los amargos frutos del sistema mundial actual, sus guerras, destrucción del medio ambiente, miseria, crisis social y la violencia implacable de los agentes del Estado y el crimen organizado, han provocado la huida desesperada de los países oprimidos hacia los países imperialistas de Norteamérica y Europa que los dominan, con más de 250 millones de inmigrantes en el mundo (según la ONU en 2017). Todos los Estados imperialistas responden con muros, campos de concentración, garrotes y balas, porque este sistema no admite ninguna otra respuesta.
La criminal colaboración del gobierno mexicano en la guerra contra los migrantes
Como señala Salvador Lacruz, director de un centro de derechos humanos en Tapachula, Chiapas, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador [AMLO] ya “está imponiendo en la práctica el escenario más violento y más represor hacia las personas refugiadas que hemos visto, y esto no es poco decir, porque el sexenio del presidente mexicano Enrique Peña Nieto estuvo extremadamente violento”. Muy al contrario de su hipócrita discurso de “trabajo, salud y derechos humanos”, el gobierno de AMLO detuvo y deportó a más de 80 mil 500 personas entre diciembre 2018 y mayo de 2019, el 54% más que en los mismos meses del año anterior. Despliega 6 mil efectivos de la Guardia Nacional en la frontera con Guatemala, hace redadas en parques, hoteles y calles de Tapachula, deporta a la gran mayoría de los detenidos, encierra y mantiene incomunicados a miles en sus “estaciones migratorias” que son más bien prisiones, con hacinamiento, insalubridad, comida escasa y a veces podrida.
Desde diciembre de 2018, el Estado mexicano ha disuelto, muchas veces con violencia, todas las caravanas que se han creado para protegerse del secuestro o la muerte. El gobierno busca reimponer así lo que un investigador ha llamado “una de las columnas estructurales del sistema migratorio impuesto por Estados Unidos y la política mexicana: la alianza del crimen organizado y la delincuencia grupal con los cuerpos de seguridad”.
Como en Estados Unidos, el gobierno mexicano también reprime a la gente que apoya a los migrantes, deteniendo al director de Pueblos Sin Fronteras y otro activista que han acompañado a las caravanas, acusándolos de “tráfico de personas”. Fueron liberados cuando se comprobó que no estuvieron en el lugar en las fechas señaladas en las falsas acusaciones, pero la Fiscalía General de la República intenta volver a acusarlos.
Se multiplican los retenes y detenciones de inmigrantes en todo el territorio nacional. El 14 de junio, elementos de la Policía Federal mataron a Emma Claritza Benavides Castellón, una salvadoreña de 12 años e hirieron a dos personas más, al abrir fuego contra la camioneta en que viajaron en Veracruz. En la frontera norte, la Guardia Nacional y policías estatales y municipales detienen a los migrantes para impedir que crucen a Estados Unidos, como si fueran de la migra estadounidense.
Desde finales de diciembre 2018, Estados Unidos ha regresado a México a miles de solicitantes de asilo bajo el llamado “programa Permanecer en México”. Por lo menos 15 mil solicitantes ya esperan sus procesos en las ciudades fronterizas, sin recursos disponibles para ofrecerles trabajo, servicios de salud ni educación. La Declaración Conjunta del 7 de junio autoriza devolver a México a muchos más. El “segundo acuerdo” del 7 de junio, que al principio se mantuvo en secreto, abre paso a la implementación completa de “tercer país seguro” en que México asumiría más del trabajo que realiza ahora la migra estadounidense. Establece negociar “un acuerdo bilateral vinculante” en que México “aceptaría la devolución y procesaría las solicitudes de estatus de refugiado” de los migrantes “si Estados Unidos determina, a su discreción y después de consultar con México, después de 45 días… que las medidas adoptadas por el Gobierno de México… no han logrado resultados suficientes”.
Estados Unidos quiere llegar finalmente a eliminar por completo el derecho al asilo en su territorio. Mangonea a México, Guatemala, Brasil y Panamá para aceptar ser “terceros países seguros” y encargarse de deportar, encerrar o dar asilo a los migrantes que entren primero en su territorio en su odisea hacia Estados Unidos. Solicitar asilo en estos países quitaría el derecho de los migrantes a solicitarlo en Estados Unidos, a la vez que obliga a estos países oprimidos (que de ninguna manera son “seguros” para los migrantes) a poner los muros, cárceles y medios para deportar a la gente a la que le nieguen refugio. El gobierno mexicano ya colabora con Estados Unidos para implementar este plan, que casi seguro será impuesto en cuestión de meses.
¡Derrumbemos los muros! ¡Luchemos por liberar a la humanidad del sistema capitalista inhumano!
¡No defenderemos la frontera de Estados Unidos ni aceptaremos que México ni otros países oprimidos se conviertan en campos de concentración para “proteger” los intereses del sistema que mata y oprime a la gente en todas partes y está destruyendo la vida en el planeta! Hay que luchar resueltamente contra todos los ataques inhumanos de los gobiernos de Estados Unidos y de México contra los inmigrantes, y hacer esta lucha parte de la lucha por tumbar el sistema del capitalismo-imperialismo que produce y perpetúa todo este sufrimiento completamente innecesario. ¡Unámonos con los migrantes y con la gente explotada y oprimida en todo el mundo en la lucha por otro futuro! Hace falta la revolución, la revolución comunista, para finalmente eliminar toda forma de opresión, explotación, pobreza e injusticia y derribar todos los muros y fronteras que separan una parte de la humanidad de otra.
1. “Gobierno de la 4T” se refiere al actual gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador en México, donde AMLO propone una transformación al nivel de las tres primeras “transformaciones” que se refieren a la Independencia de México en 1810-1821, la Revolución Mexicana de 1910. y la Guerra de los Tres Años, una guerra civil en 1858-1861 que condujo a la formación de un estado nacional y una nueva constitución. [volver]
2. Se refiere a la intervención armada de Estados Unidos en México en 1846-1848, en la llamada “Guerra de Estados Unidos-México”, en la cual Estados Unidos le robó a México el territorio que hoy incluye a los estados de California, Nuevo México, Arizona, Nevada, Utah, Colorado y parte de Wyoming. [volver]
Un protesta frente a la embajada de Estados Unidos en la Ciudad de México contra la política de “tolerancia cero” del régimen de Trump y Pence contra los inmigrantes.
Militares mexicanos impiden el cruce de migrantes a Estados Unidos.
Bob Avakian responde a la gente que se queja de que los inmigrantes cruzan la frontera (en inglés)
Lea el texto de este corto en español aquí.